Es bastante complicado. En mi portátil ASUS puedo abrirlo, quitarle el sistema de refrigeración y acceder a la CPU. Nunca lo he hecho, pero cambiar la CPU en un portátil supone varios problemas:
a) No es fácil encontrarlos, y no son baratos.
b) En mi opinión, la nomenclatura de sockets y la información al respecto en portátiles es más confusa y difícil de encontrar. ¿Sabes ya qué socket usas y los distintos nombres que tiene?
c) Las placas base suelen ofrecer compatibilidad muy limitada con procesadores diferentes. En la misma serie probablemente estén soportados todos, pero cambiar de serie seguro que no es tan fácil.
d) El sistema de refrigeración va bastante justo. Meter un procesador más potente puede ser ajustar demasiado. Y uno más potente pero de otra serie (que se caliente menos) es probable que ni sea compatible.
e) Si aún te dura, anularías la garantía.
Sobre la tarjeta gráfica no sé decir mucho más. Creo que hay algunos portátiles que permiten hacerlo y de hecho he visto alguna gráfica a la venta, pero desconozco qué otras implicaciones tiene.