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Diario Europa Sur escribió:ALGECIRAS. "Parecía que estaban grabando un episodio de El Comisario", contaba una testigo, todavía conmocionada por la escena que había presenciado minutos antes. Aproximadamente a las siete de la tarde vio cómo una mujer marroquí llegaba a la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía, esposada y con las manos en la espalda. La llevaban dos agentes, pero ella no parecía estar nada contenta, porque de pronto se puso a gritar como si le fuera la vida en ello. Hablaba en árabe, así que casi nadie se enteró de lo que decía, pero no debían ser piropos hacia los policías.
El incidente acababa de comenzar. De inmediato aparecieron por allí otras dos mujeres y un hombre, todos ellos magrebíes y con toda probabilidad familiares de la mujer arrestada. A él, la testigo le define como "fuerte". Debía serlo, porque para evitar que accediera hasta la mujer detenida -a la que quería llevarse de allí, obviamente- hicieron falta hasta diez funcionarios.
Hubo más gritos, bastantes empujones, algún que otro insulto y el hombre magrebí fuerte, en un momento dado, emprendió la huida, aunque poco después regresó, custodiado por dos agentes, y con sangre en la cara. Fue detenido, al igual que una de las mujeres y, por supuesto, la que iba esposada.
El suceso, como es lógico, congregó a un buen número de curiosos. Algunos dijeron después que la pelea fue multitudinaria y hablaron de decenas de marroquíes enfrentándose abiertamente a otros tantos policías, aunque esa versión se antoja un poco exagerada.
Fuentes de la comisaría reconocieron el incidente, aunque no le dieron la misma importancia que la citada testigo. Contaron que la mujer fue detenida porque fue sorprendida robando en un establecimiento comercial. Una y otra versión coinciden en que la mujer, cuando llegó a la comisaría, empezó a dar voces.
Los policías también admiten que se produjeron forcejeos y que los agentes procedieron a practicar tres detenciones, pero añadieron otro dato: al menos tres agentes sufrieron heridas de carácter leve. Fundamentalmente, arañazos y rasguños supuestamente propinados por las mujeres que intentaban impedir la detención de su familiar.