Un estudio demuestra que el copago genera más gasto sanitarioEl exministro de Sanidad y tesorero del PP Romay Beccaría rechazó ayer el copago sanitario, “a no ser que hubiese algún sistema disuasorio que no resultase discriminatorio”. Aunque así fuese, la medida, recién implantada en Italia y que en España rechazan hasta ahora de forma pública todos los partidos, no supondría ahorro en el sistema de salud. La experiencia dice que la propuesta, defendida por la patronal española, de que un paciente tenga que repagar –ya financia el sistema con sus impuestos– para recibir atención sanitaria acaba por producir un aumento del coste público. Al menos una prueba realizada en 2003 en EE UU, en el estado de Oregón, así lo demuestra.
El experimento, analizado en la revista Health Services Research, llega a la conclusión de que, aunque es cierto que las consultas y el gasto descienden en urgencias y en atención primaria, el copago supone que crezcan los ingresos en hospitales y los gastos por paciente, al esperar a estar más graves para acudir al médico por tener que pagar.
En febrero de 2003, el MedicAid, un sistema público que financia la asistencia sanitaria a las personas con menos recursos económicos en EE UU, atendía a unas 400.000 personas de entre 18 y 65 años en Oregón. Seleccionaron a 100.000 a las que les exigían pagar desde tres dólares por una analítica o radiografía, cinco por consulta con el médico de familia o por consulta médica externa en el hospital y hasta 50 por acudir a urgencias (dinero que se devolvía si finalmente eran ingresados).
Posteriormente, los responsables compararon los datos entre las personas afectadas por el copago y los que seguían disfrutando del sistema gratuito. Los resultados del estudio dejan datos muy significativos. Así, en el caso de urgencias, el uso disminuyó un 7,9% con respecto a la población que podía ir gratis. Sin embargo, las personas que iban a urgencias estaban más graves en general, por lo que el gasto por paciente aumentó también casi un 8%. Aún así, se consiguió una disminución del coste global por habitante del 2%. Algo similar sucedió en la atención primaria. Los pacientes con copago decidieron usarla un 7,7% menos, aunque el gasto por consulta subió un 6,6%. Consiguieron ahorrar un 1,5% por habitante.
A pesar de estos ahorros en urgencias y atención primaria, la medida provocó un aumento del 27% en la probabilidad de ingreso en el hospital entre los pacientes con copago, y el gasto total por habitante en las personas ingresadas subió un 20%. También empezaron a llenarse las consultas externas en los hospitales, que subieron un 13,5% con aumento del coste total de casi el 20%. La conclusión es que, aunque el uso de servicios sanitarios disminuyó un 4,7% de forma global, el coste total por habitante subió un 9,5%.
http://www.xornal.com/artigo/2011/07/18 ... 00246.html