Estos chispazos se deben al traspaso de cargas entre dos conductores, concretamente cuando al estar uno muy cerca del otro se supere el campo de ruptura de la atmosfera, produciendose un rayo a pequeña escala.
En el caso del coche, lo que ocurre es que se carga cuando está en marcha, debido al rozamiento con el aire . Las cargas quedan aderidas a su superficie, al igual que ocurre con nostros en los centros comerciales por culpa del aire acondicionado. En el caso del coche, además, está el aliciente de que por su superficie circula una pequeña corriente, para evitar la oxidación de la chapa. De este modo, cuando vais a cerrar la puerta puede que se supere el campo de ruptura, dando un pequeño calambre. Al tocar el coche, las cargas se distribuyen tambien por vuestro cuerpo, pues cuando dos conductrores se tocan, las cargas se distribuyen entre ellos hasta que se iguala el potencial de ambos.
Esto mismo ocurre en los aviones, sólo que ahí ya se tiene la precaución de poner unas varillas en las alas del avion. De este modo, cuando el avión ha adquirido mucha carga, debido a lo que se denomina efecto de puntas, el campo en estas varillas es muy intenso, llegando a sobrepasar el campo de ruptura de la atmosfera, y consiguiendo así que se descargue.
Exactamente lo mismo pasa cuando somos nosotros los que estamos cargados, sobre todo cuando llevamos alguna ropa de lana, o si hemos tocado la superficie del coche. La única forma de evitar estos chispazos sería descargarse, y para ello se usa una conexión a Tierra. Tocando un hierro que este unido a la tierra, todas las cargas que podamos almacenar pasaran a la tierra, ya que nuestro planeta se comporta como un inmenso conductor.
Y esta es la explicación física de este fenomeno.