Hola, buenas a todos.
Veréis, un amigo me ha regalado un PC, ya que se lo ha renovado. El PC en sí tiene las siguientes características:
Microprocesador: DualCore Intel Core 2 Duo E7500, 3300 MHz (11 x 300) [Overclockeado, de serie va a 2900]
Placa base: Gigabyte GA-EP43T-UD3L
RAM: 4096 MB (DDR3-1333 DDR3 SDRAM)
Gráfica: PCI Express 2.0 x16: Zotac GeForce GTX 285
Disco duro de 1TB a 7200rpm.
La cosa está en que, viniendo de portátil y sabiendo que él jugaba a ciertos juegos, como el LoL, el DotA o el Dark Souls a 60fps estables, me esperaba un cambio de la hostia. Nada más llegar a casa, le he cambiado el disipador de la CPU por uno nuevo, lo he limpiado por dentro y lo he formateado.
La sorpresa es la siguiente: Ahora consigo un rendimiento pésimo. El LoL no aguanta a 60 estables, tiene bajones a 30... El Dark Souls igual... Y en el MSI Afterburner nunca usa la GPU más de un 25% o un 30%. Pensé que podría ser cuello de botella con el microprocesador (Cosa que a él no le pasaba), así que lo he subido un poco de vueltas, pero sigue yendo mal. No da el rendimiento que debería.
¿Alguien puede arrojar un poco de luz sobre el asunto? Estoy desesperado buscando por Google y nada.
Muchas gracias.