Este es mi primer relato en esta seccion, han sido muchos mis estados de animo para reflejar tal obra; por supuesto, no va a ser el ultimo.
EL GRAN DIA MAGICO
El verano pasado decidi tomar unas vacaciones en Japon, concretamente en Tokio.
Tras ver los mas oportunos geeks electronicos decidi comer pulpo crudo en la plaza de Isako, la verdad que estaba delicioso, pero un poco duro de tragar.
Tras ver los monumentos mas impactantes de la ciudad, mi estomago rugia como un leon, pero decidi aguantar y buscar un baño publico bastange higienico, no sabia si ponerlo pero redacto como el ojete, si bueno lo tipico de "he visto una geisa, su sonrisa boluminosa y el opio en sus heridas me recordaba Chicago".
La cosa es que no encontraba ningun retrete dispuesto a saciar mis necesidades hasta que entro en una pequeña fabrica de chips informaticos, dicho lugar se llamaba ASUS.
Corriendo fui preguntando empleado tras empleado donde estaba el water mas cercano, pero ninguno me entendia hasta que un vapor de mi salio, una joven japonesa sonrio y me señalo con su pulgar a una gran sala.
No sabia si entrar o no, si habia un cocodrilo con una tersa capa de piel o un tiburon de dientes afilados y ojos boluminosos que me sonreia.
Picandome la curiosidad decidi entrar y mi gozo estallo de jubilo al ber en medio de la sala el water mas sotisficado, limpio e higienico, era dorado, cual bola de adorno de navidad, sus boluminosos ojos me decian que me posase en su trono y que evacuase el tercer animal mas inteligente del planeta, despues del humano y del delfin, un delfin boluminoso con una sonrisa que parecia otoño.
Tras sentarme en el retrete descubri una nueva forma de ver la vida, pues el pulpo salia al exterior sin que me produjese ningun resquemor.
Al poco de evacuar empiezo sentir aplausos, gritos de jubilo, toda la empresa, de unos quinientos trabajadores desocupo sus puestos de trabajo para felicitarme, cuando salgo de esa gran sala con retrete incrustado; una sala preciosa todo hay que decirlo, con unos azulejos boluminosos, todo el mundo empezo a aclamarme, todos me felicitaban, era un estruendo de aplausos sin pausa, hasta tracas de petardos tiraron fuera en la calle, alli por supuesto siguio la despedida de ese gran trono en el que me he hallado.
Tokio estaba inmobilizada, todo el mundo queria conocerme y felicitarme, no entendia nada pero sin duda ese fue el dia mas feliz de mi vida.
FIN