Lo que se ha perdido es la costumbre de comer como dios manda. Y el vino era parte de esa comida.
Esta va a ser la generación que acabe de cargarse la dieta mediterránea, que sólo existirá en los folletos de los turoperadores.
De todas maneras, la gente no conoce el vino, no sabe apreciarlo y simplemente dicen que no les gusta y punto. La mayoría de los vinos que hay en el super son bastante normalillos. Y eso es como probar un Game&Watch y decir que no te gustan los videojuegos.