anaical escribió:La descripción "el comunista de la coleta" es para ti un insulto con el que podría ir a los tribunales? Gracias por confirmar de qué palo vais una vez más. También puedo definirlo como el comunista de la chepa. Es real eso o no? Comunista con perilla, también. Comunista sin media hostia, lo parece. Comunista hipócrita, también.
Hace años en el grupo de amigos nos tirábamos pullas con el pensamiento de cada uno,entre otras cosas. ahora el discurso o comigo o contra mi es el pan de cada día.Y todo viene de un lado. Que no nací ayer.
Mira en vez de explicarte la diferencia entre menospreciar, insultar y calumniar, simplemente te remito a Napoleón Hill, un gran experto en negocios y empresas, que solía enseñar un principio básico: ¡¡nunca faltes al respeto a nadie!!
Napoleón Hill argumentaba que insultar, denigrar, faltar al respeto, calumniar, o simplemente menospreciar a alguien, JAMÁS te producirá un beneficio. No vas a ganar amistades, influencias, contactos, colaboradores, clientes. No vas a hacer dinero ni a generar beneficios atacando a una persona o grupo de personas.
Esta lección tan básica que enseñaba Napoleón Hill, es esencial, no sólo en el mundo de los negocios, sino en la vida misma.
Hace unos años una empresa quería contratar a un profesional para que les llevase determinados asuntos. Ese profesional había salido en la prensa insultando a la gente de determinado partido político. Casualmente, los fundadores de dicha empresa, pertenecían a dicho partido. Como habían leído sus artículos insultando en la prensa, ya no le contrataron. Y les dio igual lo buen profesional que fuese ese señor. Lo que no se puede hacer nunca es contratar a alguien que te ha insultado incluso sin connocerte, por el hecho de militar o simpatizar en un determinado grupo, asociación o partido político. He aquí la demostración del principio expuesto por Napoleón Hill.
Que sí, que hay gente burlándose, que si "podemitas", que si "el de la coleta", y expresiones peores. Pues muy bien, allá tú, allá los demás. Si yo fuese "podemita" o simpatizante o militante en el partido del "de la coleta" ya no compraría en tu establecimiento suponiendo que tuvieras una tienda o empresa o la tuviese tu familia, ni te recomendaría a otros, ni haría negocios contigo, ni nada, pero no te lo diría tampoco, porque forma parte de la libertad de una persona comprar donde quiera sin dar explicaciones. Has causado un daño reputacional a tu empresa, a ti mismo, y lo peor de todo, es que ni siquiera eres consciente de ello.
Insultar, siempre cuesta dinero. Nunca es gratis, nunca. Si no cuesta dinero en la forma de ventas arruinadas, negocios abortados, alianzas rotas... entonces cuesta dinero por la pérdida de prestigio, el daño reputacional, la pérdida de confianza. Jamás sale gratis un insulto.
Te puedes burlar de "el comunista de la coleta", pero toma nota de esto: ese señor, tiene dos carreras, un doctorado (por cierto, su tesis doctoral está publicada en abierto a texto completo. El supuesto trabajo del máster de cierto líder de la derecha, no) está colegiado como abogado (lo puedes comprobar en el censo de letrados del Consejo General de la Abogacía) además de ser politólogo y profesor universitario, y actualmente vicepresidente del Gobierno. No son pocos logros para un "comunista de la coleta". No es precisamente una persona sin estudios, ni un sujeto sin méritos que llegue a la política sin una trayectoria sólida detrás.
Antes puse enlace al Padre de la Constitución que contribuyó a la redacción de la vigente Constitución, en representación del Partido Comunista de España, Jordi Solé Turá. Tampoco era ningún indocumentado ¿verdad?
En España seguimos por desgracia con la tradición que viene del franquismo de insultar, atacar, denigrar a todo el que tenga algo que ver con el Partido Comunista. Lo mismo exactamente que en la época de Franco, exactamente igual. Eso sí, hubo un cambio importante: ahora la derecha no puede insultar a los judíos, porque el antisemitismo está prohibido evidentemente y da muy mala imagen sobre todo desde la IIª Guerra Mundial. Hasta el franquismo tuvo que recular en eso. Y tampoco se puede insultar a la masonería y a los masones, otra cosa que se hacía en el franquismo; pero como la masonería es una organización legalizada al amparo de las vigentes leyes de asociaciones (como cualquiera puede comprobar, pues aunque "asociaciones discretas" no se ocultan) no hay nada que rascar ahí. Algo hemos avanzado al menos.