El caso del “cierre” del canal televisivo RCTV es uno de los más descarados actos de desinformación masiva que se han dado en los últimos años. Es cierto que el gobierno venezolano jamás lo cerró. Lo que hizo fue tan sólo no renovarle la licencia , que expiraba el 28 de mayo de este año.
¿Por qué no se le renovó la licencia? Pues porque RCTV participó en el golpe de Estado del 11 de abril del 2002 . Dicha participación fue de tal magnitud que su gerente de producción, Andrés Izarra, que se oponía al golpe de Estado, dimitió inmediatamente para no convertirse en cómplice. Algo de lo que apenas se informó en algún medio.
De lo que podríamos sorprendernos es de que se esperara a que caducara su licencia para no renovarle, pues en cualquier país del “primer mundo” hubiese sido cerrado inmediatamente, y muy posiblemente sus directivos llevados ante la Ley. Recordemos que Francia, por ejemplo, ha cerrado canales por la décima parte de eso.
Además, RCTV puede seguir emitiendo en cualquier otro medio (satélite, digital…). Tan sólo no puede seguir haciéndolo desde su antigua ubicación, pues ésta pertenece al Estado, que es quien decidió no renovarle la licencia.
Se ha llegado a decir incluso que con el “cierre” de este canal, Chávez lograba cerrar la boca a toda oposición televisiva. Pero no nos dicen que aun están en activo canales tan importantes y populares como Globovisión, Televen y Venevisión, abiertamente anti-chavistas y que, junto con RCTV, eran los cuatro canales principales y controlaban cerca del 90% del mercado televisivo.
Ya lo he dicho en alguna ocasión: no soy pro ni anti-chavista, ni estoy a favor de ninguna corriente de pensamiento político. Pero creo que hemos de ser justos con la verdad. Y la verdad es que la imagen del gobierno de Chávez está totalmente distorsionada por los medios. Yo no digo que Chávez sea bueno, puede que sea un corrupto como cualquier político, pero estoy seguro de que nuestra opinión sobre él está totalmente controlada por los medios, por mucho que creamos que es nuestra opinión personal.