Techland tenía la intención de recuperar a Kyle Crane para crear un contenido adicional de Dying Light 2 Stay Human, pero el complemento creció tanto que se convirtió en un juego independiente. Se trata de Dying Light: The Beast, un título que desde hoy se encuentra disponible como parte de la Edición Definitiva de Dying Light 2 Stay Human y de forma separada a cambio de 69,99 euros en PlayStation 5 y Xbox Series y 59,99 euros en PC.
Dying Light: The Beast es una aventura ambientada en el posapocalíptico Castor Woods, un popular destino de vacaciones que ha cambiado a los turistas por zombis. Tras ser atrapado por el Barón y sufrir experimentos y torturas durante 13 años, Kyle Crane se ha transformado y ahora es un ser mitad humano, mitad monstruo que lucha por no transformarse. Crane debe sobrevivir y controlar a la bestia que hay en su interior si quiere vengarse de Marius Fischer, el verdadero nombre del personaje conocido como el Barón, un científico que tras una estancia en Estados Unidos regresó a Castor Woods para hacerse cargo del imperio farmacéutico de su familia.
Los jugadores encontrarán en Castor Woods un mundo abierto con diferentes zonas, escenarios naturales, pequeñas aldeas y complejos industriales, y un número cada vez menor de supervivientes mientras que la población de zombis no deja de crecer. En este capítulo el terreno se puede explorar haciendo uso de las habilidades de parkour o conduciendo un 4x4. Al igual que en las anteriores entregas de la saga, de día los zombis son menos agresivos y esto permite explorar con mayor facilidad para encontrar recursos, pero cuando llega la noche los horrores abandonan su letargo y la opción de correr y esconderse es más recomendable que la de luchar.
El sistema de parkour de Dying Light: The Beast presenta algunas mejoras incluyendo unas físicas mejor ajustadas para reflejar la altura y longitud correcta de los saltos, hay varios caminos para llegar a un objetivo, la resistencia ya no limita la escalada y se han creado más de 100 nuevas animaciones para Kyle Crane. La mecánica de combate también mantiene su apuesta, pero ahora las armas de corto alcance son más precisas y el nuevo motor de físicas es más minucioso a la hora de calcular los impactos. Respecto a los enemigos, la IA de los humanos ha mejorado, mientras que los zombis se han rediseñado, su movilidad, capacidad de sortear obstáculos y coordinación en grupo mejorado y los encuentros deberían ser más intensos.

Al arsenal de Kyle Crane compuesto por todo tipo de armas debemos sumarle un elemento más: la opción de desatar el poder de la bestia que corre por sus venas. Además, al igual que en Dying Light 2 en The Beast se puede habilitar el modo cooperativo para cuatro jugadores.