No es la primera de Paco Alcaraz, y seguramente tampoco sea la última. Mientras siga en este plan va a conseguir algo que parecía imposible hasta hace poco: la AVT se está desintegrando, y cada vez más víctimas dicen que el señor Alcaraz no les representa.
El 11-M terminó de dejar al descubierto algo que desde hacía ya varios años era un secreto a voces: que las asociaciones de víctimas tenían una orientación política muy marcada, y que el PP se estaba aprovechando de ellas sin ningún disimulo. Pero ahora ha aparecido otro grupo de víctimas que no tiene nada que ver con Eta, y claro, a ese grupo no le pueden controlar igual. Y les irrita, cómo no. En ese sentido me parece una vergüenza la decisión de Espe Aguirre de no dar un duro a las víctimas del 11-M. ¿Qué pasa, que hay víctimas de 1ª y 2ª categoría? Cuando Alcaraz puso el grito en el cielo porque Zapatero le iba a recortar las subvenciones, se olvidó (o no quiso mencionar) que hay no una, sino varias asociaciones, y entre ellas hay que repartir el pastel.