bartletrules escribió:dark_hunter escribió:También te obligan a conocer el inglés si te vas a un país donde lo hablen y quieres presentarte. O aquí si viene un inmigrante y no sabe español. Es lo que tiene que sean lenguas cooficiales, que ninguna tiene que estar por encima de la otra, por lo tanto sí trabajas en la administración debes conocer las dos.
No se trata de que estén por encima de la otra, sino de que se respete un principio de igualdad en el acceso a la función pública.
@Sensenick:
No es lo mismo estudiar un temario localizado para una Administración regional de cualquier tipo (sus leyes de autonomía, sus reglamentos particulares, su distribución geográfica o política...), cosa que para un estudiante de oposición de cualquier región no debe suponer gran problema ni una inversión de tiempo exagerada (y también el cacereño tendrá que estudiar el estatuto valenciano, por cierto), a hablar de dominar una lengua al nivel de obtener una acreditación determinada. El aprendizaje de una lengua lleva tiempo, y se hace con distinta facilidad una vez que estás inmerso en la cultura y tienes acceso a cualquier medio (libros, televisión, radio) que lo emplea a diario. La única forma de que existiese una igualdad real sería obligar a todo el mundo a aprender cuatro idiomas por narices.
La protección del ciudadano podría estar perfectamente garantizada por el resto de funcionarios durante el periodo "de formación" de quien haya sacado la plaza, no creo que eso suponga el menor problema. Otra cosa es que el sistema actual no funcione así. Pero eso no quiere decir que el sistema actual sea justo.
@baronluigi: Pues no entiendo por qué puedes entender mi postura para la práctica médica, y no para el resto de plazas. Para un médico es tanto o más importante conocer la lengua de la región como para un administrativo común.
Os aseguro que no tengo ningún problema con las lenguas cooficiales, de hecho en cuanto paso tiempo en Cataluña o Galicia me gusta intentar chapurrearlos. Me gusta aprender idiomas en general. Pero no veo realmente justo el idioma desde el punto de vista de un opositor de una CC.AA. que no tenga su idioma cooficial.