Decenas de ojos llorosos despedían el féretro con sentimiento y desespero. En sus negros trajes los familiares y amigos zigzagueaban como zánganos en torno a la desconsolada viuda. Cuando la educación les permitió marcharse, la viuda quedo sola frente a la tierra removida.
-Siento mucho tu perdida- dijo un hombre de riguroso luto a su lado- Quedarse viuda apenas a unos meses de la boda es aun mas duro sin duda-
-Gracias, ha sido tan inesperado....-
-Estos años te han sentado muy bien... tu hermosura resplandece aun con el luto-
-Tu también tienes buen aspecto además de seguir tan halagador como siempre... ¿cuanto tiempo ha pasado ya?-
-Cinco años desde la ultima vez... -contestó- aquel fin de semana en Paris, ¿recuerdas las quejas al hotel por los demas inquilinos?-
-Siempre fuiste muy apasionado...-
-No te quedabas a la zaga... Me alegré que encontraras a un hombre decente como el yo nunca te podía haber ofrecido tanto-
-Gracias, nos gusto mucho la estatua que nos regalaste por la boda... resuelveme una duda... ¿eso es anatomicamte posible?-
-Te lo aseguro-
-Es una tragedia que mi marido cayese por aquel precipicio... aun me resulta desconcertarte que solo la semana anterior hubiese firmado su seguro de vida... pobre...-
-Los accidentes suceden... no puedes culparte...-
-Me alegro que estuvieses aquí en estas fechas... -
-Ha sido pura casualidad... tenía que cumplir una promesa y coincidio...-
-¿una promesa?... ¿a una vieja amiga quizás?-
-A un viejo amor...-
-El amor nunca envejece... -
-Lo se... ¿tardaras en venir a mi habitación?-
-He de ultimar los detalles con la familia... pero esperame despierto-
-Por supuesto mi amor-
Con un afligido saludo el hombre se despidió de la tierra recién removida y se perdió entre las tumbas.