Pacto con el diablo

Normalmente tienes toda la vida para plantearte si es buena idea hacer un pacto con el averno; yo me lo vine a plantear mientras apuntaba a la sien de aquel pobre diablo.

En un principio, todo lo que hizo era estar en el lugar equivocado, en el momento erróneo, pero empiezo a pensar que el lugar y momento erróneos fueron cuando nació.

Don Sabatto, es un hombre poderoso, un hombre de negocios que hace negocios a la antigua usanza. Es el hombre que me paga por lo que voy a hacer.
Una noche, una puerta, y un callejón, acordaron una cita entre mi 9mm y el llorón aquí presente.

Después de beber dos cervezas más de las ninguna que acostumbraba, Michael se precipitó hacia la puerta trasera del tercer bar que se encontró en su camino desde el hospital. Allí, en el callejón, Don Sabatto y sus asociados, compraban el silencio de un hombre asíatico a cambio de plomo.

Horas más tarde, cuando salió del coche, sabía que su tiempo se acababa. El Don le había contado que tenía algunos problemas con la justicia, y que evidentemente no podía permitir que le relacionasen con aquel desafortunado accidente. Con un sencillo “Lo siento” la puerta se cerró y el coche se alejó en paz.

En los siguientes tres días, fue el padre modelo y esposo perfecto que siempre había sido. Acarició cada centímetro de la piel de su esposa hasta que los segundos se escaparon entre sus dedos. Hizo los preparatorios, arregló papeles y arropó a su niña antes de dormir. Dejó su alma en el dintel cuando su hija se despidió con un beso que sólo él sabía sería el último. Abrazó a su esposa y le dijo, un día más que todo saldría bien.

En cuanto a mi. Un millón de dólares y el trabajo era sencillo; debía parecer un suicidio. Haría que Michael firmase una nota de suicidio en la que confesaba el crimen cometido en el callejón de aquel maldito bar. Los testigos corroborarían haberle visto bebido saliendo por la puerta trasera poco antes que nuestro amigo Ding Sum exhalase su último aliento. La presión había podido con alquél padre de familia a quien el cáncer había vuelto loco. Así como suena, el Cáncer. Michael lo había descubierto 2 años atrás, y había cubierto de lucha su vida y vaciado sus cuentas bancarias. El día que conoció a Don Sabatto, en el hospital le comunicaron que el tratamiento experimental al que se había sometido los últimos meses, había acelerado el proceso y en unos meses, todo acabaría.

Como les dije, el tipo parecía haber nacido para el desastre. Cuando se supo la noticia en su trabajo le despidieron “por reestructuración”. Contra la costumbre americana, lo dejó pasar. El dinero que tenía lo invirtió en el humo que se hallaba tras las frases “Con éste nuevo fármaco… sesiones cada semana,…. creo que lo podremos detener a tiempo”.

Y así nos encontramos ahora. La nota de suicidio y confesión reposa sobre la mesa y la bocacha de mi pistola está perdida entre el pelo de Michael. Hace tiempo que no llora, hace tiempo que no ruega, y aquí sigo yo, preguntándome si un millón de dólares es un precio justo por una vida a unos meses de expirar.

Observo los pilares de aquel viejo almacén, y perdido en mis pensamientos recuerdo mi alma en el dintel, recuerdo cada centímetro de la piel de mi esposa, recuerdo aquella vida que tanto amé.

Con una dulce caricia al gatillo me dejo estremecer por el deseo de vivir. Una leve tensión de mi mano pone fin al deseo, la enfermedad, y la maldita obra de títeres que fue mi vida.

(nota de sudicio)
…. Sólo quiero confesar mi crimen para ir con mi alma en paz. Decidle a mi mujer que la amo, y que todo, va a salir bien…

Michael.
Tiene partes fuertes, pero creo que también hace mucho uso de palabras iguales que podrían ser sustituidas por un poquito más de léxico...

n_n

Xau.
Buenas

El estilo me ha gustado mucho. Bueno es que a mí la temática sobre la mafia me encanta. Al ir leyéndolo (no sé si por el nombre del personaje me he acordado lógicamente de El Padrino) y el aspecto "humano" me parece que queda perfectamente recogido, sobre todo en los momentos en los que aprovecha las últimas caricias y besos sabiendo sólo él que van a ser los últimos.

Salu2
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