El uso del miedo como mecanismo de control siempre ha existido, y parece que cada vez va a más. Lo del 11-S ya es de juzgado de guardia:
- Por un lado están los terroristas, que ya llevan el terror en su propia definición y que son profesionales en lo de dar miedo porque les sale de los cojones.
- Por otro lado están los gobiernos, con el caso de Estados Unidos como el más sangrante, que nos intentan meter el miedo en el cuerpo y transformar a los terroristas en el Coco y el Hombre del Saco juntos para poder hacer lo que les da la gana, controlando, guerreando y petroleando a manos llenas.
- Por último tenemos a los conspiranoicos; estos días se lo están pasando pipa. Estos "despiertos" miran incluso más allá de las oscuras pero evidentes intenciones de los gobiernos y se inventan apocalípticas y rocambolescas historias sobre judíos masones illuminati que por dentro son lagartos alienígenas que viven en el centro de la Tierra y que nos controlan inventándose terroristas, lanzándonos productos químicos desde avionetas, envenenándonos con el flúor del agua y creando no sé qué leches de una maligna moneda universal. Ah, y para más recochineo van dejando pistas impresas en los dólares y en códigos que solo se ven cuando cambias la fuente a Windings. Como podréis imaginar, son el grupo más tonto de los tres.
En resumen: el caso es meter miedo.
P.D.: Moriréis en siete días, como suele decirse.