Latin Kings: de Nueva York a Barcelona
Los Latin Kings no son una pandilla de barrio corriente ni en Estados Unidos ni en Europa
Es una de las bandas más numerosas y violentas de EE UU: está presente ya en más de 34 de sus Estados y presume de superar los 25.000 miembros en ese país. El grupo nació en los años 60 como un medio de protección para los jóvenes puertorriqueños y mexicanos. Desde entonces ha evolucionado hasta convertirse en una organización jerarquizada al modo de una empresa con una compleja estructura de liderazgo, código de conducta, reglamentos internos e incluso una "Constitución". En Chicago y Nueva York, la pandilla ha estado involucrada en centenares de asesinatos y operaciones de narcotráfico de gran complejidad. Sus miembros han dejado de llamarla "banda" y ahora empiezan a llamarse Almighty Latin King Nation (que podría traducirse como Todopoderosa Nación de los Reyes Latinos) o -más breve- la "Nación". Sus colores (amarillo y negro), sus lemas (Amor de Rey) y sus símbolos (una corona de cinco puntas) son conocidos en todo el mundo y aparecen descritos en más de una docena de libros, innumerables páginas web e incluso un documental de la HBO.
Fot: Foreing Policy
Miembros de los Latin Kings muestran en Nueva York sus señas de identidad en todo el mundo
En octubre de 2003, los Latin Kings atrajeron la atención de las fuerzas de seguridad y los medios de comunicación españoles por una serie de asesinatos en los que estaban involucrados miembros de esa banda y sus rivales, los Ñetas. Presentes ahora en Madrid y Barcelona, los reyes latinos españoles tienen similitudes espeluznantes con la banda original estadounidense: sus símbolos, cultura, gestos y saludos, y su jerga son casi idénticos. Aunque en España, más que mexicanos o puertorriqueños, esta banda la forman jóvenes de Ecuador, Colombia y República Dominicana.
Sin embargo ahí acaba el parecido. Según fuentes de las fuerzas de seguridad españolas, la banda está organizada de forma flexible, está implicada, sobre todo, en peleas con otras pandillas y no participa en operaciones de tráfico de droga a gran escala. En otras palabras, los Latin Kings de España carecen de los sellos distintivos de sus homólogos estadounidenses: violencia organizada y narcotráfico. El surgimiento de la banda en España no parece resultado de una migración calculada del monstruo original. El miedo, real o no, es que esos nuevos reyes puedan evolucionar en el mismo sentido que sus primos.
La versión de la policía en España
Los Mossos d’Esquadra siguen la actividad de las bandas callejeras en Cataluña, sobre todo, desde la muerte de Ronny Tapias, un joven colombiano asesinado en Barcelona en octubre de 2003. Aunque estos grupos constituyen un fenómeno embrionario, sí hay datos suficientes para deshacer mitos y prejuicios. FP EDICIÓN ESPAÑOLA ha hablado con un subinspector de los Mossos especializado en pandillas juveniles, que prefiere permanecer en el anonimato.
Pregunta: ¿Qué bandas están presentes en Cataluña?
Respuesta: Además de Latin Kings y Ñetas, que son las más fuertes, hemos detectado algún miembro de la Mara Salvatrucha, y al principio se habló de masters y rancutas, pero parece que fueron absorbidos por las dos principales.
P: ¿Cuántos pandilleros hay?
R: Unos cuatrocientos en Cataluña, pero con distintos grados de adhesión. Unos eran ya miembros en sus países (generalmente los líderes), otros acaban de ser captados y aún no son conscientes de lo que implica ser de una banda.
P: ¿Qué hacen los aspirantes para entrar en una pandilla?
R: Aunque a veces los aceptan a la primera, lo habitual es que les exijan una prueba de que merecen entrar en lo que ellos consideran un grupo privilegiado: soportar una paliza, robar un móvil…
P: ¿Quiénes las componen?
R: No sólo latinoamericanos sino también españoles, e incluso algunos magrebíes y filipinos.
P: Los expertos de Centroamérica afirman que los pandilleros roban o asaltan por un hambre de imagen, para ser tomados en cuenta por una sociedad que los ha excluido. ¿Tiene sentido esto en España?
R: La realidad allí es muy diferente; muchos jóvenes son expulsados y quedan sin expectativas de futuro.
P: ¿Qué buscan en la banda?
R: Aunque no se puede generalizar, intentan satisfacer la necesidad de formar parte de algo y sentirse queridos, llenar las necesidades afectivas a las que no dan respuestas sus hogares, generalmente desestructurados, con malos tratos o un progenitor alcohólico, padres que trabajan todo el día… Y no sólo proceden de estratos sociales bajos. Influyen factores como la sensación de no ser aceptado, algo que va siempre con la emigración. A veces sienten que no son ni del lugar de origen ni del país donde se han asentado. Pero otros, simplemente se sienten alucinados por la estética.
P: ¿Se comunican con miembros de fuera de Cataluña y con las bandas originales?
R: Sí, tienen contactos informales a través de los cuales se cohesionan, ya sea con familiares de América o con otros miembros en España. Utilizan mucho los foros de Internet, en los que se linchan unas bandas a otras. Pero no están unidos de forma orgánica. No son una multinacional con franquicias. Se crean porque alguien ha formado parte de una antes o porque se sienten atraídos por el fenómeno, como un club de fans.
P: ¿Hay muchas deserciones?
R: En principio, como dicen los Latin Kings, "una vez rey, rey para siempre", pero en la práctica es diferente. Unos salen por patas cuando son conscientes de lo que implica la pertenencia a una banda. Otros se desvinculan al casarse o encontrar trabajo, y los miembros les amenazan. Algunos incluso se van a otras pandillas, lo que se considera una gran traición.
P: ¿Son delincuentes?
R: Se les atribuye que son grupos criminales, pero no son bandas organizadas para delinquir; eso es un prejuicio.
P: ¿Hay indicios de que sean utilizados por el crimen organizado?
R: Por ahora no, pero eso no descarta que en el futuro puedan ser absorbidos por ellos, a medida que crezca el fenómeno.