Si quieres mantener tu impresora, necesitas el servidor de impresión. Dependiendo de la marca y el modelo, le tendrás que asignar una ip al aparatillo o no, ya que algunos usan otros protocolos o software propio. En cualquier caso, para eso se inventaron las instrucciones.
Si te compras una impresora nueva, pues irá por ip. Habitualmente vienen con una ip de fábrica y un software para hacerles la configuración a tu gusto. Una vez la impresora tiene una ip de tu red, se accede a ellas a través de un navegador web y tienen una página de configuración.
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