La única forma realmente efectiva de recuperar el brillo de un terrazo es pulirlo. Vete a un Leroy Merlin o similar y alquila una pulidora, que te expliquen bien cómo usarla (tal vez tengas que comprar algún bote de pulimento, ellos te lo dirán) y prepárate para pasarte un fin de semana puliendo y limpiando polvo (dependerá de la cantidad de metros que tengas que pulir y de lo cuidadoso que seas).
De todas formas, el terrazo es el suelo idóneo para montar encima otro suelo: es duro y está nivelado (si alguna pieza baila un poco hay que levantarla y volver a pegarla antes de montar un suelo encima).
¿Qué tipo de suelo puedes poner encima? Pues muchos y casi todos serán bastante sencillos de poner.
Lo más engorroso serían los cerámicos (gres, plaqueta) ya que tendrás que poner cemento cola (Pegoland) y cortar las piezas que necesites ajustar de forma.
Lo más rápido y limpio un linóleo (sintético es más barato) o una moqueta (las que van en piezas cuadradas son las más fáciles de montar y prácticas a la larga ya que permiten sustituir una pieza que se haya deteriorado), las moquetas sólo necesitan un poco de pegamento de contacto y un buen cutter para recortarla.
Otra opción es la tarima flotante. Las sintéticas o semi-sintéticas aguantan bastante y además son más baratas. Montar una tarima es sencillo, pero hay que tener cierta habilidad a la hora de cortala.