Resulta que ayer recibí una llamada de un doctor, que digo… de mi padre, y me comentaba que estaba bastante ofendido. Su dolor interno se debía a causa de ciertos 
sexismos que vienen dándose en el lenguaje y que, desde largo tiempo ya, venía aguantando. Como todo el mundo sabe al especialista en pediatría, esa rama de la medicina que se ocupa de la salud y la enfermedad en los niños, se le viene diciendo desde siempre ‘
pediatra’. Bien, ¿quién ha sido el infame señor que puso tales vocablos (electricista, periodista, maquinista…)? ¿Cómo poner una “a” al final de cada término? 
¿Es que acaso ya no queda hombría en este país? De todos modos, a mí lo que me extraña es que a mi padre nunca le hayan confundido con una mujer. Por todo esto… vamos a luchar con todos los medios posibles (vamos a crear ministerios y demás si es necesario) para que a partir de ahora se cambie el género gramatical de cada palabra en busca de ese adecuado sexo que le corresponde, para que todos y todas estemos contentos y contentas. Así, por supuesto, todos seremos un poco más iguales e igualas. Porque se trata de igualdad todo esto, ¿no? Ruego desde aquí un cambio de mentalidad. 
Pediatros del mundo, haceos oír.Necesitamos cambiar muchas cosas en este país de 
miembros y miembras, en esta España que atraviesa actualmente una crisis econó… perdón, un “
escenario de dificultad”, es decir una desaceleración acelerada; necesitamos, por ejemplo, hacer periódicos que se alejen de cualquier sensacionalismo barato y que nos cuenten cosas a la orden del día. Por ejemplo, hablemos de 20minutos, donde la rigurosa información que los redactores y redactoras establecen en sus documentos y documentas (anda, polisemia) está bañada por una credibilidad incuestionable. A mí me vale con que me cuenten que 
un hombre ha sido encontrado muerto en Tailandia con un condón puesto y una cobra en la mano, con trocitos de carne del susodicho y cariñoso reptil en la boca, sugiriendo algo bastante desagradable; y, además, me lo voy a creer.
Yo, que no necesito entender por qué en este país 
para ponerse de huelga hay que quemar camiones, cortar carreteras, matar a gente e inmovilizar ciudades, tirar leche y demás productos básicos alimenticios, generando pérdidas y desgracias por todos lados, voy a dedicarme a leer noticias estúpidas, a discutir sobre si ‘miembra’ es correcto o no, y también sobre las bases del feminismo. Voy a discutir sobre si lo que estamos pasando es una ‘recesión’ o una ‘crisis’, o sencillamente un ‘escenario de dificultades’, en vez de buscar soluciones al problema. Vamos a apoyar la creación de más ministerios y ministerias: por ejemplo para la vivienda, o para todos los problemas que saquemos, si os parece. Porque estamos en España, y de eso se trata, de debatir y crear polémica sobre la expresión, pero obviar siempre el contenido aun si ignoramos los métodos que rigen tales significados, que no tienen en el fondo importancia alguna.
En realidad, deberían inventarse nuevos eufemismos y vocablos y vocablas, para deformar todavía más el lenguaje, pues al final la lengua es una convención social y la aceptaremos por muy degradada que esté. Y podemos lograrlo. Lo sabéis. Como digo, deberían verse por la televisión aún más ‘programas de corazón’, es decir, la buena tele. No leer. No estudiar. Y sobre todo, no informarse sobre lo que nos rodea, porque eso realmente no sirve para nada y es una pérdida de tiempo, y si lo hacemos que sea sólo a base de un periódico y que nos creamos a rajatabla todo lo que sus miembros y miembras digan o escriban. 
Seamos todos un poco más idiotos, y todas un poco más idiotas.Sólo así conquistaremos 
Idiocracia. Es nuestra… Ya la estamos tocando con las manos.