Recopilatorio:"Disney se baja los pantalones" [parodias/comicas/eroticas]

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"Disney se baja los pantalones"

Este es un recopilatorio de la serie de relatos parodicos que estoy escribiendo bajo el efecto de una enajenación mental transistoria con ataques de pervertidismoagudo... asi que aprovechad mientras podais. ;)

Cada relato tiene su enlace al hilo original, donde podreis leer los comentarios de los mienbros del foro.
NO ESCRIBIR EN ESTE HILO
(para comentar las parodias/poner una demanda/declarar vuestro amor ir al hilo de cada una ;))



La licencia de estos relatos y de los montajes graficos que los ilustran (hechos también por mí) es:

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Reconocimiento. Debe reconocer los créditos de la obra de la manera especificada por el autor o el licenciador.

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La liebre Precoz y la potente tortuga

Hilo original del relato



La liebre y la tortuga estaban siempre discutiendo… el peludo mamifero defendía que al poder hacer 10 veces el amor sin descansar era mejor amante que la tortuga… que a pesar de aguantar solo un asalto, tenia un rabo mucho mas grande y dedicaba mas tiempo…

Un dia, en que los dos estaban discutiendo, un rebaño de cabras paso junto a ellos… el lider del rebaño les recomendo que hiciesen una competecion para ver quien llevaba al orgasmo a mas cabras en una hora …

Los dos aceptaron y se pusieron de inmediato manos a la obra. la liebre salto sobre la primera cabra y comenzo a follarsela rapidamente… la tortuga en cambio dedico unos segundos a sacar su gigante rabo de la concha… las cabras gimieron al ver el tamaño de este…

Tras 20 minutos, la liebre llevaba ya 7 cabras.. mientras la tortuga había despachado solo dos, aunque dejandolas muertas de placer, la liebre viendose ganadora, comenzo a follar mas lentamente descansando entre polvo y polvo. La paciente tortuga siguio su ritmo, las cabras veian con mucha expectacion como les llegaba su turno con la tortuga… que pese a ser lenta, era muy meticulosa y dejaba a las cabras tiradas en el suelo de agotamiento…

Acabo la hora y se contaron las cabras que se habian follado cada uno… la liebre aseguró haberse follado a mas de 20.. pero las cabras apenas sintieron su rápido pene y lo negaron… en cambio las 8 cabras de la tortuga admitieron a jadeantes gritos que la tortuga las había follado bien folladas… el lider de la manada declaró vencedor a la tortuga que poco despues se dedico al negocio de gigolo con una lista de reservas de seis meses.. en cambio la liebre se caso con una coneja que le dio cientos de crios… aunque muchos rumoreaban que no eran suyos… quizas por los pequeños caparazones que tenian las pequeñas liebres…

Moraleja: “Folla a mil y seras una estadistica.. deja satisfechas a diez y seras leyenda”
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La sirenita y el intringulis del sexo

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Hilo original del relato
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No todo era dicha y felicidad en el fastuoso castillo del principie. Los restos de las perdices hacia tiempo que se habían perdido en la basura y aun así el castillo respiraba inquieto, el matrimonio no se había consumado y todos lo sabían, pues muchos miraban asiduamente por las mirillas de la alcoba real. El príncipe caminaba inquieto por todos los pasillos. En su cuarto Ariel cavilaba continuamente sobre el problema.. ¿Que demonios querría el príncipe con ella?.

La noche de bodas había sido un completo desastre, sobre la enorme cama el príncipe había tratado de explicarle repetidamente y con gestos gráficos lo que debían hacer. Pero Ariel no entendía la mecánica del asunto, los tritones y sirenas se reproducían por huevos, la mujer los ponía uno a uno en la cuna y el macho los fecundaba en una ocasión muy intima.

Desde su transformación en humana Ariel había tenido no solo que aprender a andar con dos piernas.. sino además conocer los intríngulis de su nuevo sexo. Había tardado varios días en aprender a limpiarse debidamente, lógico si pensamos que en el mar jamas necesito hacerlo. Dicen las malas lenguas que fue esta fuerte presencia femenina lo que enamoró al fetichista príncipe.

¡Y ahora el príncipe quería meterle eso entre las piernas!… ¡si se enterase su padre!… ¡el que la quería tanto que se acostaba en su cama por la noche y le daba besitos al despertar!; ¿como podía gustarle al príncipe hacer eso…? Ariel, desconsolada se acerco al mar y busco a su fiel Sebastian, lo encontró en un charco retozando con la gaviota.

-¡o si cangrejito! ¡Pellizcame massssssss!- gritaba el pájaro

-Te voy a dejar los pezones como tapas de coca-cola!… ¡ariel! -

El cangrejo despacho a la gaviota y se sentó en el regazo de ariel para escuchar sus penas, aprovechando para descansar sus pinzas sobre los generosos pechos de la antigua sirena, que tantas veces deseó pellizcar.

-¡Mi alma!, pero si es muy facil!… entiende que los humanos son diferentes y que ¡tu eres ahora una humana!- le dijo el cangrejo- los humanos disfrutan metiendose cositas por entre las piernas-

-¿Los hombres también? - pregunto ella-

-Bueno… aunque no lo admitan muchos…- reconocio el cangrejo que sabia mucho.

- ¿y que se puede meter?-

-¡Muchas cosas!, aunque los humanos hacen unos chirrimbolos… creo que tengo una por aquí…- el cangrejo desapareció en su cueva y volvió con uno de sus flamantes “rocky”, al que tenia cariño pero debía ayudar a Ariel- Esto lo llaman consolador… sirve para meterlo entre las piernas- dijo-

-Gracias! gracias! - grito Ariel tomando el consolador y saliendo corriendo hacia el castillo. El cangrejo la dejo ir, pensando que lo había entendido…

Esa noche el príncipe acudió una vez mas al lecho compartido, aunque sabia que ariel se dormiría sin tocarlo. Esta vez fue diferente, Ariel le dedico una sonrisa y le pidió que se desnudase ¿por fin follaría?, ¿por fin podría petarle ese culito?… ella le indico que se colocase boca a abajo en la cama…. obedeció ¿que quería?…

-Toma cariño, no entendía que tu también querías algo entre las piernas - dijo ella empalándolo con el consolador-

El grito se escuchó por todo el país. Pero el príncipe no se molesto, aunque paso una semana sin poder andar… realmente le había gustado y a partir de ese día serian muy felices, Ariel disfrutaba viendo al príncipe feliz, y este con dos palmos de goma negra en su interior… también era muy feliz.

Moraleja: “Si estas con una novata, enseñala bien… no sea que te sorprenda.”
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BLANCA NIEVES Y LOS 7 SADITOS


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Hilo original del relato [/URL]


¡El príncipe azul estaba harto!, ¿que quería blancanieves?, ¡el era un buen amante! ¡todas las taberneras de la comarca, e hijas, podían dar fe de ello¡. ¿Acaso era su rabo?… ¡media tres palmos!… ¿¡que era!?… en la cama ella se aburría, cuando follaban parecía no hacerle caso… ¿pero que le gustaba a ella?…

Desconcertado el príncipe acudió a los enanitos, aunque preferían ser llamados “colectivo de seres de corta estatura y gran rabo en proporcion”, aquellos que tanto habían vivido con blancanieves varios años. ¿ellos podrían ayudarle?. En la casa le recibió mudito, con una extraña bola roja en su boca.

-Hola mudito… ya veo que seguís con esa moda del cuero negro, debeis gastaros una fortura en grasa de caballo… ¿puedo pasar?-

En el interior de la casa, un enmascarado golpeaba a Tímido, que atado al potro no podía escapar, ni esconder sus mejillas coloradas.

-¿esta Sabio chicos?- pregunto el principe-

-¡Si coño! ¡claro que esta! - contesto gruñón inconfundible tras la mascara- pero claro aquí las cosas se hacen bien ¿sabes?. si no están todo el puto día molestando…- apreto el latigo en la mano

-¡Príncipe! - le saludo sabio bajando las escaleras acompañado de replicar de piercings- estaba poniéndome un príncipe alberto y que oportuno que haya llegado un príncipe de verdad - rio su broma.

-Sabio tienes que ayudarme- el príncipe le contó sus problemas de cama- ¡Y no se por que no disfruta!-

-Entiendo buen mozo… pero dime, ¿como folláis tu y ella?- pregunto mezandose la barba, lustrosa por la vaselina-

-Bueno… nosotros…- se ruborizo como un colegial- la beso.. la acaricio… y se la.. la.. -

-¿Se la metes como una bestia irracunda?- aporto gruñón haciendo el gesto grafico- hasta que grite que eres su papaito ¿¿he??- habia sacado la lengua y jadeaba- ¡o si! adoro cuando esas putas hacen eso…-

-O quizas le mete el puñooo hasta la…..zzz..- aporto dormilón antes de quedarse dormido colgado de sus cadenas-

-¡No no…!- grito avergonzado el príncipe- solo se la meto ahí… hasta correrme..-

Los enanos se miraron, en esa mirada había mas malicia y entendimiento que en muchos tratados de tortura nazi.

-Entiendo entiendo buen mozo… mira.. te daremos una clase practica ¿vale?- le aseguro sabio- ¡traed a la bruja!

De un rincón trajeron tirando de una cadena a la bruja, la madrastra de blancanieves, que se había salvado de aquel accidente en las montañas, siendo rescatada por los enanos y convenientemente reeducada con sus particulares métodos. Gruñón le quito el bozal, asegurándose antes de estar sujetando bien la cadena.

-¡FOLLADME HIJOS DE PUTAA!- grito extasiada-

-¡calla perra! - grito gruñón golpeando sus nalgas con el látigo- Disculpanos príncipe… a veces se enrala uno poco la jodida- se excusó gruñón, quien evidentemente se había encargado de la educación de la bruja.

-¡puta! a la cama- ordeno el sabio, ella obedeció diligente- ¡Mudito! ¡enseñarle al príncipe como se lo hacemos los enanitos!-

Mudito pego un salto alegre y se quito el pantalón de cuero. Su badajo toco el suelo una vez libre ante el asombro envidioso del principe. Con parsimonia, haciendo antes su personal baile, se lanzo sobre la bruja.

-yo.. ¿eso se puede hacer?- gimo el príncipe viendo la escena- ¡hasta el codo!… ¿y eso no se rompe?… ¿botellas de leche?… ¿con cera caliente?… ¡por díos!- por un momento escondio el rostro entre sus manos-

-Aprende Príncipe… aprende- dijo Sabio palmeandole el hombro con afecto-

Acabada la sesión, la bruja quedaba en coma sobre la cama y mudito se echaba agua sobre su rabo rojo del uso. Sabio se acercó al príncipe con un saco lleno de bultos.

-Caqui tienes… seguro que sabras usarlos, y si no sabes…. ¡se inventivo! ¡animo machote!-

El príncipe de camino a su castillo abrió el saco y tras ojear lo que contenía, saco un antifaz de cuero que se puso sobre la piel… si…le gusto como sentía… luego cogió el látigo de cuero negro, trenzado y tachonado, lo apretó en su mano y tras estirarlo, lo alzó contra el cielo.

-Blancanieves….¡aquí esta tu papaitooo!….- grito al bosque con una sonrisa-
Poco tiempo después blancanieves decidió cambiar su cursi nombre por el de “CueritoNegro” y su esposo, bautizó su reino con un nombre que sería famoso… “sadolandia”.

Y vivieron felices y se ataron a los potros…

Moraleja: “Complacer a tu pareja debes aprender, ya sea con cuero o un pijama de bebe
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El lobo hetero y las cerditas con sorpresa


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Hilo original del relato
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Cerdi Juan estaba frente al tocador de su baño dándose el rimel con mucho cuidado. Cuando Cerdi Pepe entro corriendo en su cabaña.

-¡Hermano hermano! ¡el lobo esta aquí! – le grito saltando sobre sus tacones de importación- ¡Es que me da algo!.... ¡ese macho!!!!- se desmayo sobre el sofá.


-¡Tranquila! Tranquila! – su hermano le abofeteo- cálamate o temblaras tanto que le será imposible ensartarte en tu culito… -


-Es verdad!!!!- se sereno respirando hondamente- pero es que ya sabes que hoy…. El…

-el… - se agarraron las manos juntando sus mejillas-
El lobo feroz del bosque vendrá
Y nuestros culos el tomara!
sin pedir permiso, sin remisión,
contra la pared el nos empujaraaaaá!!!

Y es su tranca un milagro
Y es su cuerpo un regalo
Su lengua de artista
Mi cuerpo derriteeeeeeee

Y es que el lobo vendrá a follarnos
Como putas rameras que somos
Y es que el lobo vendrá a reventarnos
Nuestros depilados ojetees



Rieron juntos sobre la cama casi sin respiración. Hasta que unos fuertes golpes en la puerta les hicieron levantarse y acudir a ella.

-¿Quién es? – gritaron con sus vocecitas histriónicas-

-Soy el lobo…. ¡el lobo feroz! – grito el otro-

-¿Y que quieres lobito mío? - gimió uno-

-Eso eso… ¡qué quieres hacernos! – suplico el otro-

-Yo… -se escucho un pasar de páginas- ¡vengo a comeros vuestros… rabos., a follaros vuestros… culitos y a reventaros a chupetones!-

-NOooo- gimieron los dos abrazados con una sonrisa- ¡el lobo nos va a follar! - gritaron- esta abierto, solo empuja- dijo uno en voz baja para que no se cargase la puerta-

-Gracias-contesto el otro abriendo la puerta de un empellón- ¡Aquí estoy furcias!- les grito acercándose pasito a pasito.

El lobo, trago saliva, cogió a uno de los cerditos y lo empujo contra la pared… le bajo el pantalón y cuando busco su rabo se lo encontró hibernando en sus pantalones. Los dos cerdos lo miraron y ladearon las cabezas.

-Un segundo…. A veces pasa...- el lobo se giro un momento y le dio la zambota intentando animarlo, mientras los cerdos se tocaban un poco y se quitaban la ropa- a ver si ahora…. No…. No puedo…- se disculpo- lo siento yo…

El lobo bajo la cabeza y salió corriendo al bosque. Los dos cerdos se quedaron solos boquiabiertos.



En un lugar del bosque la figura daba vueltas decaído mirando su libro de encargos.

-…. Como hemos llegado a esto .- se repetía- yo… un lobeznuz cabronuis teniendo que cogerme a esos maricones de los cerdos….- se sentó sobre una piedra- si me viese mi abuelo…. El que se tiraba aun rebaño entero de cabras en una tarde…. Si viese a su nieto obligado a prostituirse como un chapero cualquiera… nunca me había pasado… yo… desde que esta esa maldita tortuga ya no tengo apenas trabajo… ¡qué habrán visto las ovejas en el!... ser chapero era mi ultima oportunidad… pero parece que mi rabo piensa diferente… ¡por que seré tan hétero!-


Los dos cerditos habían recogido la casa y ahora se miraban sobre el te caliente.

-¿Qué le paso al lobo?- pregunto Cerdi Juan- parece que se desinflo de repente…-

-Quizás tiene un problema de erección…- razono el otro- o…-

-¿o?-

-¡quizás es que no le gustamos!-

Los dos se echaron a llorar, en ello estaban cuando una tercera figura apareció en la puerta. Con unas curvas casi imposibles les miro extrañada.

-¿Qué os pasa chicos?....- dijo una seductora voz- ¿me voy unos días y ya estáis llorando?- los cerditos le contaron el problema - Así que es eso…. Entiendo… traedme a ese lobo…-


El lobo fue nuevamente contratado por los dos cerditos, apunto estuvo de no ir. Pero necesitaba pagar las facturas de su cuevita new age. Finalmente se plantó frente a la casa, pero su sorpresa fue mayúscula al encontrarse dentro a una despampanante cerdita que le miraba con deseo moviendo sus pechos, los seis pechos. El lobo babeando se lanzo sobre ella.

-Qué impetuoso, lobito… te voy a enseñar lo que es una verdadera cerda-

Cuando el lobo se dio cuenta de la sorpresa que guardaba ella entre las piernas fue demasiado tarde.
Por delante, por detrás
Todo nos da igual
Mete saca y lame bien
En nuestro culito la enterraras

Mete saca y lame bien
Átanos a la pared

Danos fuerte mi lobito
No nos dejes descansar

Mete saca y la me bien
Y si eres bueno tras follar
En nuestras bocas te correrás


Durante horas el lobo aprendió a base de polvos y lametones que por tener un badajo entre las piernas no se disfrutaba menos… además descubrió el placer del agujerito de atrás… tanto el suyo como el propio.

A la mañana siguiente el lobo estaba curado, por fin podría dedicarse a su negocio de gigoló a pleno rendimiento. Los dos cerditos por su parte habían decido también operarse como su hermana.

Al año siguiente el lobo se iría a vivir con las tres hermanas. Adoptando a una pequeña camada de cerditos y formando una de las familias más felices y con menos problemas de estreñimiento de todo el bosque.


Moraleja: “Si te dedicas a algo, menos remilgos y usa bien la lengua”

P.D. lo siento... no podía hacerlo sin poner cancioncitas... [jaja]
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El aprendiz de lobo y caperucita roja roja


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Hilo original del relato

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-GRRRRARRR VOY A COMERTE!!!! -gritó el lobo hasta que las venas de su cuello palpitaron y su ojos rojos se salieron de las órbitas.


-Mmm, no está mal... un 7 -anotó el viejo zorro sentado en el tronco-. Estamos mejorando, estamos mejorando…

-¿De verdad lo cree, profesor? -gimió el lobo tomando aire-. Me he esforzado mucho… he hecho los ejercicios antes de acostarme, se lo aseguro… discúlpeme –cogió un tazón para beber agua.

-¡Ese meñique! –la vara del zorro le golpeó la mano-. ¡A ver si nos quitamos ya esos gestos, hostias! ¡Que así nadie se va a creer que eres un lobo feroz aunque grites!

El lobo bajó la cabeza y aceptó la reprimenda. Terminada la clase marchó a su casa caminando por el bosque, y se cruzó con la zarigüeya, que llevaba a sus hijos al doctor.

-Buenas tardes, lobo, ¿van bien las clases? –preguntó la madre zarigüeya.

-¡Oh sí! -le contestó el lobo sonriente-, el profesor zorro esta convencido de que seré una bestia asesina muy pronto.

-Seguro que sí hijo, seguro que sí -dijo con convicción.

-¡BOOU! -gritó una pequeña zarigüeya tras al lobo-. ¡He asustado al lobo! -gritó la cría corriendo.

-¡Niño! ¡No asustes al lobo! -le recriminó a su vástago-. Lo siento lobo, que tengas suertes.

-Igualmente señora -musitó el lobo entre las ramas del árbol al que había subido del salto. Del que bajó de cabeza para volver a su querida cuevita recubierta de pósters del lobo feroz del bosque vecino…. Qué tipo tenía el cabrón.


Al día siguiente, el zorro le citó en su clase temprano.

-Lobo, creo que ya es hora de darte tu primer ejercicio práctico… -el zorro se giró y descubrió una pizarra-; ésta es tu víctima… tendrás que ser inhumano, cruel y despiadado, según el guión que te entregaré -hizo una pausa antes de agregar-: aunque te aviso que será en el rincón este del bosque…

-Sí… sí señor… -contestó el lobo mirando el dibujo de la pequeña niña vestida con una caperuza roja-, lo haré lo mejor posible.

-Eso espero… la reputación de los malos de cuento está en tus manos, recuerda que en esa parte del bosque están un poco locos… pero seguro que saldrás victorioso -sentenció el zorro cruzando tras su espalda los dedos.

El lobo estudió con mucho cuidado el plano que le habían dado... el bosque estaba separado en dos por una horrible verja llena de pinchos, que no le había costado atravesar caminando por un rama que la cruzaba; debía atrapar a la víctima en el camino del bosque con un plan y si no resultaba correr a la casa a donde se dirigía e improvisar. Estaba preparado… respiró hondo…. Practicó el chi y el yoga… cuando el reloj dio la hora se lanzó hacia su víctima.

La víctima caminaba por el bosque con su gran cesta. El lobo la vio a lo lejos, se había subido a un árbol y la observaba con binoculares. Se armó de valor y bajó para encararla.

-Hola, pequeña niña, ¿adónde vas? -le preguntó mostrando una sonrisa-. ¿Por qué no te acompaño?

-Voy a ver a mi abuela, sucio capitalista! -le respondió la niña con un marcado acento ruso-. Seguro que eres uno de los enemigos de la revolución, debería matarte aquí mismo -de su cesta sacó una kalashnikov que apoyó en el pecho del lobo-. Dime sucio, ¿eres un capitalista?

-Yo… ¡soy un amante de la Madre Patria! -gritó el lobo acojonado-. ¡Arriba el proletariado! ¡Abajo con el régimen capitalista corrupto y vil! ¡la riqueza para el pueblo!-

-Así se habla, camarada -la niña alzó el arma y le saludó marcialmente-; ¡esos sucios imperialistas yankis no podrán con nuestro sentir patrio! ¡Yavool camarada!

El lobo se quedó llorando en el suelo alzando el puño y gritando proclamas comunistas hasta que la niña se perdió en el bosque.

-Menuda niña… -gimió el lobo levantándose-, tendré que recurrir al plan B… -miró el mapa y silbó, en un segundo llegó un carro arrastrado por una docena de liebres de ojos achinados; cierto era que la mitad de liebres habrían bastado para la función, ¿pero dejar a la otra mitad ociosas? ¡Ese era el germen del capitalismo!

-¿Adónde quelel il, señol? -preguntaron.

-A la casa de la abuela –les anunció sentándose- Hay que admitir que el comunismo tiene cosas buenas… - se dijo con una sonrisa.


La casa no era gran cosa, un pequeño adosado construido con sobornos en una parte protegida del bosque. El lobo se acercó y reconoció el terreno… una sola puerta y varias ventanas… no tenía aspecto de que cayeran si las soplase fuerte… y la ultima vez que lo habia intentado casi se había herniado... al final pensó en un plan, se disfrazó y toco la puerta.

-¿Quién es? –preguntó la anciana abriendo la puerta-, ¿acaso el periódico del buen comunista? ¿Nuevas proclamas de nuestro amado gobierno? ¡arriba el pueblo!-

-Mercado negro, señora -dijo el lobo con un enorme bigote, gafas negras y una gabardina de cuero que abrió ante la anciana- Mire, tengo de todo… perritos calientes, hamburguesas, Penthouses, Game Boys…

-¿Tienes marihuana? ¿Éxtasis? ¿Crack? –pregunto la anciana con un brillo en su mirada-. ¿Sí o no?

-Claro que tengo señora… de todo...

-Pues pasa, pasa… -le agarró y lo arrojó dentro de la casa.

En el interior la anciana le quitó la mercancía al lobo y se la chutó sobre la marcha cayendo al suelo con una sonrisa.

-¡Se la ha endiñado todo! ¡Y era talco del bueno! -se quejó el lobo-. Bueno… al menos está fuera de combate…

Con esfuerzo metió a la anciana en el armario. Luego miró a su alrededor… ¿Qué hacía ahora? Oyó a la niña acercarse y de un salto se metió en la cama vistiéndose a toda prisa con la ropa de la anciana, aunque el liguero de cuero no se lo puso.

-¡Abuelita! ¡Ya estoy aquí, progenitora de mi progenitora! –exclamó la niña entrando en la casa y enseñándole la cesta-. Te he traído lo que ordenó el medico… -sacó una enorme inyección-. Seguro que esto termina con tu estreñimiento.

-¿De verdad es necesario, pequeña? -gimió el lobo poniendo voz aflautada.

-Por supuesto que sí, abuela… Si no te curas no le serás útil a la Revolución y tendría que sacrificarte –enseñó la kalashnikov un segundo-. Oh vamos abuelita… sé buena y ponte a cuatro patas... así…. ¡Pero abuelita! ¡Qué nalgas más peludas tienes!

-Es que se me acabó la cera… esta tan cara...

-¡Y qué enorme cola!

-Es que me ha dado por el cosplay… ¿a que es mona?

-¡Y qué enorme rabo tienes, abuela!

-¡Es que la Madre Patria me inspira! ¡mucho!

-Bueno... estate quieta mientras te doy la lavativa… -la niña le hincó la enorme jeringa-. Así… Buena chica. Ya está… –le dio una fuerte palmada en el culete.

El lobo jadeante se giró hacia la niña.

-¿No me lo harías otra vez?... -gimió el lobo, al que le habían gustado la torta y la humillación

-¡Pero abuela!... ¿Por qué quieres que te pegue? -preguntó la niña.

-¡No soy tu abuela sino el lobo! -gritó él quitándose el disfraz y abalanzándose sobre ella-. ¡Voy a llenar el bosque de McDonald’s! ¡Voy a poner rebajas y a crear una sanidad privada! ¡os daré libertad para gastaros en necesidades que me inventaré sobre la marcha!-

-¡El capitalista! -gritó la niña asustada sacando una porra de su falda-. ¡Ahora te vas a enterar!

-¡Sí! ¡Digo no! -gritó el lobo disfrutando de la soberana paliza-. ¡Amo a George Bush! ¡Me gustan los Estados Unidos! ¡Oh sííííí! - gritó en el éxtasis supremo-

Y continuaron durante horas la sesión de puro masoquismo. Cuando se cansó, Caperucita se dio cuenta de lo mucho que había disfrutado sacudiendo al capitalista y desde ese momento vivirían juntos ella y el lobo, formando una pareja de lo más sado y feliz en una bonita casita cerca de la verja que separaba el bosque. Y aunque el lobo nunca aprobó el examen de malo de cuento, nadie le hecho en falta...

Aunque todo esto tuvo que esperar a que enterraran a la abuela… pues el talco no es bueno para esnifar ni para cortar... para eso invento dios el azúcar glass…

Y por cierto, si había un leñador en esta historia... pero el infeliz fue sorprendido usando los troncos para meter contrabando en el bosque, ¡ni mas ni menos que Big-macs y Whopers con queso! y terminó sus días como todos los traidores a la patria... congelado hasta sus partes en Siberia...


Moraleja: "Ya sean rojos o verdes... todos disfrutan con un buena porra"

P.D. quería probar la satira politica, espero que no os molestase.
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La felacienta

[antigua cenicienta]

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Hilo original del relato
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Érase una vez una pequeña joven poco agraciada. Vivía con su madrastra, que regentaba uno de los burdeles de más éxito de la ciudad; sus dos hermanastras, que eran las chicas más exitosas del local, trataban con continuo desprecio a cenicienta.

Y es que Cenicienta, llamada así porque siempre estaba cubierta de la ceniza de los mentolados de su madrastra, no era una belleza, sus ojos miraban en diferentes direcciones, su pelo caía como estropajo a su espalda y estaba plana como una tabla de planchar… pero tenía una sonrisa deliciosa y unos dientes perfectos, que eran sin duda su mayor orgullo.

La madrastra, que aun no se había enterado de las perversiones de los japoneses, pensaba que su hijastra no era apta para el negocio de cama, así que la relegó a la cocina donde la pobre muchacha pasaba los días preparando gin-tonics para los clientes y pequeños platos para picar.

Cenicienta, resignada, cumplía con sus labores mientras mordisqueaba una enorme zanahoria, gusto que había tomado al no tener dinero para comprarse los mentolados a los que era adicta por culpa del humo de su madrastra.

Un día el prostíbulo fue arrollado por una marea de actividad. ¡El príncipe iba a montar una juerga y quería que el prostíbulo la animase con sus chicas! Éstas no cabían en sí de emoción y corrieron a preparar sus mejores ligueros, a sacar brillo a sus pompas y a depilar sus cuerpos con toda clase de mejunjes.

-¡El príncipe! -gritó Cenicienta-. ¡Quiero conocerle!

-¡No lo harás! -gritaron a la vez sus bellas hermanastras-. Alguien tiene que quedarse aquí y si el príncipe te viera… ¡perdería su libido del susto! -rieron felices-. ¡Y la queremos solo para nosotras!

-¡Es injusto! -gritó Cenicienta echándose a llorar sobre las rodajas de patata.

-¿Qué te ocurre, pequeña? -dijo una alegre anciana entrando por la puerta de la cocina con una aureola brillante.

-¡¿Quién eres?! -le preguntó cenicienta viendo su vestido hecho jirones lleno de bolsillos y el extraño aura que la acompañaba.

-No te asustes… soy el hada de los polvos mágicos –sacó una bolsita de polvos blancos y los sacudió riendo-. Escucha mi canción:

Soy el hada más mágica
De este loco mundo
Con mis polvitos todo lo consigo

Ya sean reyes o señores
Cuando la rayita les quito
A mis pies caen rendidos

Si me echas mal de ojo
O me robas la bolsita
Yo te meto una yoya

Soy el hada más mágica
De este loco mundo
Con mis polvitos todo lo consigo

Si me lo pides bien
Felicidad y alegría te puedo dar
En un gramo nada más

Ya sea en bolsa o en botella
En tableta o en pastilla
¡en oferta lo tenía!

Soy el hada más mágica
De este loco mundo
Con mis polvitos todo lo consigo


-¡Eres el camello del barrio! -musitó Cenicienta.

-Por favor pequeña… Preferimos ser llamados "minoristas al detalle de felicidad química" -la reprendió la anciana-. Cuéntame tu problema.

-¿Por qué querrías ayudarme?

-Servicios sociales niña -admitió la vieja-. ¡Nunca le vendas a un juez una gramo mal cortado… qué rencoroso!

-Bueno… Yo quiero ir a la fiesta del príncipe… ¡pero mis hermanastras no quieren dejarme! ¡Dicen que soy muy fea! -se echó a llorar de nuevo.

-Es que muy guapa no eres hija… -admitió la vieja- Ni con un buen vestido se te vería guapa… pero creo que sé como puedes ir a esa fiesta y conocer al príncipe.

-¡Haré lo que usted diga! - se postro cenicienta-

-Sígueme.

Salieron al patio del puticlub. Allí había contra la pared antiguos muebles y varios yonkis en las esquinas. El hada se acercó a dos yonkis fornidos que estaban acostados en el suelo con el mono y tras meter mano en sus bolsas, hizo una rápida mezcla y se la inyectó a los yonkis sin pudor. En un segundo ambos hombres estaban de pie con los ojos enrojecidos y un temblor en su quijada.

-Estos son los corceles… ¿Dónde esta el carruaje? -se giró hacia los muebles acumulados y sacó de entre ellos una gran bañera que ató encima de un carro robado una manzana más allá–. Mmm, un poco soso, ¿verdad? -saco de su bolsillo una pequeña cacerola que colgó de un clavo del carro. Encendió algo en su interior y en poco tiempo había alrededor del carro una nube de un extraño humo-. Ya está… ¿a qué esperas? ¡Sube ya!

-¡Pero hada! ¿Y este vestido? -dijo señalando sus andrajos.

-¡Déjatelos! ¡Tengo algo que los cubrirá! –dijo rociándola con un extraño perfume-. Este perfume te hará sexy y hermosa, pero debes volver antes de mediodía.

-¿Por qué? -se quejó, pues estaba dispuesta a probar sus nuevos encantos con todos los hombres del castillo, pajes incluidos.

-Porque se acabará el efecto de mis polvos… así que hazme caso.

Atravesaron la ciudad en el extraño carruaje. Todos los que lo miraban quedaban embelesados por el humo blanco y pensaban que habían visto un maravilloso carruaje dorado y tirado por caballos blancos.

Llegaron al castillo y el hada metió a Cenicienta a toda prisa en la fiesta. Gracias al perfume del hada nadie la identificó. Corrió junto a las otras chicas, que estaban jugando a un juego con el príncipe y sus amigos. Las chicas tras una cortina esperaban a que los hombres metiesen sus rabos por un agujero… tras el servicio que seguía los hombres le daban una nota. Cenicienta encontró divertido el juego y quiso jugar. Se colocó en la cola y cuando le tocó el turno lo aprovechó bien.

Nunca había tenido un rabo en la boca… pero desde niña tenía el habito de tener en ella una gran zanahoria, así que debía ser algo parecido. Comenzó a dedicarse con mucho esfuerzo, lamiendo sin desagrado y devorándolo con animo y devoción, hasta que el hombre fue sustituido por otro; no sin antes razonar por el grito de dolor que no debía dar mordisquitos muy fuertes, éste hombre fue sustituido por otro… cuando todos parecían haber caídos derrotados. finalmente un enorme miembro atravesó el agujero. Cenicienta no lo podía creer, ¿cómo podía existir uno tan enorme?... lo acarició, lo lamió e incluso lo mordisqueó suavemente… se esforzó en exclusiva a ese enorme pedazo de carne ante la mirada de envidia de sus hermanastras, sabiendo que quizas sería la ultima vez que pudiese hacerlo.

Estaba acabando el trabajo cuando tocó en el reloj el mediodía. Cenicienta no quería dejarlo, pero recordaba la promesa hecha a la anciana, así que con un ruido de ventosa se desatrancó y salió corriendo para volver a casa.

El príncipe apartó la cortina y corrió tras la borrosa figura, pero finalmente tropezó con sus pantalones bajados.

Cenicienta llego justo a tiempo a su casa… Los yonkis se desplomaron en el suelo medio muertos, y las últimas fragancias del perfume se perdían con el viento. ¡Qué bien lo había pasado! ¡Qué gusto! Ojalá pudiese volver a repetirlo…

Durante los días siguientes el príncipe estuvo dispuesto a todo para encontrar a la felatriz que tanto gusto le había dado. Tras enviar sin éxito a sus mejores espías decidió plantarse el mismo en todos los burdeles de la ciudad con la orden de que todas las chicas se lo chupasen… así descubriría tarde o temprano a su amada.

Cuando llegó al burdel de Cenicienta hubo una gran expectación. El príncipe se sentó en su trono portátil en mitad del salón y una a una las chicas pasaban a probar suerte con su rabo. Las dos hermanastras se pelearon con él hasta quedar asfixiadas e inconscientes en el suelo, incapaces de tragarse semejante mienbro.

-¿Es que no hay ninguna mujer mas aquí? -preguntó el chambelán del príncipe tras retirar a la última que lo había intentado, falleciendo en el intento.

-¡Yo señor! -gritó Cenicienta saliendo de la cocina-. ¡Yo no lo he probado!.. quiero decir.. ¡que no he probado a hacerlo!..-

-¡Qué fea es, mi señor! -exclamó el hombre girándose hacia su príncipe-. Podría hacer una excepción con ella…-

-¡No! -gritó el príncipe levantándose y abriéndose la bragueta con gesto resignado-. He hecho una promesa y nada me detendrá hasta que encuentra a mi amada… Mujer, ven aquí y cumple mi mandato.

Cenicienta se arrodilló ante el príncipe y tras acariciar el dolorido rabo lo besó con delicadeza para, ante la sorpresa de todos, tragárselo de un solo bocado.

El príncipe no necesitó más pruebas y allí mismo le pidió la mano. Fueron un matrimonio muy feliz, el rey siempre con una sonrisa en su rostro y la reina, tras una cara cirugía estética, no podía ser más feliz.



Moraleja:
Al final no importan las curvas si no cómo la chupas.
Imagen

[URL=http://www.elotrolado.net/showthread.php?s=&threadid=577714]
Enlace al hilo original del relato
[/URL]

(Me olvide de incluiro aqui, en el recopilatorio... ya esta.)

-{O}–{O}–{O}–{O}–{O}–{O}-

Bella no sabia que hacer… se había encerrado en su habitación y no quería salir, el príncipe había tratado de convencerla una y otra vez… pero solo podía oír sus lloros al otro lado de la puerta como contestación a sus ruegos….

Lemier, el antiguo candelabro, aparto a la chacha que le propinaba la fastuosa mamada para atender a su señor, que sentado en el sillón cavilaba por que, tras algunas semanas de felicidad tras su transformación de nuevo en un hombre, bella se sentía tan desgraciada y desdichada ahora… quizás… el príncipe tenía que admitir que desde que había vuelto a ser un príncipe sus sesiones de sexo con bella habían descendido mucho.. ¿Pero que podía hacer?, cuando era bestia, su pene media casi 30 centímetros y con su fuerza descomunal podía follarsela a bella de todas las formas posibles… pero siendo un príncipe común ya solo podía besarla e intentar cumplir con su común rabo que apenas hacia hueco en el dilatado coño de bella.

Decidido a no perder su matrimonio corrió a buscar a la bruja que le encanto en su día, si alguien podía ayudarle era ella sin duda. El príncipe sabia que esta bruja podía cambiar de aspecto.

Así que pregunto a todas las mujeres que encontraba en su camino, una solución a su amargo problema… desgraciadamente ninguna supo decirle una solución, pero finalmente, cuando estaba sentado en la plaza del pueblo, a paunto de tirar la toalla, una anciana le llamó y le susurro unas palabras a su oido, el príncipe no acabó de entenderlo… pero pensó que la anciana quizás tenia razón y tras darle unas monedas de agradecimiento volvió corriendo a su castillo.

Encontró a bella sobre la cama, sollozando, trataba con cierto éxito, de masturbarse con un gigantesco cirio, robado de la capilla. El príncipe se tumbo sobre ella y tras lamerla intensamente comenzó a penetrarla por su culito virgen. Bella grito de placer por la nueva experiencia mientras el príncipe la follaba sin cesar por su estrecho orificio, que parecía ni hecho a medida para su badajo.

A partir de ese día bella se hizo adicta al sexo anal y el príncipe aprendió que ciertas cosas pueden servir para muchas otras….

Moraleja: cuando se cierra una puerta se abre otra….o si es pequeña para la puerta de delante, la de atras es un apaño.
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