bartletrules escribió:Yo siempre lo he dicho. Los políticos tienen que cobrar MUCHO, porque tienen puestos de mucha responsabilidad.
PEEEEEEROOOOoooo... con condiciones:
a) Cobrar por un sólo concepto. El que más alto pague, pero sólo por uno.
b) Regimen de incompatibilidades super estricto, extensivo a sus familiares directos y amigos próximos. Y con severas penas de cárcel para el político en caso de condena.
c) Cotizar a un tipo de los más altos. Si ganas mucha pasta y tienes beneficios como los de la pensión máxima por 2 o 3 legislaturas de diputado, también deberías cotizar más durante esos años.
Esto es, el lema: Dedícate a la política. Ganarás mucha pasta si eres honrado, y si trincas o ayudas a que trinquen, te vas a pudrir...
Yo este tema me lo planteo desde una perspectiva mucho más de fondo. Empiezo considerando que ser político para mi no es una profesión cualquiera, como ser albañil, informático o contable. Ni de coña, estamos hablando de una pieza clave de la sociedad.
Ser político es una condición bastante especial, comparable quizás a ser soldado, aunque desde mi punto de vista aun mucho más sensible e importante. Por consiguiente, para mi un político debería tener un régimen jurídico especial, mucho más estricto que el del ciudadano de a pié, que pueda garantizar que no haya ninguna motivación económica en la persona que elija libremente ser político. Vamos, con el fin de atacar a los que se meten en la política a hacer dinero, como decía el colega Zaplana, y exigiendo que haya una vocación real. Ya está bien que los políticos con vocación no puedan llegar a más que ser el alcalde de un pueblucho que no importa nadie, mientras que los vividores tienen reservadas las butacas del congreso.
Y lo primero que haría, teniendo esto en mente, sería limitar el derecho de propiedad privada del político de manera acorde al poder que ostente. ¿Que no te gusta? No haber elegido meterte a político chavalote. No va a faltar gente comprometida dispuesta a aceptar tu cargo, y disfrutando más que un cura del voto de pobreza oiga.