Qualytel-Wanadoo Salamanca, y su trato a trabajadores

A quien corresponda:

Queremos expresar desde esta nuestras personas, rechazo y queja a la empresa llamada Qualytel Teleservices S.A. (Salamanca) y en concreto a una de sus empleadas, llamémosla, por ejemplo, la Srta. Antoñita “la fantástica” ( para no darle mas protagonismo del que quiere), coordinadora de back office mañana y persona non grata por voluntad propia y ganada a pulso.

Respecto a la empresa Qualytel Salamanca, decir que son líderes en falta de motivación, en un mas que evidente y demostrado clasismo sectario de categorías internas “profesionales”;que no dan garantías de nada, ni siquiera higiénicas; son los mejores en desorganización de departamentos , elaboración de servicios y planteamientos de trabajo en equipo y coordinación; se ponen en ridículo estadístico en su control absurdo de calidad/cantidad de producción aunque lo que cuenta en los últimos tiempos, no es tanto la calidad sino la cantidad, ya saben… todos estamos aquí por el dinero… Se olvidan que prestan servicios a millones de personas que pagan por unos mínimos.

Pero si nos adentramos en las entrañas de la organización interna de esta empresa y llegamos a los estratos más bajos, es decir, agentes y coordinadores (sí, coordinadores: solo cuentan con una responsabilidad más que los agentes) nos damos cuenta de lo que verdaderamente es el filtro de selección de personal de la empresa Qualytel Salamanca para con los coordinadores. Nos centraremos en uno de ellos por no gastar mas de la energía necesaria y porque si esto es lo que quería conseguir, ¿Quiénes somos nosotros para negar deseos?

Ignoramos, si a la Srta. Antoñita “la fantástica”, le pagan por coordinar o por practicar mobbing de manera sutil y atemporal. Ignoramos si su contratación se debe a muy buenas relaciones personales con “altas esferas” de Qualytel Salamanca o si se la contrata porque reúne el perfil idóneo buscado. Me explico, la Srta. Antoñita “la fantástica”, destaca por su despotismo, su ridícula prepotencia y sus malos modales para con determinados agentes lo que la deja en evidencia puesto que se excede para con otros agentes en detalles moralmente generosos que dejan en entredicho su modus operandi. O, ¿no todos somos iguales ante coordinación?, a unos se les coordina y a otros subordina, ¿no?

La Srta. Antoñita “la fantástica”, no escucha, no admite réplicas, es decir, no soportaría una conversación cara a cara porque directamente, sentencia con sus decisiones y actitudes creyéndose en posesión de la verdad y hechos.

Así que esta persona da a entender que la culpa siempre es de los agentes que no escuchan, ¡pobres borregos mecanizados! Eso es lo que pretenden que seamos: un número que trabaja por turnos, que no se puede permitir el lujo de pensar por sí mismo, de sentir o de expresarse libremente si no comprende o no esta de acuerdo con algo.
Qualytel no cuenta con valores morales y humanos suficientes para constituir un grupo de personas que en su día decidió montar una empresa de servicios. Les falta la base y por tanto, se sustenta de milagro en el mercado.
No valoran mínima condición humana alguna. Da lo mismo que medios utilices para llegar a la producción porque ellos querrán pasar por alto este hecho, solo les interesará tu productividad. Si, por el contrario, al agente, le queda un mínimo de lógica y coherencia e intenta trabajar de la forma más razonable posible, su producción baja y eso, según ellos, se debe a que tienes problemas de adaptación, personales, etc. Cualquier excusa es buena para empezar a minarte psicológicamente. Y, en este último campo, no nos olvidemos, la Srta. Antoñita “la fantástica”, pretende hacer un master.

Si quieren llegar al punto de establecer una jerarquía moral a modo de campo de concentración de telemarketing, no lo van a conseguir.
Si pretenden llegar a minar a los agentes, con actitudes de desprecio, me consta que con insultos, con malas formas y modales, con “castigos” a modo de cambio repentino de tarea por expresarnos, no lo van a conseguir y menos, situando a la cabeza de su absurda visión empresarial y de equipo a semejante persona, como es la Srta. Antoñita “la fantástica”, que, cuando le apetece o se aburre, se crece con los agentes mediante las artimañas antes escritas y que no hacen más que evidenciar, su inseguridad, complejos y falta de compañerismo.