Información. ¿Quién nos informa y cómo nos informamos? Para obtenerla, para saber en qué mundo vivimos, para ser conocedores de nuestras realidades cotidianas, los medios de comunicación nos ofrecen sus canales. Televisión, prensa, radio, internet, toda una serie de medios para llegar hasta nosotros.
En nuestra inocencia, pensamos que el mensaje trasladado siempre será veraz y objetivo. Sin pararnos a reflexionar sobre el poder que otorgamos a esos medios. Entran en nuestras casas y nuestras vidas, para afirmar no solamente lo que debemos pensar, sino también lo que debemos hacer. La coerción es sibilina, muy sutil, incluso podríamos decir que no nos enteramos la gran mayoría de las veces. Son minutos diarios, pocas horas, todos los días del año, durante muchos años. La publicidad opera igual. Pretendemos creer que no condiciona nuestra realidad pero lo hace decisivamente, es nuestro mejor y más activo consejero del subconsciente. Y ahí reside la fuerza del mensaje, es la constante y perpetua realidad que nos quieren hacer creer.
Oponerse es imposible. Deberíamos ser seres antisociales viviendo en la profundidad de la selva, donde no hay electricidad ni dispositivos de comunicación. El mensaje siempre llega y la información siempre cala. Gota a gota, minuto a minuto, el muro de nuestra percepción de la realidad comienza a agrietarse.
Poli bueno, Poli maloEl sistema creado tras la dictadura entendía que el bipartidismo sería sinónimo de estabilidad. Los estadounidenses y la socialdemocracia alemana, querían un sistema idéntico al suyo, unos para no crear una potencia comunista en el sur de Europa y otros para tener mano de obra barata dentro de Europa para sus empresas.
El bipartidismo es bien sencillo. Unos son conservadores y otros progresistas. Hasta estas últimas elecciones europeas el país ha tragado con soltura esta fórmula que apoyaba el 70-80% de los electores que votaban. Mientras el conservador ofrece números, hechos, condiciona la política a la eficiencia y al pensamiento tradicionalista; el progresista cala en las ideas, en el discurso buenista, en legítimas reivindicaciones sociales, en un manto de protección para los fracasados. Es la cara amable que se contrapone a la cara real del sistema.
En un interrogatorio el poli bueno intenta que el detenido conteste voluntariamente a lo que se le pregunta, con comprensión, paciencia y mostrando humanidad; mientras el poli malo atosiga, presiona, incluso amenaza para obtener el mismo fin. Los dos pertenecen al mismo cuerpo, el uno no se entiende sin el otro, se necesitan y juntos lo son todo. La crisis del sistema bipartidista, siempre la sufre el debilitamiento del progresismo. Porque sin progresismo, se entiende que el sistema falla, que es horrible, que no vale. Ha sido la crisis del PSOE la que ha hecho tambalear la política española, no la corrupción o toda la red clientelar mafiosa del PP. Sin progresismo, el sistema se cae por su propio peso, porque muestra lo que es.
PodemosTras más de tres décadas de turnismo entre dos partidos políticos, engañar al electorado es muy complicado. Ante la crisis económica más grande de la historia contemporánea española, los ciudadanos piden cambio. El sistema no se lo puede ofrecer, porque está totalmente contaminado y corrompido. Nace desde la sociedad civil, un movimiento que no quiere seguir por la misma senda, donde los poderes económicos y financieros de las grandes empresas condicionan completamente las decisiones políticas. Sino que quieren cambiar el sistema.
Esto se convierte en atisbo de caos cuando las manifestaciones y las revueltas populares crecen en violencia e indignación. La ciudadanía está perpleja ante tanta corrupción y podredumbre política, y decenas de miles de ciudadanos toman las calles semanalmente para protestar.
Ahí entran en juego los medios de comunicación. Aplacando la indignación, parando el golpe popular de hartazgo y creando opinión. Si las instituciones son criticadas,
condicionan mensajes para valorarlas positivamente y legitimarlas. Podemos
ha sido utilizado como medicina para aplacar el estallido social, para difundir esperanza, para creer en este sistema y guiar las protestas hacia expectación en las elecciones.
Elecciones andaluzas. La primera gran batalla donde el cambio fracasóLa expectación era enorme y los resultados fueron un alivio para muchos. En la comunidad autónoma con más paro, una de las más pobres, donde el caso de corrupción de mayor cuantía en la historia de España ha estallado, con dos expresidentes autonómicos imputados, con el PSOE liderando esa comunidad desde siempre, con una líder política que lanzaba mensajes de folklórica y con una red clientelar y corrupta que relacionaba la política con empresarios de la zona y sus chanchullos; con todo ese lodazal, dos millones y medio de andaluces votaron PPSOE. El 60% de las personas que votaron.
Esas elecciones han proporcionado una calma y una paz a sectores estratégicos españoles, como el económico o el financiero, además del político, descomunal. Todas las empresas del IBEX 35 duermen más tranquilas desde entonces.
Ciudadanos.No obstante, los grandes empresarios y las grandes multinacionales no van a quedarse de brazos cruzados mientras el sistema se descompone. Han creado una tercera vía, la crearon en Cataluña con los cantos de sirena del independentismo jodiendo sus lucrativos negocios. Ante el auge del nacionalismo catalán, con la creación de un nuevo Estatuto de Autonomía refrendado y creado por el Partido socialista catalán en el Gobierno autonómico de Cataluña, y valiéndose de personalidades de la cultura y docentes universitarios, articulan un movimiento político anti-nacionalista catalán.
Pasados los años, ante la descomposición del bipartidismo y la debilidad del PSOE, con un Podemos que muchos creen con posibilidades para gobernar, se presentan a las elecciones estatales como movimiento político anti-cambio. El sistema funciona, las ideas son las correctas, el problema son los dos partidos políticos turnistas que se han corrompido y podrido. Los medios de comunicación jalean el mensaje y el IBEX 35 entusiasmado, al debilitar con ello la capacidad de Podemos para gobernar y cambiar las cosas.
Para acabar con el cambio administrativo y político en Cataluña, emerge Ciudadanos. Para acabar con el cambio político en España, emerge Ciudadanos. El partido anti-cambio para que todo siga igual.
Realidad actualPodemos se cae en las encuestas del CIS. Unas estadísticas políticas para condicionar el voto de los ciudadanos. Los medios repiten que están en horas bajas. Ya no les dan tanta importancia en las noticias y los debates, porque no hace falta mostrar que el sistema crea esperanza por muy mal que esté.
Podemos también equivoca la estrategia, intentando pegarse con los partidos tradicionales y pareciéndose a ellos. Ya se lo dice Monedero:
“Podemos debe dejar de mirarse en espejos que no son los suyos”. Además no entiende que nunca podrán gobernar con mensajes únicamente para los necesitados y excluidos del sistema, ha dejado huérfanos de mensaje a las clases trabajadoras y a los parados. No basta con tomar medidas de emergencia social para los desahuciados, no tiene mensajes para los trabajadores y la clase media empobrecida de este país.
PP y PSOE a lo suyo. Rajoy incide en discursos falsos y realidades que ni el mismo se cree. Pedro Sánchez toma el discurso de la “centralidad” ante la pérdida de votos por la izquierda. No obstante ya tienen el CIS para salvarles el culo y este fin de semana mientras Sánchez visitaba “La Sexta noche” para contar películas, el portavoz del PP en el Congreso contaba milongas económicas con una pizarra para “Un tiempo nuevo”. PSOE en La Sexta y PP en Telecinco.
Lo de la pizarra es una más de los medios de comunicación. Ellos profesores y nosotros espectadores y alumnos. Intentando transmitir autoridad en sus mensajes políticos, no informativos.
Atresmedia y Mediaset son los garantes por antonomasia del bipartidismo. Los dos tienen dos canales principales conservadores (Antena 3 y Telecinco), junto a dos canales principales progresistas (La Sexta y Cuatro). En Cuatro
ya enfrentan a Podemos y Ciudadanos, para aislar a Podemos de la victoria y enfrascarlo en una lucha para ver quien queda tercero o cuarto. No quieren que lidere mensajes, sino enfrentarlo para que se diluya su liderazgo. En Telecinco hoy en el programa "Viajando con Chester" tenéis a Pablo Iglesias y Albert Rivera, Podemos contra Ciudadanos.
Una cosa que me suele asombrar también, es la capacidad que tiene La Sexta para engañar a la población. Pasa por ser un canal que dice la verdad, cuando es únicamente el azote del PP. La cara amable del sistema, que busca la emoción y nunca la reflexión, porque nunca quiere cambiar nada sino reformar lo que no funciona. El poli bueno, amable y comprensivo, que intenta hacernos pasar por el aro con retórica para estúpidos.
Gota a gota, minuto a minuto, con una estrategia perfectamente planificada, han conseguido que otra vez la victoria esté en PP o PSOE. Ya no hace falta que Pedro Sanchez
se muestre comprensivo a pactar con el PP, Ciudadanos está aquí para quedarse y ser el muro de contención del cambio.