Yo en verdad soy muy pacífico y no busco pelea para nada.
Sin embargo, la vida te da a entender que la gente no es igual que tú.
Me explico: hace un año y medio mientras volvía a casa, un criajo se abalanzó hacia mi con el hombro (por la espalda) y me quedé estupefacto. No me lo esperaba para nada y en realidad creía que era un borracho.
Sin embargo, tras reponerme de mi sorpresa, me dijo "dame todo" (que me hizo ver que era un atraco) y al ver que no tenía ninguna navaja, le sacaba una cabeza (soy muy alto) y llevaba un paraguas en mi mano, le dije "no".
Intenté mantenerlo a raya, pero resulta que salieron dos más atrás mío por sorpresa y me empezaron a dar de ostias, que me tiraron dos veces al suelo (les costó eso sí) hasta que me quitaron la cartera y el móvil.
El resultado de esto, fractura del arco cigomático izquierdo (el pómulo), un dedo morado, la rodilla dolorida y un diente que me tuvieron que reconstruir.
Tuve mucha suerte. Pero desde entonces llevo un spray de pimienta (algo inimaginable en otros tiempos). Y eso que a ninguno conocía...
Y eso que jamás peleo y tal, pero en esta ocasión era más para intentar salir de la situación que por una pelea en sí. Y encima sin siquiera provocar nada, sólo por el afán de hacer eso (el año pasado este tipo de delitos creció en Aragón, cosas que no solía hacerlo).
Saludos.