Muy buenas a todos, llevo tiempo en eol y nunca me había dado cuenta de este subforo.
Veo que colgais relatos y poesía, lo cual me parece fascinante.
Me gustaría unirme a vosotros con un relatito escrito tiempo atrás que titule, desafortunadamente "tic tac stop"
Espero os guste o por lo menos haga más llevadera la tarde.
Un saludo.
Solía soñar con un Mundo atemporal, en el que ni siquiera el universo siguiese pautas rítmicas. Solía soñarlo si, pero hoy, puedo verlo.
Veo todos los relojes del planeta tierra, y de planetas por descubrir, parados, cada uno en su horario. Los veo inmóviles, inservibles, no se oyen despertadores, campanas, o sirenas que anuncien turnos de trabajo, acontecimiento u obligaciones. Veo que la gente es feliz sin el yugo del tiempo. No existen las prisas y los coches han dejado de ser necesarios. Las personas no tienen horario, han perdido el estrés. La mismísima madre tierra se ha relajado, ha abandonado su eterna labor, dar un giro alrededor de si misma y otro al del astro rey. Ahora gira cuando le place, sin obedecer a leyes físicas. He visto ancianos olvidarse de mirar el calendario, la muerte ha perdido su poder frente a ellos, puesto que ellos han perdido el pasar de lo años. Les veo mirar el cielo, los amaneceres y atardeceres son disfrutados en cada uno de sus movimientos.
Te he visto a mi lado, nada podía separarnos, nada era tan urgente. He visto al egoísmo sucumbir, y a las penas transformarse en alegrías. La gente va de un lado a otro dedicándose a lo que más le gusta, y puedo ver a agentes de bolsa correr desnudos por prados. La vida ha perdido su compás y permite al ser humano, y a todas las especies, improvisar nuevos ritmos.
Te sigo viendo a mi lado. Veo niños creciendo en una eterna infancia. Por todas partes veo caballos, carretas, la gente vuelve a andar, no veo la necesidad de llegar a un sitio y a una hora, y eso ha hecho al mundo libre. Los teléfonos móviles están apagados, ya nadie tiene prisa por contar nada. La gente habla, puedo verlos por todos sitios, sentados en parques o mientras pasean. La realidad ya no es virtual. Los plazos de devoluciones han caído, nadie sabe cuanto falta para absolutamente nada, y gracias a ello, el etiquetado tercer mundo a pasado a ser parte del mundo de nuevo. Los poetas y pintores dedican tiempo a sus obras, y desde aquí, puedo ver las más hermosas. Las editoriales no presionan a sus escritores con los tiempos de entrega, y ellos nos obsequian con libros y relatos escritos desde el corazón. Se busca la perfección desde la entrega y la paciencia, y no la rápida entrega de la perfección.
Puedo ver todo lo que os cuento, lo juro, el problema es que sea una visión desequilibrada y tú, no estés a mi lado.