skalan escribió:Yo estoy rodeado de gente subnormal que quiere un "lambo", así que lo de los debates existenciales queda bien lejos...
Una cosa buena que tienen los videojuegos y los simuladores es que te permiten probar esos superdeportivos. No deberíamos desear tener uno. Son en realidad, vehículos incómodos, muy costosos, tienen que pasar por taller constantemente, y como no domines a fondo la conducción, puedes tener el accidente de tu vida.
Los coches de verdad son los que se fabrican en grandes series, para ser usados a diario por personas normales.
Don Enzo Ferrari amaba los motores de competición, pero cuando quería desplazarse del punto A al punto B, viajaba en su Peugeot 404 o en un 504 coupé.
Para correr dentro de un circuito de carreras, estarían bien; pero para la vida real, mejor un utilitario o como mucho una berlina de alta gama.
Killer D3vil escribió:Nunca he tenido metas en mi vida. Ni siquiera cuando era más joven. Me he limitado a hacer lo que me ordenaban y arreando, que es gerundio.
Es lo bueno de no aspirar a ser algo, que así no sufres ninguna decepción.
Como decía mi padre: nunca llegarás a nada en este vida hijo mío. Y cuánta razón tenía porque soy la mediocridad personificada.
Pues me vas a perdonar, no va con intención de ofender, pero creo que tu padre consciente o inconscientemente, no quería que sus hijos le superasen. Algo que ocurre a veces en las familias.
Un padre debería estar orgulloso de que sus hijos fuesen más que él en el sentido tradicional (más estudios, mejor puesto de trabajo, más cultura, educación, mejores circunstancias de vida...) pero hay algunos que, por el contrario, desean que sus hijos sean menos que ellos, para así, sentirse superiores.
El padre, y el profesor, coinciden en una cosa importante: ambos tienen la oportunidad de proyectar sobre un niño o adolescente, sus propias expectativas. Esto se ha estudiado mucho. En resumen: si tratas a un niño como si fuera un superdotado, puedes obtener un rendimiento de superdotado. Si le tratas como si fuera un estúpido, obtienes un niño que se comporta como estúpido. El niño se adapta inconscientemente a lo que cree que los mayores esperan de él.
Cuando a un niño se le dice desde su infancia que no merece nada, que es un fracasado, que nunca llegará a nada, que no vale la pena esforzarse, que todo está en manos de los poderosos; que sin padrino nunca irá a ninguna parte... se le causa un daño tremendo a su motivación, porque si se le convence de que estudiar, esforzarse, luchar, no vale para nada, se le está robando su derecho a buscar su propio lugar en el mundo.
Si por ejemplo, un niño pequeño, muestra interés por la medicina, y dice espontáneamente que quiere ser médico, y lo que le dicen es que no vale para médico, que eso es para personas inteligentes y que él es tonto, y no se le apoya nunca, lo que pasará es que el niño no podrá estudiar nada porque ya ni siquiera deseará hacerlo. Se habrá rendido sin luchar, justo lo que el general Sun Tzu enseña en su "Arte de la Guerra" como mayor conquista del arte de la guerra: hacer que una persona (o un ejército enemigo) se rinda sin combatir, con engaños y manipulaciones.
Si tu padre te dijo que no vales nada o que no puedes llegar a nada, creo que no te dijo eso por su bien, sino que lo hizo por egoísmo personal, porque le molestaría que tú le superases.