¡Oh mi Luna!
ese esperar a diario para verte,
para sentirte,
ese frillo que destaca en el firmamento,
esa belleza perpetua,
esa cara de porcelana,
esa belleza que despierta mi curiosidad,
mi pasión,
mi admiración,
creando todo el temor y alegría en mi corazón.
¡Oh, mi luna!
Ojalá los dos fueramos una,
ese camino por el que mre guías,
el cual me iluminas,
no che a noche,
ese camino que me anima,
y me da la vida.
Me hace despertar,
y ansiar tu llegada,
ya que eres la deseada,
queriada y ansiada,
o mi luna, mi fiel confesora,
y asesora,
la cual me da vida, y me alegra.