1. La aduana, sin problemas. Son peores en Barcelona que en Tunez.
2. No hay costo. En serio, no hay. No es Marruecos. El costo que hay es dificil de conseguir y caro, aunque bastante bueno. Yo que tu me ahorraría problemas y pasaría del tema. En Tunez venden una sustancia oleosa no identificada que coloca un poco. No es ninguna maravilla, pero quita el mono. Lo que si tienes que llevar es tabaco. En Tunez hay barato, pero el Marlboro sabe a Ducados O_o
3. Rutas gastronómicas, para los más valientes. La carne y la verdura saben igual por la cantidad de especias que le ponen. Todo pica. Las condiciones higienicas no suelen ser las mejores (incluso en el propio hotel). Yo que tú, probaría un poco de la comida de allí (es una experiencia curiosa) pero localizaría rápidamente una pizzería. Por si acaso.
4. Yo no tuve ningun problema, más que acostumbrarme a los moros
![más risas [+risas]](/images/smilies/nuevos/risa_ani3.gif)
Un taxista nos dijo que allí se cuida al turista, y que al pillan robando a un turista les meten un buen paquete. Recuerda que Tunez es una dicatadura, allí la policía no tiene ningún reparo en ostiar al que se ponga por delante. Pero a los turistas se les respeta.
5. No hace falta que busques tiendas: las tiendas te buscarán a tí. Aprende a regatear cuanto antes, porque es vital para sobrevivir. Al principio es avergonzante, pero luego es bastante divertido e incluso puedes conocer a alguien que te pueda vender costo
6. Yo cambié los uros por dinares y no tuve ningun problema. Es más, los tunecinos no paraban de pedir "un dinar" Porque hay pagas hasta por mear. Y de dinar en dinar, acabas gastando dinero.
Pero visitar el desierto es una gozada. No hay nada, pero dormir en una tienda de campaña en el desierto está de puta madre.