¡Me han cortado la electricidad!

No es del todo correcto: no me han dado de alta el contador que contraté hace 2 semanas. Y como hoy cortaban la luz de obras, pues a mamarla.
Sé que las empresas grandes suelen tratar como basura a sus clientes, y cuando son monopolios más aún, porque son como las lentejas, que o te las comes o te las dejas. He visto muchas quejas en este foro sobre las empresas de Internet, que es muy molesto cuando te dejan sin conexión. Pero que te dejen sin luz es la ostia.

Pues eso, que hace 2 semanas me di de alta, hice un contrato telefónico. Me grabaron aceptando los términos y toda la parafernalia. Y como no me fío de estas cosas, dos veces comprobé que todo estaba bien. El primer aviso viene cuando resulta que la letra del portal está mal. Un pequeño susto, lo soluciono por teléfono. Hoy me levanto a las 6:30 porque nos avisaron que los técnicos llegarían a las 7:30 y cortarían la luz de obras. Para no ir al trabajo, le he pedido a una compañera que está de vacaciones que vaya a currar por mí hoy. Me pongo a esperar unas cuantas horas (sin luz, que ya la habían cortado). En estas que salgo un momento y veo a un técnico trasteando con los contadores. Le pregunto que cuándo me toca a mí. Me pregunta donde vivo, mira el panel, y me dice que no está contratado. ¡No puede ser! Le pregunto al tipo qué ha pasado, y con la indolencia de los curritos asalariados me dice que no es problema suyo, que se la suda, y sigue a lo suyo. Yo llamo a los impresentables de la compañía eléctrica, y me dicen que no hay contrato. ¿Pero cómo no va a haber?, les pregunto. Y me dicen que debe de ser un problema informático. Claro, los ordenadores, siempre son los ordenadores: vienen muy a mano para descargar responsabilidades porque no les puedes preguntar si es que ellos cometieron un error o fueron sus operarios.
Vale, esto hay que solucionarlo cuanto antes. Me tengo que hacer otro contrato. Me lo hago. Entonces, ya está, el técnico me enganchará, ¿no? Pues no. Tienen 5 días hábiles para venir a colocarme el contador. ¿Cómo es posible eso?, vuelvo a preguntar. Entonces, ¿me quedo sin luz. Sí, es la respuesta. Una puta semana sin electricidad, la comida de la nevera a la mierda, sin poder lavarme con agua caliente, sin poder cocinar... Sí, me dice la teleoperadora, como si fuera lo más normal del mundo. De vuelta a las cavernas. Por suerte me puedo ir a vivir a casa de mi madre. Suspenderé mi emancipación temporalmente.

Pero lo peor de todo es que nadie se ha disculpado. Ni las que me atendieron con el tema del contrato, ni la zorra de la reclamación que he hecho. En este último caso, parece que la que reclamaba era ella, la muy puta... Ni un "perdonde por las molestias en nombre de la empresa". ¿Para qué? Hay que tragar y punto. Si no me engancho ahora, tendrá que ser la semana que viene, porque no hay más opciones. Saben hacer que te sientas mal. Deben de pagar sus frustraciones contigo. Con lo fácil que hubiera sido ponerse en mi lugar y lamentarlo un poquito, aunque fuera mentira...

Yo mismo trabajo de cara al público. La semana pasada la cagué en un asunto. Me llamó un señor muy indignado. Por su tono de voz estaba claro que iba a poner una reclamación. Pues yo acepté la culpa, me disculpé, y me ofrecí para en la medida de lo posible remediar el error. Diez minutos después, esa persona que llamó muy enfadada se despidió de mí pidiendo disculpas él por haber llamado para quejarse. Es que así se deben hacer las cosas, sin empeorarlas.

Lo de la reclamación ha sido otra historia para olvidar. Pero qué hijos de perra. Lo que me jode es que a nadie le importa mi problema, ellos sólo trabajan allí. Así me las componga, vienen a decirme. ¿Y si no tuviera dónde quedarme? ¿Qué debería hacer? En fin, a ver cuándo me llega la respuesta de la reclamación. Como no me compensen de alguna manera, pido otro préstamo al banco y contrato un abogado para denunciarlos.