La relación del hombre con estos gigantes del mar es tan antigua como la propia evolución humana.Ya en las antiguas pinturas rupestres neolíticas encontramos representaciones de hombres y cetáceos., probablemente debidas al hallazgo de estos enormes animales varados en las playas, que una vez superada la sorpresa y el miedo, procedieron a descuartizar el animal y a utilizar la gran cantidad de materias primas que proveía.Aún así, tenemos datos de descubrimiento de restos de cetáceos menores(marsopas y delfines), junto con arpones rudimentarios en yacimientos de 1000-300 AC, lo que indica caza activa de estos animales.
La caza de los representantes mayores de los cetáceos comenzó varios siglos AC en Japón.Normalmente la táctica consistía en salir en lanchas al divisar una manada de ballenas, y mediante golpes contra los cascos y otros sonidos, desorientaban y asustaban a los animales, que se dirigían hacia ensenadas de la costa, donde caían en las redes y eran sacrificados a base de arponazos.Recordemos que estas matanzas se producen hoy en día en Japón, pero como está prohibido en caso de los mayores, se realiza con delfines.
Pero los primeros datos de ir el hombre en embarcaciones a cazar propiamente dicho al mar, es decir, matando a las ballenas lejos de la costa y traerlas muertas hasta la costa, provienen de los vascos del siglo IX.Provistos de pequeñas lanchas, salían al encuentro de los cetáceos una vez divisados desde la costa, les clavaban arpones que iban unidos a unos barriles mediante cabos, de modo que la ballena debía arrastrar el peso de varios de estos toneles, además de las heridas, por lo que acaba exhausta y era rematada.Su actividad se centró principalmente en la caza de la ballena franca del Golfo de Vizcaya
Al mismo tiempo, los habitantes escandinavos cazaban cetáceos menores, entre ellos marsopas y orcas, por medio de las redes y los arpones.Se han encotrado deidades nórdicas talladas en colmillos de la llamada "ballena asesina".También los esquimales cazan a las ballenas desde sus pequeños kayaks, principalmente belugas y narvales
Pero son sin duda los vascos los pioneros en la caza a gran escala.A medida que se iban extinguiendo las ballenas francas de Vizcaya, la flota fue aumentando, construyendo barcos mayores, abandonando la caza desde la costa, y persiguieron a las ballenas hasta Terranova, a donde
llegaron en el siglo XIV.En el XVI, los vascos ya contaban con una auténtica industria ballenera, que hacía continuos viajes por el mundo persiguiendo a las manadas de ballenas
A la manera de los vascos, ingleses, holandeses y franceses desarrollaron sus propias flotas balleneras, persiguiendo a la ballena franca negra en todo el mundo y a la ballena franca de Groenlandia en el Círculo Polar Artico, provocando casi su extinción.
Con el desarrollo de EEUU, comenzó una al principio pequeña pero luego pujante industria ballenera en Massachussets, concretamente como base el puerto de New Bedford.Las ballenas con barbas filtrantes encontraron un respiro, pues la atención se dirigió al más grande de los cetáceos dentados (odontoceti), el cachalote.
Esto se debió al hallazgo de una enorme cantidad de grasa que se acumulaba en la enorme cabeza del animal, la llamda "esperma de ballena".Por ello comenzó la caza masiva de estos animales, esta vez sí a una escala muy amplia, prácticamente por todos los mares de la Tierra, apoyándose en grandes barcos que realizaban viajes de varios años.El precio al precioso botín que aguardaba en la cabeza del cachalote podía ser muy caro:el animal, ya de por sí bien dotado para la defensa, con una cabeza enorme capaz de destruir lanchas balleneras e incluso abrir vías de agua en los barcos nodriza en alguna de sus bestiales embestidas; unos dientes afilados y poderosos, capaces de destrozar a un calamar gigante, su poderosa cola, y un carácter más agresivo que el de los otros cetáceos.Su caza era todo un ritual.Desde que el vigía apostado en la cofia de los grandes veleros gritaba "Thar she blows!"(Allí resopla), una vez visto el enorme surtidor que provenía del espiráculo del cachalote(u otra ballena), los marinos actuaban:las lanchas balleneras, pequeñas embarcaciones de tamaño variable, sobre los 10 mts, eran botadas desde el barco.Ocupadas por unos 20 marineros, más un oficial que dirigía la embarcación con el timón, y un ballenero en proa manejando el arpón.Se aproximaban a la ballena a vela y remando con fuerza.Una vez lo suficientemente cerca, se lanzaban los arpones.Estos eran básicamente una lanza con una muerte en su punta, es decir, una muesca que lo que buscaba no era tanto dañar a la ballena, como quedar fuertemente clavada
Un animal herido por 3 lanzas arrastraba los botes durante varias horas, hasta que sus fuerzas flaqueaban.Entonces, estando cerca las balleneras, un de los más expertos balleneros, normalmente un oficial, usaba la lanza, que se diferencia del arpón en una punta con forma de hoja de árbol.Esa punta estaba tremendamente afilada, por lo que penetraba con facilidad en la ballena, y se usaba con el objeto de producirle una muerte rápida, pues se clavaba hasta los pulmones y el corazón.Entonces el chorro de vapor del espiráculo se volvía rojo, y la ballena sufría convulsiones y acababa muriendo en un mar de sangre.La ballena era amarrada a las lanchas y arrastrada hasta el barco.Una vez allí, se atab a un costado dle navío, donde iba siendo descuartizada con unas grandes hojas afiladas a modo de grandes machetes.Los trozos de grasa desprendidos eran enganchados en garfios e izados hasta la cubierta, donde se iban introduciendo en grandes calderas que los iban transformando en fino aceite, que era almacenado en barriles.Todo el proceso fue descrito maravillosamente por Melville en Moby Dick, su obra magna.Decir en cuanto a la novela, que tiene una base real,, la cual nos lleva hasta 1820 y es la de un enorme cachalote albino(rarísimo ejemplar) que, perseguido por el ballenero Essex, de Natucket, embistió al mismo y le provocó una serie de averías que hicieron que la tripulación tuviese que abandonarlo e ir a parar a una isla.
En 1865, se produce un hecho determinante.El capitán noruego Sven Foyd inventa el cañón arponero.En principio, es tan sólo una especie de cañón de guerra, que apoyado por la explosión que proviene de la combustión de pólvora, lanza el arpón auna gran velocidad contra la ballena.El propio Foyd casi fallece en las pruebas de su invento, al enredarse un cabo en la pierna y arrastrarlo al mar.Se empezó usando desde las lanchas balleneras, pero más tarde se incorporó a barcos mayores.También se perfeccionó el propio arpón, dotándole de una serie de "dientes" en la punta, que se abrían al penetrar en la carne de la ballena, y liberaban una carga de dinamita que explotaba e infligía terribles heridas al cetáceo.A pesar de su mortífero efecto, sólo un tiro cerca de la cabeza ahorraba a la ballena una larga agonía.A las ballenas muertas se les inyectaba aire comprimido, de modo que flotaban, y el barco factoría las iba recogiendo y procesando.
Este método de caza casi acaba con la mayoría de los grandes cetáceos, incluyendo cachalotes, yubartas, ballenas azules y rorcuales.La pesca masiva de estos animales, sobre todo por parte de Japón y los países escandinavos e Islandia, provocó la creación de la Comisión Ballenera Internacional, que en 1985 lanzó la prohibición de cazar ballenas para fines comerciales, sólo en caso de motivos científicos.Como todos sabemos, Japón e Islandia continúan la caza, bajo ese pretexto de "pesca científica", una mera careta para el lucrativo mercado de la carne de ballena, sobre todo en Asia.
Como curiosidad, decir que aún hoy en día se practica la caza a la vieja usanza, es decir, como en el XIX, en las Azores, ésto es, arpón en mano desde las balleneras, principalmente cachalotes
Perdonado que no haya podido concretar ciertos datos, pero es que lo he puesto de memoria, basándome en el amor por los anmales que conservo desde niño y en homenaje a mi libro favorito de todos los tiempos, Moby Dick