En los días de ojos marrones
cuando la lluvia te pesa
tan dulce es la mano que pasa
y te acaricia la espalda
para que puedas dormir...
En los días que el cielo se rompe
que los edificios se difuminan
bajo la sombra dañina
de las aguas al caer sobre tu
rostro de amor cansado...
Me siento al abrigo de la cama
con una taza acabada llena
de posos de alma rota sobre
el fondo decorado con una vida
que necesita sobrevivir...