Me presentó en este foro de Literatura con una novela que estoy escribiendo y que servirá para un concurso en mi instituto (premio: 300 eurazos, casi ná

) y me interesa ganar. La novela está comenzada, y quiero que me seais sinceros para ver si engancha, porque yo lo tengo claro:
Las novelas que triunfan tienen un principio que engancha, un transcurso que engancha y un final impactante.
Aquí está lo que llevo escrito:
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Sonó el teléfono. Eran las cinco y media de la mañana, y a mis ojos les costaba adaptarse a la oscuridad. Intrigado por saber quién llamaría a esas altas horas de la mañana, lo pensé antes de coger el aparato... es una mala costumbre, lo sé, pero no lo puedo evitar. ¿Sería Lorena, Tomás… o tal vez Diego? Diego me dijo ayer que tenía que llamarme, pero, ¿a estas horas de la noche? Descolgué el teléfono:
- ¿Diga? –el que estaba al otro lado tardaba en contestar– ¿Oiga?
- Pedro…
- ¡Ostia! –respondí yo– Tomás, ¿para qué me llamas estas horas?
- Pedro… escúchame tú tan solo escúchame. Tengo algo importante que decirte, tal vez no te lo creas, pero más te vale que lo hagas. Pedro… –su voz me parecía rara, como apagada y a medida que avanzaba su conversa, sus fuerzas parecían debilitarse, al contrario que mi intriga– ¿Te acuerdas que hace una semana descubrimos… descubrimos una nave industrial?
- Si –asumí yo–.
- Debes ir a investigar en ella, Pedro, debes ir a investigar en ella, en ella encontrarás todas las respuestas.
- ¿Respuestas? ¿Qué respuestas? Pero si esa nave es tan solo un barracón viejo hecho de cuatro hierros.
- Respuestas para…
No llegó a terminar la frase, había colgado. ¿Qué quería decir Tomás con eso? ¿Para que quería que fuera a esa nave? Mi incredulidad iba en aumento. “Dormir, dormir es lo que necesito ahora, ya te calentarás la cabeza mañana”.
Aún lo recuerdo con perfecta claridad: oscuridad, a la vez clara, todo en calma pero de repente… Una silueta brillante se acerca hacia mí.
Me despierto, nunca había tenido un sueño parecido a este. “Tranquilízate, seguro que han sido los nervios de anoche”, pensé, así que me vestí rápido, y sin desayunar me fui directo a la redacción de prensa donde trabajo.
Allí me encontré a Diego, el cual, con cara desencajada, me comunicó que Tomás había asesinado en su casa anoche. “¡No puede ser! ¡Pero si anoche hablé con el!” –el pánico se apoderaba de mi, y mis ojos mostraban mi sorpresa a la vez que tristeza– “¡No puede ser!”. En eso apareció Lorena la cual vino a mi con lágrimas en los ojos.
- Nos hemos enterado ahora mismo, la policía ha venido a comunicárnoslo. No puedo creer que esto esté pasando.
- A ver, no nos pongamos nerviosos… ¡Mierda! ¿Por qué le sucede siempre esto a quien menos se lo merece?
Todos en la redacción andaban de un lado a otro, nerviosos. Todos apreciaban a Tomás, su sentido del humor, su carácter bonachón, sus excelentes aportaciones al mundo del periodismo. No tardó en haber una reunión de empresa para que nos tranquilizáramos todos unos momentos, ya que el nivel de tensión se había disparado. “Tranquilos, un magnífico equipo de investigación está analizando el asesinato” –el director del periódico, Matías Carreguí, nos intentaba calmar con estas palabras, aunque su expresión mostraba de todo menos calma. Después de estas palabras, cada uno se fue a su departamento a proseguir con su faena, ya que un periódico no puede suspender por la muerte de uno de sus empleados. Por supuesto, en la edición de mañana del periódico aparecería el homenaje de rigor.
Tras haber terminado la jornada, me reuní con Lorena y Diego en un pequeño pub, en el que no soliamos reunir con Tomás a tomarnos algo, para analizar la situación. Les conté lo que me sucedió la noche anterior, cómo la voz de Tomás se iba muriendo a medida que avanzaban sus palabras. Atónitos, no supieron como reaccionar a mis palabras, ya que solo conseguían que surgieran muchas dudas y pregunta.
- ¿Cómo creéis que llevarán el caso el equipo de investigación de la policía? –Lorena empezaba a tranquilizarse un poco.
- Eso depende de la suerte que tengamos –se apresuró a contestar Diego– ya que hay investigadores e investigadores…
- Esperemos que saquen conclusiones, y cuanto antes mejor.
Tras la charla que tuvimos solo sacamos dos prematuras conclusiones: a Tomás lo mató alguien que lo conocía, ya que el asesino, tras las primeras investigaciones, se supo que había forzado la puerta de su casa, y lo mató por dinero ya que después de matarle, se llevó todos los objetos de valor.
Después me fui a casa, vi la televisión un rato. En ella, en las noticias, se hacían eco del asesinato, aportando primeras hipótesis sobre el caso. Informaban que el asesino podría estar en el circulo de amigos de Tomás, cosa que hizo que me asustara, ya que me ese hecho hacía que yo mismo fuera sospechoso.
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La novela es de intriga, como habreis deducido, y no se si hacerla sobre algo irreal (no se, alguna conspiración extrahumana) o real (mafia).
¿Cómo veis el comienzo? ¿Algo demasiado... PUM! que te cae delante?
Sed sinceros, y gracias!