Ya hacen siete meses, siete meses largos de mi último amor, tras un año, el amor fue muriendo poco a poco y la relación se destrozó dejando mi corazón como un jarrón roto, con piezas separadas, y cada una de estas piezas me recordaban un momento feliz que pasé junto a ella, un mal momento que superamos juntos, un momento íntimo que ya no podré olvidar....
Hace siete meses ya, y estas navidades, por fin he conseguido huir de ese recuerdo que me perseguía, he aprendido que no es malo esconderse y huir del pasado, si pesa demasiado el pasado, huye, escóndete y dale tiempo a tu alma para que se reconstruya para enfrentar el nuevo día con ánimo y una sonrisa en la cara.
El porque de toda esta felicidad repentina tienen nombre: Alicia. Es mi princesa, es la guardiana de mis sueños, es mi musa. Quinientos km nos separan pero hay algo que nos une, el corazón y la ilusión que estamos poniendo en esto, es difícil no saber cuando vas a poder verla, es difícil no saber cuando vas a poder acariciarla, es muy duro, pero lo voy a intentar porque la quiero profundamente.
Y si pasa el tiempo y las cosas cambian, por lo menos siempre me quedará ese recuerdo en mi alma, esa semana en la que subí de la oscuridad hasta la luz, de la debilidad a la fuerza, de la tristeza a la mayor de las sonrisas.
Con todo esto sólo quiero decirte que te quiero, y que siempre serás mi princesa
Dios me envió un angel y pase lo que pase, ella me enseñó a cojer mis alas rotas y aprender a volar de nuevo.