PELEA MORTAL DE MADRUGADA EN LA AVENIDA DE MADRID
Un hombre muere apuñalado a la salida de una discoteca de Sants
• Los Mossos d'Esquadra buscan a 5 personas que huyeron corriendo y en taxi tras la reyerta
• El fallecido, vecino de la zona, era cliente habitual del local, donde no conocían a los agresores
MONTSE MARTÍNEZ
BARCELONA
Dos puñaladas mortales en el pecho. Así fue la agresión que sufrió en la madrugada del sábado Ismael López, de 30 años, al salir de la discoteca Nick de Barcelona, ubicada en el número 166 de la avenida de Madrid, en el barrio de Sants.
El homicidio fue la culminación de una pelea que se había iniciado antes dentro del local, que funciona como discoteca y también como karaoke. El grupo agresor, entre el que se encontraba el hombre que asestó las puñaladas y otros cuatro que le acompañaban, logró escapar. Cuatro lo hicieron corriendo y el otro, en un taxi. Los primeros indicios apuntan a que todos son españoles, al igual que la víctima. Los Mossos d'Esquadra, a cargo de la investigación, no habían realizado el sábado por la tarde ninguna detención. La juez encargada del caso decretó el secreto de las actuaciones.
PROVOCADORES
Fuentes de la investigación explicaron que la víctima vivía cerca del local y era, junto con su grupo de amigos, un cliente habitual que jamás había causado problemas. Los que no eran habituales, según las mismas fuentes, eran los componentes del grupo agresor. Las primeras pesquisas han logrado aclarar que era la primera vez que los huidos iban al local. Su actitud, según testigos, fue provocadora.
Las mismas fuentes explicaron que el encontronazo se produjo dentro de la discoteca, pero los primeros testigos lo calificaron como leve ya que, cuando todos salieron a la calle, los porteros del local no consideraron que la situación entrañara peligro. Pero, a muy pocos metros de la puerta, volvieron a enzarzarse.
UN CUCHILLO EN EL COCHE
Entonces, según fuentes de la investigación, uno de los agresores se fue al coche a buscar un cuchillo, volvió y, casi sin mediar palabra, asestó a la víctima las dos puñaladas mortales. La juez en funciones de guardia, tras llevar a cabo el levantamiento del cadáver, pasó todo el sábado interrogando a los testigos, muchos de ellos clientes y trabajadores del local. La víctima estaba acompañada por uno de sus hermanos y varios amigos cuando se produjo el suceso.
La primera declaración de los testigos adquirió una importancia fundamental de cara a la identificación y localización de los agresores. El hecho de que tanto la víctima como los agresores sean, presumiblemente, de nacionalidad española, hace que los investigadores hayan descartado reyerta entre bandas latinas.
Una vecina de la zona, Yolanda, constató que los servicios sanitarios no pudieron hacer nada para reanimar a Ismael. "Le cogí el pulso, que era muy débil, y le dije que respirara despacio", explicó la joven, todavía consternada, para añadir: "Sangraba por la boca y tenía convulsiones. Cuando llegaron los mossos, se moría en mis brazos".