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Localizada en Speyside (Escocia), la destilería Macallan lleva ofreciendo su excelente whisky desde que en 1.824 solicitara la licencia de destilación. Desde entonces ha pasado por muchos dueños, pero todos ellos han sabido dar ese caracter especial que ha tenido y tiene su whisky. Hoy en día, casi doscientos años después, la marca The Macallan es la tercera más vendida del Reino Unido en cuanto a whiskies de Malta y la quinta del mundo.
Hablar de The Macallan es hablar de uno de los mejores whiskies de malta del mundo. Equilibrado, suave. Este Macallan de 18 años es el resultado de una cuidadosa elaboración. De suntuoso color que algunos denominan color “The Macallan“. El secreto de este excelente whisky reside en la utilización de métodos artesanos e ingredientes tradicionales como la fina cebada “Golden Promise” y la insistencia (en contra de prácticamente todo el mercado) en el uso de barriles de Jerez para su maduración. El uso de estos barriles en lugar de los típicos de Bourbon encarece el producto final (un bocoy de Jerez cuesta diez veces más que uno de Bourbon) pero contribuye de forma decisiva en el sabor único del Macallan.
The Macallan es considerado el “Rolls Royce de los maltas”. Si ven el precio y, sobre todo, si lo prueban (sin hielo, por favor) sabrán porqué.
* Bodega: Macallan Distillers Ltd.
* Capacidad: 70 cl.
* Crianza: 18 años
* Graduación Alcohólica: 43º (40º Gran Reserva)
Escondido entre colinas cubiertas de frondosos árboles y traslapado por las aguas del Ringorm Burn que descienden hasta unirse con el rio Spey, se levanta una gran casa señorial antigua, la casa Easter Elchies, la casa de "The Macallan"
La casa Easter Elchies (fechada en 1700), ha estado mas de 300 años a las orillas del rio Spey como un símbolo de la fortaleza escocesa, un monumento perdurable en el tiempo. La casa es la misma que aparece en el estuche que protege la botella de Macallan.
Registrada legalmente en 1824 con una tradición que se remonta a muchas generaciones anteriores a esta fecha, Macallan es conocido como el Whisky de Malta escocés mas apreciado.
La obsesión incansable que ejerce Macallan en la selección de las barricas mas finas y el sublime destilado de este espirituoso es el fiel reflejo de una forma de trabajar inquebrantable durante el tiempo.
Destilado en Speyside, este malta legendario es cuidadosamente madurado por un mínimo de 18 años. La única combinación de barricas de roble de Bourbon y barricas de Jerez, producen un whisky de particular suavidad y delicada ligereza.
CATA
Color: Ambar claro
Nariz: Aroma exoticamente floral con notas de jazmin, frutas tropicales y turba.
Boca: Fino y rico, con notas de citridos, espedias y madera ahumada. Final ligero con notas de cáscara de naranja.
Capacidad: 70 CL
Graduación Alcohólica: 43º
dundermiflin escribió:A mi siempre me ha gustado el Whisky, poer lo tipico, el Chivas, el Cardhu y los otros con Coca-cola para la tipica salida cojn amigos.
Rowland escribió:Tal vez pueda parecer un poco borde, pero más vale ser directo y sincero: si habéis atrofiado vuestro paladar con "güiscazo" y cocacola va a ser difícil que podáis apreciar la sutileza de uno de los mejores licores del mundo.
Una vez dicho esto ahora vienen la buenas noticias: todo se puede arreglar. El whisky es un destilado lleno de matices y personalidad. El proceso de eleboración es extremadamente simple y a la vez complejo y delicado si se quiere obtener un producto de altísima calidad.
Para entrar en el mundo del escocés (y de cualquier otro producto de esa calidad) lo primero es "desintoxicarse" y limpiar nuestros sentidos. Así que recomiendo pasar una temporada sin beber mezclas infames o productos de poco nivel. Después hay que entrar al whisky de forma paciente y con algo de humildad.
Recomiendo comenzar con algún escocés joven (un 8 ó 10 años) y que no sea muy duro, para ir pasando a mayores envejecimientos y personalidades más marcadas. Una marca muy recomendable para este "entrenamiento" es Glen Ord ya que tiene "jóvenes" ideales para formar paladar (según ellos "brillan pero no queman", osea son intensos pero no duros) y una estupenda gama de envejecidos con un buen escalonado.
En cualquier caso, el whisky escocés de malta no es un licor para tomar como si fuera una fanta. Así que poco hielo (los cubitos más grandes posibles), si se rebaja con agua que sea mineral, nada de prisas para tomarlo y a ser posible poco "ruido" que nos distraiga (nada de meterse un malta mientras vemos el futbol o estamos de farra con los amigos).
Si queréis acompañarlo con comida los frutos secos tostados al horno (avellana, anacardo), los quesos cremosos pero intensos (azul, gongonsola, brie, roquefor, cabrales) o incluso el chocolate de alto cacao (un 70% al menos) son ideales.
Por cierto, huid de los mezclados (blended) como de la peste. Aunque hay alguno que se salva, la mayoría son productos "creados en laboratorio" para obtener algo así como la cocacola de los whiskies: a todo el mundo gusta.
Rowland escribió:Tal vez pueda parecer un poco borde, pero más vale ser directo y sincero: si habéis atrofiado vuestro paladar con "güiscazo" y cocacola va a ser difícil que podáis apreciar la sutileza de uno de los mejores licores del mundo.
Una vez dicho esto ahora vienen la buenas noticias: todo se puede arreglar. El whisky es un destilado lleno de matices y personalidad. El proceso de eleboración es extremadamente simple y a la vez complejo y delicado si se quiere obtener un producto de altísima calidad.
Para entrar en el mundo del escocés (y de cualquier otro producto de esa calidad) lo primero es "desintoxicarse" y limpiar nuestros sentidos. Así que recomiendo pasar una temporada sin beber mezclas infames o productos de poco nivel. Después hay que entrar al whisky de forma paciente y con algo de humildad.
Recomiendo comenzar con algún escocés joven (un 8 ó 10 años) y que no sea muy duro, para ir pasando a mayores envejecimientos y personalidades más marcadas. Una marca muy recomendable para este "entrenamiento" es Glen Ord ya que tiene "jóvenes" ideales para formar paladar (según ellos "brillan pero no queman", osea son intensos pero no duros) y una estupenda gama de envejecidos con un buen escalonado.
En cualquier caso, el whisky escocés de malta no es un licor para tomar como si fuera una fanta. Así que poco hielo (los cubitos más grandes posibles), si se rebaja con agua que sea mineral, nada de prisas para tomarlo y a ser posible poco "ruido" que nos distraiga (nada de meterse un malta mientras vemos el futbol o estamos de farra con los amigos).
Si queréis acompañarlo con comida los frutos secos tostados al horno (avellana, anacardo), los quesos cremosos pero intensos (azul, gongonsola, brie, roquefor, cabrales) o incluso el chocolate de alto cacao (un 70% al menos) son ideales.
Por cierto, huid de los mezclados (blended) como de la peste. Aunque hay alguno que se salva, la mayoría son productos "creados en laboratorio" para obtener algo así como la cocacola de los whiskies: a todo el mundo gusta.
GELETE escribió:Rowland escribió:Tal vez pueda parecer un poco borde, pero más vale ser directo y sincero: si habéis atrofiado vuestro paladar con "güiscazo" y cocacola va a ser difícil que podáis apreciar la sutileza de uno de los mejores licores del mundo.
Una vez dicho esto ahora vienen la buenas noticias: todo se puede arreglar. El whisky es un destilado lleno de matices y personalidad. El proceso de eleboración es extremadamente simple y a la vez complejo y delicado si se quiere obtener un producto de altísima calidad.
Para entrar en el mundo del escocés (y de cualquier otro producto de esa calidad) lo primero es "desintoxicarse" y limpiar nuestros sentidos. Así que recomiendo pasar una temporada sin beber mezclas infames o productos de poco nivel. Después hay que entrar al whisky de forma paciente y con algo de humildad.
Recomiendo comenzar con algún escocés joven (un 8 ó 10 años) y que no sea muy duro, para ir pasando a mayores envejecimientos y personalidades más marcadas. Una marca muy recomendable para este "entrenamiento" es Glen Ord ya que tiene "jóvenes" ideales para formar paladar (según ellos "brillan pero no queman", osea son intensos pero no duros) y una estupenda gama de envejecidos con un buen escalonado.
En cualquier caso, el whisky escocés de malta no es un licor para tomar como si fuera una fanta. Así que poco hielo (los cubitos más grandes posibles), si se rebaja con agua que sea mineral, nada de prisas para tomarlo y a ser posible poco "ruido" que nos distraiga (nada de meterse un malta mientras vemos el futbol o estamos de farra con los amigos).
Si queréis acompañarlo con comida los frutos secos tostados al horno (avellana, anacardo), los quesos cremosos pero intensos (azul, gongonsola, brie, roquefor, cabrales) o incluso el chocolate de alto cacao (un 70% al menos) son ideales.
Por cierto, huid de los mezclados (blended) como de la peste. Aunque hay alguno que se salva, la mayoría son productos "creados en laboratorio" para obtener algo así como la cocacola de los whiskies: a todo el mundo gusta.
Menuda profesionalidad.... Pero hay una cosa que no entiendo...aconsejas tomarlos con alimentos intensos (quesos de mucho sabor y chocolate con más de un 70 %de cacao). Eso no matará el sabor del whisky?