Sálvame, Gran Hermano, de los Mujeres y Hombres y Viceversa.

Pasillero escribió:Me contaron que un titular parecido a esto apareció en el diario italiano Il Corriere Della Sera: “España se paraliza ante la operación de cirugía estética de la ex mujer de un torero y colaboradora en un programa de tarde”. Y claro, yo no me puedo alegrar más hoy de ser español, y eso que yo no tengo mucho sentimiento patriótico y la mayoría de las veces este país de chichinabo me da una vergüenza horrible. Pero cosas como la nueva cara de Belén Esteban, los vídeos de Pozí, Carmen de Mairena, Chiquito de la Calzada, los antiguos sketches de José Luis Moreno con Monchito, Macario o Rockefeller, los diálogos de Pepa y Avelino en Escenas de matrimonio (los demás no, bien los sabe Dios), las peticiones directas de Aramís, Yurena o Yola Berrocal al presidente del gobierno, Nova en cualquiera de sus facetas o Marujita Díaz borracha a las tres de la tarde hacen que me entren ganas de comprarme una bandera de España para usarla a modo de pashmina en estos días en los que el frío aprieta.

La mayoría de la gente se refieren a los personajes anteriormente mencionados como -he de tragar saliva antes de escribir esta palabra- “frikis”. Me da la sensación de que ese vocablo, pervertido hasta anularlo completamente, sirve para que la gente defina todo aquello que no acierta a comprender muy bien. Quiero decir, no es que Pozí predique con un discurso sólo comprensible para graduados en Harvard, pero a mí al menos siempre me ha dado la sensación de que todos esos personajes saben algo que el resto de la humanidad ignora y por eso se capta algo de sabiduría y profundidad en sus discursos, oculta entre tacos, patadas al diccionario o directamente amenazas de muerte. Siendo sinceros, la mayoría de ellos ni se enterarán de que hay algo en su persona que pueda trascender, pero lo que quiero decir es que el día de mañana los 400.000 ejemplares agotados de Lecturas con Belén en portada o una Nova con las tetas fuera que enseña el DNI en Sálvame porque ya acredita que es mujer serán mucho mejor testigo de cómo funcionaban las cosas en este país y de cómo andaba la sociedad en un momento dado que un discurso de Zapatero haciendo que coge una caja de tomates frescos con las manos.

Mientras tanto, la mayoría de gente intelectualmente elevada encuentra a estos personajes abominables. Sin embargo, el domingo van a ver unas peliculitas en versión original subtitulada y entonces, en una de John Waters o de Russ Meyer que están reponiendo en la filmoteca, ven a alguien que se parece muchísimo a Pozí, a Nova, a Marujita, a Yola o a Pepa y Avelino. Y entonces van y lo encuentran divertidísimo. Pero claro, eso es divertidísimo sólo ahí, en una sala oscura, legitimado por un nombre que sale en los libros de historia del cine. Sin embargo no es divertido ni justificable cuando es real. ¿Y por qué demonios no es divertido que sea real? De hecho no es divertido, ¡es maravilloso que sea real! La teoría es tan estúpida como decir “ah, el amor es muy bonito en el cine, pero yo espero no enamorarme nunca, espero llevar una vida triste y acabar muriendo viejo y en compañía un hurón”. Yo, por mi parte, cuando voy por la calle me pregunto si me estaré cruzando a alguno de esos personajes y me alegro un montón de pisar el mismo suelo que ellos. Los que los miran con desdén y con un halo de superioridad no saben, los muy ignorantes, que deberían mirarlos con admiración, porque son un milagro que los dioses del entretenimiento han regalado al mundo y que los analistas de la sociología usan cómo método científico para conocernos realmente, a nosotros, a esas hormiguitas que pululan despistadas por un universo que la mayoría de las veces es un coñazo.

Esto no quiere decir que haya que adorarlos a todos y que aquellos que no capten el mensaje son estúpidos, no. De hecho la magia de estos personajes se pierde -y les ha pasado a muuuuuuuchos- cuando adquieren consciencia de que su rareza mola y empiezan a explotarla. He aquí un ilustrativo y muy actual ejemplo: Karmele protagonizó un momento divertidísimo cantando aquello de “Gibraltar, Gibraltar” hace unos meses y notó con demasiada alegría que el público se maravillaba. Consecuencia: ha compuesto unas canciones horripilantes para ir a Eurovisión y repetir una bromita, la de Chikilicuatre, que pudo tener gracia la primera vez. El otro día alguien le dijo en el plató que cantaba mal y sus canciones apestaban y ella respondió:

-Pues son lo más visto en el Youtube y en Chueca lo bailan muchísimo.

Ahí, ahííííí quería yo llegar. En Youtube lo más visto en un momento dado puede llegar a ser el vídeo de una negra dándose un cabezazo contra un televisor mientras baila Singles Ladies, cuyas visitas se cuentan por millones. Y en Chueca, Karmele, bailan CUALQUIER COSA. El mundo gay es un gran ejemplo de esto que digo: hay una sensibilidad tremenda para pillarle la gracia a las cosas pero luego hay una predisposición horrible a seguir encontrándosela años después, cuando realmente ya no la tienen. Conclusión: la próxima vez que algo os guste, que veais a un personaje que hace y dice algo que parecen tonterías pero que cala en vosotros de una forma extraña y bella y alguien llegue y os diga que no, que eso un “friki” y vosotros unos apestosos consumidores de telebasura, debéis empujarle por las escaleras más cercanas. Y muy probablemente esa persona se romperá algo y vosotros iréis a la cárcel, pero los dioses del entretenimiento estarán asintiendo desde el cielo, agradecidos por el favor que les habéis hecho.

Y si estáis en Chueca y ponen a Chikilicuatre haced el favor de NO BAILAR.

Hala, ya me he quedado tranquilo.