Todo se torna un infierno,
las paredes no quieren callar más
gritos de histeria y locura
son lo único que retumba en mi cabeza.
derrumbando mi pequeño castillo
de cartas particular,
aunque lo que mas duele
es ver así a los demás
y no poderles ayudar
intentas parar la tormenta
pero esta se vuelve mas densa,
y te atrapa,
quieres frenar el río
cuando este se desborda
arrollando todo cuanto intentas proteger,
y parece que llega la calma,
en tu rostro se esboza una sonrisa,
entonces respiras para coger aire
pero te ahogas.