La vida va pasando como viento furtivo,
se mete por callejuelas, por plazas, por ríos.
pero un día parará, exhausto, apagado
y se irá arrepintiendo de lo que ya no es ni será
pues ya es tarde para volver atrás.
El olvido inundará las calles por las que un día
aquel viento pasó, y nadie nunca ya habrá
que pueda reconocer otro viento igual.
Demonio y Dios es el olvido, nos cura de las heridas de lo vivido
y por su insolencia somos curados de la memoria de los demás
!qué somos viento que sopla y que para al llegar a la mar¡