Desde pequeño he visto cómo los políticos de ambos lados se han estado preocupando de que estemos peleados los unos con los otros. No veo por qué tengo que tener un problema con los catalanes. Con los políticos catalanes sí (pffff... y con los del resto del mundo), pero... ¿con los catalanes? Que digan lo que quieran, pero yo diría que no tienen nada contagioso. Que no son todos unos santos... a ver... pero es que cabrones los hay en todas partes. Que sí, que tienen otro idioma que por como se lo toma la gente diría que el mismísimo Satanás debió susurrárselo al oído al primer catalán, porque si no, no me lo explico. Mi opinión es que hay una paranoia enorme sobre un supuesto enfado. Yo pediría a la gente que se parara dos segundos a pensarlo. Lo que los catalanes independentistas están pidiendo (que no sé si la mayoría de los catalanes... eso ya se verá en referéndum) es que sus fronteras se marquen de otro color. Después de eso lo mismo hasta nos siguen hablando y todo. Jajajajajaja.
En Cataluña se invirtió muchísimo dinero nacional (especialmente en época de Paquito) en crear industria. Esa industria ha prosperado y es un motor económico importante del país. Ojalá ese gasto en industria hubiese estado mejor repartido, pero la realidad es que no lo fue. Independizándose Cataluña, esa industria no daría un duro para España. Eso sí, por otra parte, muchos negocios muy prósperos catalanes dejarían de ser rentables. Y eso no lo digo yo, lo dice el presidente de la Editorial Planeta, que dejó claro que para sobrevivir a la independencia de Cataluña, su negocio tendría que mudarse a España. Vamos, que ellos solos deberán gestionar sus recursos. Hacer un boicot a una parte de España me parece bochornoso. Y si se independiza también. Lo mismo cuando nos dicen que no compremos a Francia o Italia por la chorrada de turno. Los boicots tienen propósitos más decentes que ése, pienso yo, y es atacar a empresarios que tratan a sus trabajadores como si fueran esclavos, no para atacar directamente a sus trabajadores y a sus familias. Muchos hay por ahí que van criticando y ni cagar podrían si se les quitara su retrete Roca.
Siento un profundo respeto por el sentimiento independentista catalán pese a ser andaluz sin ningún parentesco familiar con Cataluña, pero siempre y cuando ese sentimiento sea madurado, y no obra del calentón social generado por Artur Mas, que aprovecha ese sentimiento para ganar unas elecciones con mayoría absoluta, manejando cifras a su antojo y aprovechando la crisis para inventar fábulas. Si Cataluña quiere ser un país independiente, vecino de España, por mí de acuerdo. Estado europeo y todo, por supuesto. Pero si de verdad la gente se está creyendo que Cataluña va a ser un paraíso en dos días cuando se separe de España es que les han contado un cuento muy bueno. Si se consigue (que anda que no quedarían años para eso), los catalanes van a pasar hambre. Y los españoles también. No tengo yo muy claro quién de los dos conseguiría rellenar antes el vacío que ha dejado el otro.
Un abrazo para toda Cataluña.