Historias de película para cinéfilos aburridos

Abro hilo en el que se pueden compartir historias interesantes del mundillo del cine y también anécdotas, aunque preferiblemente aquellas que tengan algo de recorrido o al menos estén razonablemente elaboradas. Aunque obviamente las conocía todas de hace años, así como muchas otras que he dejado por el camino para poner un poco de todo, me he servido de diversas fuentes en al red para concretar algunos aspectos y datos concretos.

Son relatos extensos, probablemente demasiado para leerlo todo de golpe, pero ciertamente sorprendentes unos y divertidos otros.

> HOWARD HUGHES Y SUS AVIONES

A finales de los años 20's, el excéntrico multimillonario Howard Hughes decidió probar fortuna en el mundo del cine. El éxito de sus primeros proyectos y su obsesión por la aviación le llevó a embarcarse en un megaproyecto llamado Los Ángeles del Infierno sobre unos pilotos británicos que son hermanos y se enamoran de una misma mujer. Tras gastarse entre tres y cuatro millones de dólares de su bolsillo, el triple de una gran producción en esa época, y superar incontables contratiempos, entre otros tres accidentes mortales que retrasaron el rodaje, resultó evidente que la taquilla jamás compensaría las pérdidas generadas. Pero nada de eso amedrentó al caprichoso magnate, empeñado en hacer la mejor película de esa temática en aquel momento tan de moda. En mitad del rodaje, con la llegada del cine sonoro, llegó a la conclusión de que en su estado actual no funcionaba, y ni corto ni perezoso, sustituyó a la actriz principal porque su acento noruego no sería creíble con voces y ordenó repetir el rodaje. Para ponerlo en contexto, es como si James Cameron tras tener casi a punto Avatar hubiese dicho: "mejor ambientarla en un desierto que en una selva y con enanito verdes en lugar de gigantes azules, vamos a empezar de nuevo". Tantos aviones compró que en aquel momento Hughes ya era poseedor de la tercera fuerza aérea mundial. No es de extrañar pues que no le hiciera gracia enterarse de que el mismísimo Howard Hawks se disponía a estrenar La Patrulla del amanecer, con una temática muy similar, y por ello le declaró una guerra legal y adoptó todo tipo de artimañas para sabotear a su rival, con el que más tarde trabaría amistad, y a la Warner Brothers. Nada de eso sirvió para impedir el estreno y ambas llegaron a la gran pantalla. Finalmente se comprobó que la parte dramática del film era bastante pobre, pero sin embargo las secuencias de acción eran más que notables, estaban realmente bien dirigidas y la película cosechó un notable éxito.

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Howard Hughes pasó sus últimos años de vida aislado en una habitación de hotel, presa de sus delirios, como bien reflejó Martin Scorsesse en su notable film El Aviador, de recomendada visión para cualquier aficionado.

> HEDY LAMARR, GEORGE ANTHEIL Y EL VARIADOR DE FRECUENCIAS EN LOS TORPEDOS

Hedwig Eva Maria Kiesler (Hedy Lamarr) no fue solo uno de los rostros más bonitos de la historia del cine, y una buena actriz con una personalidad muy avanzada a su época. Fue una mujer de inteligencia poco habitual a la que debemos uno de los grandes inventos tecnológicos del siglo XX, y no es exagerado decir que si hoy llevamos en el bolsillo un smartphone es gracias a ella. Nacida en Viena en 1914 de origen judío, pronto dio muestras de su fuerte personalidad cuando en 1933 protagonizó la polÉmica Extasis, donde aparece desnuda y simula el que se considera primer orgasmo mostrado en pantalla. Casada con un fabricante de armas proveedor de la Alemania de Hitler que la tenía sometida por celos a control y a estricta vigilancia, aprovechó para continuar sus estudios de ingeniería al tiempo que se interesaba por los pormenores de la tecnología armamentística más avanzada de la época aprovechando los contactos de su marido. Tras una rocambolesca huída logró escapar a París y de allí a Londres, donde conoció a louis B. Mayer, el capitoste de la MGM, al que convenció para que le diera algún papel en Estados Unidos, donde gracias a su belleza y en menos medida a su talento artístico triunfó con algunos títulos emblemáticos como Sansón y Dalila y se convirtió en sex-symbol.

Pero mucho más interesante es su faceta de inventora. Hedy Lamarr seguía con interés las noticias de la guerra, y por su formación y vida anterior era consciente de que las señales de radios de los torpedos de los submarinos eran muy sencillos de interferir y existía la posibilidad de que su rumbo fuera revertido y utilizado en contra de quien lo lanzara. Se le ocurrió que un sistema de espectro ensanchado que cambiase de frecuencia a cada segundo de modo sincronizado podría ser la solución, ya que el enemigo no tendría tiempo material de interceptarlo, pero no tenía claro como podía conseguirse esa sincronización. Por aquellas casualidades de la vida en un momento dado conoció al compositor de vanguardia George Antheil, el creador de Ballet Mécanique, que en sus obras experimentaba con tarjetas perforadas para reproducir las secuencias notas, al modo de las antiguas pianolas. Como un teclado de 8 octavas tiene 88 teclas, una tarjeta perforada proporcionaría 88 frecuencias para crear un encriptado indescifrable para las posibilidades técnicas de la época.

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El 11 de agosto de 1942 Hedy Lamarr y George Antheil recibieron el número de patente 2.292.387 por su ‘Sistema de comunicación secreta’. Donaron su invento al Consejo General de Inventores bajo el supuesto de que si el Ejército lo utilizaba recibirían una compensación, pero la negativa del Ejército a utilizarlo dieron lugar a un lío burocrático, con resultado de que al final los militares se apropiaron de él por ser "propiedad de un enemigo extranjero", al considerar que ella no tenía todavía la condición de ciudadana USA. La patente expiró en 1959 pasando a ser de dominio público, no sin antes llegar a un contratista militar que utilizó la idea para la comunicación entre sonoboyas detectoras de navíos enemigos, utilizadas posteriormente en Vietnam. Años más tarde reconoció el mérito de la actriz. Sea como fuere ni Lamarr ni Antheil cobraron nada, y tuvieron que pasar muchas décadas hasta finales de los 90's antes de que su contribución decisiva a la tecnología WiFi, GPS, telefonía móvil y Bluetooth entre otras fuera debidamente reconocida. Gracias a su salto de frecuencia, en 2014 entraron en el Hall of Fame y desde 2005 en Austria, Suiza y Alemania el 9 de noviembre, el día de su cumpleaños, es el Día del Inventor.

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> EL MAGO DE OZ, DE CUENTO DE HADAS A PESADILLA TÓXICA

Más de 80 años hace ya del rodaje de este clásico del Hollywood dorado, pero el cuento de hadas esconde detrás muchos secretos que más bien se asemejan a una pesadilla. El primer actor que interpretó al Hombre de Hojalata se intoxicó con el polvo de alumInio del maquillaje. Victima de una reacción alérgica, se le colapsaron los pulmones y a punto estuvo de no contarlo. La MGM le dio portazo sin misericordia alguna y fue sustituido. El traje del León Cobarde pesaba más de cuarenta kilos y estaba hecho de piel real de león. Se sudaba tanto dentro que a pesar de ser lavado cada noche por un equipo de limpieza en seco, el hedor que desprendía llegó a ser insoportable. Los Munchkins enanos acosaban a la protagonista, mendigaban por el plató y llevaban navajas. La actriz que hacía de bruja mala con la cara pintada de verde también tuvo serios problemas con el maquillaje tóxico, que le duraron meses tras el rodaje. Además sufrió quemaduras de segundo y tercer grado cuando se quedó atrapada en un mecanismo al activarse el dispositivo del fuego y la grasa del maquillaje verde se calentó en exceso, que tuvieron que retirar con acetona en un doloroso proceso. Estuvo seis semanas de baja. Y para terminar de rematar la faena, en una escena la escoba que llevaba entre las piernas debía soltar humo mediante un artilugio. Se negó a rodarla y contrató a otra persona para hacerlo. E hizo bien, porque la escoba explotó al funcionar mal los efectos especiales y tuvo que estar ocho semanas de baja.

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Toto, el perrito del Dorothy en el film, cuyo nombre real era Terry, se rompió una pata al ser pisado por accidente.

Judy Garland, la joven niña prodigio que contaba 16 años pero que debía aparentar 12, fue explotada sin miramientos. Algunos de los directores de la película (hasta seis llegaron a intervenir) no dudaron en soltarle bofetadas para que no se riera en la grabación de las escenas. Adicta a las pastillas, la MGM le proporcionaba metanfetaminas para aguantar de día y barbitúricos para dormir de noche. La vistieron con ajustados y molestos corsés para disimular los incipientes pechos y sufrió acoso sexual. No es de extrañar que con los años y una carrera de explotación terminara como un juguete roto.

Estrenada en 1939, la película tuvo una taquilla muy discreta al principio, pero tras ser nominada a los oscars fue aumentado su reputación y en el reestreno de 1949 se convirtió en un éxito y un icono de la cultura popular.

> EL MÉTODO SMIRNOFF, BORRACHUZOS DE LEYENDA

Existen dos grandes escuelas de interpretación: el Método Stanislavski y el Método Smirnoff ( Juan Tejero García, 2016 Ed.Bookland Press ), en honor a la marca de vodka, también conocido como Staniswhiskey en función del brebaje preferido. El primero se aprende en los teatros, consiste en hacerse propio el personaje enfatizando siempre las frases con una afectación exagerada y sobreactuando lo máximo posible y suele dar lugar a intérpretes bastante plastas a los que hay que atar en corto. El segundo se aprende principalmente en los bares y consiste esencialmente en pillar una cogorza monumental el día antes del rodaje y que sea lo que Dios quiera. Soy abstemio, pero me quedo de lejos con el segundo. A las pruebas me remito. Este es un breve recorrido por algunos de los bebedores mas legendarios de la historia del cine y algunos de sus momentos cumbre. Aunque claro, cuanto más alta es la cumbre, mayor es la caída, y a más de uno el batacazo le costó la vida.

Uno de los primeros grandes etílicos fue el cómico W.C. Fields. Nunca se apartaba de su termo de confianza con zumo de piña hasta que un técnico descubrió la verdad de su contenido y lo cambió. "¡ Alguien ha puesto zumo de piña en mi zumo de piña !", exclamó iracundo. Para Louise Brooks, rostro bonito del cine mudo, un rodaje no era más que un interludio entre copa y copa y cama compartida. Rebelde y amoral, hablaba como un camionero y bebía ginebra como si fuera agua. Spencer Tracy era un caso aparte: solo bebía en privado y durante los rodajes era un profesional de altura. Cuando no podía soportarlo más, sencillamente desaparecía del mapa oculto en algún motel de mala muerte y le daba a la botella como si no hubiera un mañana. Cuando regresaba, eso sí, lo hacía en perfectas condiciones. Errol Flynn era de toda la vida un adicto al sexo y no tardó en dar el paso hacia el alcohol y las drogas. Las orgías en su mansión y en su yate eran épicas y conocidas por todo el mundillo de Hollywood, y hacia final de su vida, en plena decadencia, se le puede ver completamente borracho delante de las cámaras en algunas producciones televisivas europeas.

"Humprhey es un tipo estupendo hasta las once y media. Luego se cree Bogart". Vetado en algunos tugurios, era un buen profesional hasta que terminaba el rodaje, cuando se iba de rondas. Distinta era la cosa cuando se encontraba con un alma gemela. Durante el infernal rodaje de La Reina de África en el Congo, magistralmente recreado décadas más tarde por Clint Eastwood en Corazón Blanco, Cazador Negro, él y el director John Huston, otro miembro honorario del gremio de la botella, acabaron con un voluminoso cargamento de whiskey que se habían hecho traer. Lo más gracioso del asunto es que mientras Katherine Herpburn (que se quejaba de su alcoholismo y les llamaba borrachos en público a cada instante) y el resto del equipo cayeron seriamente enfermos de disentería debido a las fétidas aguas por las que estaban rodeados, Bogart y Huston, que solo tomaban bebidas espiritosas de no menos de 40º y comida enlatada fueron los únicos que se libraron de la enfermedad. Podría decirse que su organismo estaba bien esterilizado.

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Montgomery Clift, alma torturada por su condición sexual, vio en la botella la única salida. Una noche, completamente beodo, se estrelló con el coche en una curva y se destrozó la cara. Salvó la vida porque Elizabeth Taylor, de cuya fiesta venía, le sacó los dientes de la garganta. tras aquello al alcohol se le unieron las drogas hasta que pronto llegó el final en el que es conocido como "el suicidio más largo de Hollywood". Y por cierto, el marido de Taylor, el gran Richard Burton, británico, también era un fuera de serie dándole a las copas, con o sin ella, que también era un pozo sin fondo. Durante un rodaje en una escena dada tenía que beberse un whiskey de golpe. Le pusieron Ginger Ale, el sustituto habitual, pero él lo rechazó. La escena requirió ¡ 47 tomas !.

Robert Mitchum, actor de primera cuando estaba sobrio, compañero de copas de John Wayne y Frank Sinatra entre otros, iba tan bebido durante el rodaje de La Hija de Ryan que en muchas escenas le tuvieron que sostener por detrás.

Frank Sinatra no tenía que esforzarse mucho para interpretar a borrachos, les salía del alma. Cuando se juntaba con Ava Gardner, otra borracha solo a la altura de Verónica Lake, si se acercaban a una cerilla ardían. Bautizado por el Post como "El barítono del Bourbon", cuando montaba una fiesta en su casa siempre izaba una bandera con el logotipo de Jack Daniel's. A Dean Martin, el otro miembro del núcleo duro del rat pack, siempre se le veía con un vaso de licor en la mano, y se le ha considerado siempre alcohólico debido a su vida disipada, pero en algunas biografías serias se cuenta que en realidad casi siempre lo que había en el vaso era zumo de manzana y no bebía tanto, y Peter Lawford se casó tan ciego de alcohol con su camella de drogas que luego no se acordaba de lo que había hecho.

Otros grandes le daban también muy fuerte al ardiente líquido. George C Scott consumía 1 litro de vodka al día, rebajado, eso sí, con cerveza. William Holden empezaba por la mañana y no terminaba hasta avanzada la noche. Él ni se daba cuenta, pero en su recta final como actor hablaba a trompicones y se tambaleaba al andar como un boxeador sonado. Lee Marvin le daba a base de bien, y complico mucho el rodaje de 12 en el Patïbulo.

Pero sin duda son los británicos los campeones de la embriaguez. El antaño atractivo Dennis Price en su ocaso tenía la cara hinchada y perdió el pelo. Llevaba a los rodajes montones de botellas en una bolsa que se bebía a escondidas en su camerino, aunque no era ningún secreto. En una ocasión apareció en escena para representar el tercer acto cuando el resto todavía estaba con el primero. Y Trevor Howard cuentan que se pasó tres días metido en un bar de Nueva York. Y Stanley Baker tenía aguante. Pero son tres grandes nombres, los "hellraisers", los que comparten el estrellato de tan dudoso honor con Burton, y sus andanzas en el terreno del grupo [-OH] (oxígeno/hidrógeno) son míticas: Peter O'Tool, Richard Harris y el inigualable y temible borrachuzo Oliver Reed, que vendrían a ser la réplica agigantada del rat pack. Quedaban para beber antes y después de las funciones, acudían a los platós con formidables melopeas y según cómo les daba eran incluso peligrosos.

Peter O'Toole tenía como rutina pasarse por el pub, echar unos tragos y salir en estampida hacia el teatro con el tiempo justo para salir a escena dejando a su doble en ascuas por saber si llegaría a tiempo o no. El doble era Michael Caine, que solo salió una vez de copas con él y lo último que supo tras despertarse en un piso muy raro es que el dueño del restaurante le había prohibido la entrada a perpetuidad. "No quieras saber jamás lo que has hecho", le dijo O'Toole al ser preguntado. También solía ir de farra con otro elemento de cuidado, Peter Finch, y pillaban buenas resacas juntos en sus rondas tabernarias.

Richard Harris amaba la juerga, y le encantaba hacer amigos etílicos en el bar, pero solo del género masculino en lo que a beber se refiere. "El del alcohol es un mundo de hombres", puntualizaba. Acostumbraba a tomar dos botellas de vodka al día, lo suficiente para llegar a la tarde, que es cuando mezclaba una botella de coñac con una de oporto. Camorrista, marrullero y vividor, su fama de pendenciero le llevó a visitar seis cárceles en païses distintos. Y a pesar de todo, nunca culpó a su amada Guiness negra de no haber permitido explotar su inmenso potencial como actor, porque, en el fondo, le importaba mas la bebida y el exceso que la actuación.

Y finalmente Oliver Reed, campeón del mundo indiscutido, que fiel a su esencia murió en Malta en pleno rodaje de Gladiator por consumar un nuevo reto de consumo desenfrenado. Se encontró en el local “The Pub” con cinco jóvenes marinos ingleses de la Royal Navy y les retó a ver cuál de ellos podía beber más antes de quedar inconsciente. Reed llegó a beber tres botellas de ron jamaicano, ocho botellas de cerveza alemana y numerosos whiskies dobles antes de caer fulminado por un ataque al corazón. Su cuenta, que no llegó a ser pagada, todavía se conserva hoy en un marco decorativo del bar “The Pub”, que después de este incidente cambió su nombre al de “Ollie’s Last Pub” (“El último pub de Oliver”). Su dieta alcohólica era inigualable, sobrehumana, y quienes intentaron batirlo salieron trasquilados.

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Se cuenta que el día de su segunda boda llegó a la ceremonia con 106 pintas en el cuerpo, vomitó sobre Steve McQueen en una noche de juerga londinense y en el Ritz de Madrid todavía recuerdan con espanto el día en que totalmente ciego se metió totalmente desnudo en su acuario de peces. Espíritu salvaje y marginal, siempre excesivo, su carrera se vio siempre truncada por sus excesos y murió con apenas 61 años. Eso sí, murió tal como quería, y con un gallo tatuado en cierta zona representativa de la anatomía masculina.

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Los de hoy en día no pueden compararse, son como copias descafeinadas, fakes mal hechos. Si acaso merece la pena destacarse a Mickey Rourke, capaz de echar por la borda una brillante carrera y destrozarse la cara metiéndose a boxeador, o más recientemente a Charlie Sheen, o Russell Crowe, todos con unos cuantos escándalos a sus espaldas. Pero en cuanto el problema afecta ya a su cartera a todos les falta tiempo para acudir a carísimas clínicas de desintoxicación. No son auténticos borrachuzos de leyenda.

> EL GRAN RUGIDO: "NINGÚN ANIMAL HA SIDO DAÑADO DURANTE EL RODAJE DE ESTE FILM. 70 PERSONAS SÍ."

No son pocas las películas cuyo rodaje fue una peligrosa locura. En algunas ocasiones se trata solo de ignorancia, como en El Conquistador de Mongolia, donde 91 de los 220 miembros del equipo murieron en los años posteriores a la filmación de enfermedades relacionadas con el cáncer por haber tenido esta lugar en una zona radioactiva donde se habían realizado con anterioridad numerosos test nucleares. En otras, sin embargo es la mas pura inconsciencia la que conduce al desastre. Y eso es Roar, El Gran Rugido, un monumental ejercicio de inconsciencia que la ha llevado a ser junto con la citada la película más peligrosa jamás filmada.

Todo comenzó en 1969. La pareja formada por Noel Marshall y Tippi Hedren, la inolvidable protagonista de Marnie La Ladrona y Los Pájaros y madre de Melanie Griffith, que también aparece de niña en el film, descubre durante una estancia en Mozambique una vivienda abandonada poblada por un grupo de unos 30 leones. Amantes de los animales, y tal vez influenciados por éxito tres años antes de Nacida Libre, tienen la idea de hacer una pelÍcula sobre una familia que convive con felinos con la idea de concienciar a la sociedad del peligro de extinción de los grandes felinos. Un preparador de animales para pelÍculas les convenció de la necesidad de familiarizarse antes con su comportamiento y les ofreció llevar a su casa a Neil, un león habituado a los trabajos para televisión y cine. Entusiasmados con la experiencia, pronto llegaron mas ejemplares procedentes de propietarios que no podían cuidarlos y surgieron los primeros conflictos, teniendo que ser trasladados a una reserva en el desierto de Mojave, a la postre lugar de filmación que comenzó en 1976 con el propio Marshall tras la cámara.

El escueto argumento versaba sobre un zoólogo (Noel) que vive en una reserva africana rodeado de grandes felinos y que en cuanto este recibe la visita de su familia (Tippi y los niños reales de ambos) deciden pasar al ataque. El problema es que con más de 150 leones, tigres, panteras, pumas, jaguares, leopardos, elefantes en plantilla, imposibles de controlar, además de montones de aves, muchos de los ataques fueron reales y varios de gravedad. Los seis meses de filmación previstos se convirtieron en más de cinco años, y la postproducción elevó la cifra a once. los costes pasaron de los 3 millones de dólares iniciales a más de 17 millones, ya que solo la comida costaba 4.000 dólares diarios. Todos los miembros del equipo resultaron en mayor o menos grado heridos: sufrieron un incendio, una inundación, Tippi se rompió una pierna al caer de un elefante y Melanie Griffith tuvo que pasar por el quirófano para reparar la herida que le había provocado en el rostro el zarpazo de un león, y su hermano John tuvo que recibir 56 puntos en el cuero cabelludo y un corte en la mano de Noel al inmiscuirse con total inconsciencia en una pelea entre machos desembocó en una peligrosa gangrena que requirió un severo tratamiento. El balance final de damnificados superó las setenta personas. La sensación de peligro que se percibe al verla en pantalla es real porque sangre que se ve en pantalla en las uñas de las fieras también lo es.

Roar fue un fracaso absoluto. Ni siquiera llegó a estrenarse en USA, apenas en algún país durante octubre de 1981 recaudando un par de míseros millones y solo el aura de leyenda que la rodea permitió finalmente su visionado en algunas salas USA en 2015. Algunos críticos la calificaron como el video de vacaciones más caro jamás rodado y, probablemente, la película más peligrosa jamás filmada, lo que la ha convertido a pesar de su absoluta falta de valor artístico en un film de culto. Es un auténtico milagro que no se perdiera ninguna vida, ya sea de quien camina a cuatro patas o solo con dos.

La película completa en español está disponible en Youtube:



> HOLOCAUSTO CANÍBAL, CUANDO LA REALIDAD ES PEOR QUE LA FICCIÓN

Pocas películas hay más polémicas y controvertidas que este execrable film de 1979 que entra directamente en la categoría de cine "trash" (cine basura) tan típico de la década. Su leyenda negra de prohibiciones de exhibición solo es comparable a ejercicios tan provocadores como The Devils. Hoy en día ya no sorprende por sus imágenes, de hecho hay cosas igualmente explicitas que se estrenan en salas comerciales y ya nadie se escandaliza porque queda claro calidad al margen que se trata de ficción y además porque afortunadamente las normativas legales de protección de seres vivos se aplican a rajatabla y las réplicas digitales son obligatorias en los rodajes, pero en su momento por desgracia las cosas eran distintas, y por ello corrieron ríos de tinta en los medios y en los juzgados.

Ruggero Deodato, responsable del desaguisado, ideo tras la estela de los obscenos semi-documentales tipo Mondo Cane un estilo de falso documental en el que cuatro jóvenes reporteros se adentran en la selva amazónica para rodar un reportaje sobre las últimas tribus que se supone que todavía practican el canibalismo. Dos meses después de su desaparición, un grupo de rescate encuentra en la zona una cinta con las grabaciones de sus propias muertes. La proyección sitúa al espectador frente a la barbarie más sucia y degradante en un ejercicio de estilo inmersivo que no se volverá a ver hasta años más tarde, en 1999, con el éxito inesperado de El Proyecto de la Bruja de Blair.

Pocos días después del estreno en Italia, el director es llevado a juicio ante la creencia de que las muertes de animales y actores que se suceden en pantalla son reales y se paralizan las proyecciones, tan verosímil resulta el contenido del video. Lo primero es cierto: el sádico director, en una orgía de locura que tuvo que ser detenida por el equipo, masacró sin piedad a monos, tortugas, cochinillos y ratones en busca de realismo. Lo segundo no. Ruggero había hecho firmar un contrato a los actores mediante el cual no podían dar entrevistas ni aparecer en medios durante un años para hacer creer a la gente que todo era real. Finalmente logró demostrar en televisión que (casi) todo era una farsa, aunque tuvo problemas serios con la secuencia más famosa e impactante, la de la indígena empalada, que al parecer se logró mediante un ingenioso mecanismo que con un asiento de bicicleta sujeto a un poste simulaba la complicada postura. Aún así fue condenado a cuatro meses de prisión provisional y una multa por obscenidad. Escaso castigo para semejante impresentable, al que el propio Sergio Leone ya avisó por carta tras el visionado de que se iba a meter en problemas. El film estuvo prohibido tres años en Italia, cinco en USA y en el Reino Unido o Noruega durante más de dieciocho.

Sea como fuere el boca a boca funcionó durante un tiempo y a pesar de todo la película se fue presentando en diversos países, con el morbo como telón de fondo y funcionando como referente de una nueva moda con imitadoras, siempre con la duda de si era una broma o una historia real. No en vano apenas 15 años antes el caso de Michael Rockefeller desaparecido y acaso devorado en la selva de Nueva Guinea había copado las páginas de los periódicos.

El director quiso salir al paso diciendo que su intención era denunciar el sensacionalismo periodístico. Nada más lejos de la realidad. La película es lo que es, un canto a los más bajos instintos del ser humano. El rodaje fue un infierno climatológico, sin guion y con constantes improvisaciones y enfrentamientos entre el pequeño equipo. Muchos se enfrentaron al director y se negaron a rodar las escenas de muertes con animales, alegando que los indígenas solo matan para comer y llorando por estar presentes. Algunos afortunadamente le pararon los pies y detuvieron el crimen para que no fuera a más.

¿ Y aquí qué pasó ?. Pues lo recuerdo bien. Aunque se estrenó en salas de cine para adultos ( películas clasificadas S, con violencia o sexo explícito ) tuve ocasión de verla un par o tres de años después en un cine de reestreno, sin censura de ningún tipo, movido por la curiosidad y la ignorancia de la juventud. Pero también recuerdo otros episodios de infausto recuerdo. La revista Interviu, en aquella época un éxito editorial de cierto prestigio, sacó en noviembre de 1980 un reportaje claramente sensacionalista lleno de imágenes supuestamente reales de los desdichados donde fomentaba la idea de que ciertamente era una "snuff-movie", aunque el término no existía todavía, dando credibilidad al asunto y afirmando por las bravas que "habían sido devorados por antropófagos tras asesinar y empalar a una joven indígena y quemar las chozas de los shamataris todo para conseguir el reportaje del siglo". La película, por cierto, se rodó en Colombia, no en Brasil, de modo que poca información buscó el autor. No fue precisamente uno de las momentos más brillantes del periodismo patrio. Ni, por supuesto, del séptimo arte. Sea como fuere, que nadie lo busque aquí, no lo encontrará.

NOTA.- En este caso prefiero no ilustrar con imágenes tan desagradables.

> FITZCARRALDO, DE HERZOG; CUANDO QUISIERON MATAR A KLAUS KINSKI

¿Y quién no?, podría añadir. No hay más que ver Mi Enemigo Íntimo, el film que documenta la tormentosa relación entre director y actor a lo largo de los cinco emblemáticos trabajos que realizaron juntos para comprender de que clase de personajes estamos hablando. Pero una cosa es desearlo y otra llevarlo a cabo, y al parecer la posibilidad fue muy real durante el demencial rodaje de Fitzcarraldo en 1980, la nueva y excepcional aventura amazónica de la pareja tras el éxito de la todavía mejor Aguirre. Historia de un empresario del caucho megalómano inspirado en un personaje real que obsesionado con la ópera decide construir un teatro en medio de la selva, para lo cual debe hacer fortuna antes, lo que implica desplazar un enorme barco al punto de destino. Aunque para ello tenga que... ¡ subirlo por la ladera de una montaña !. ¿Puede haber algo más demencial que subir un barco de 320 toneladas por la ladera de 500 m de una montaña en plena selva tropical para luego hacerlo descender hasta un afluente adyacente del río principal?. Pues probablemente no, pero aún así se hizo, porque Werner Herzog no quería utilizar maquetas en busca de autenticidad y realismo. No es de extrañar que Jason Robbards y Mike Jagger renunciaran al proyecto, solo un loco hubiera aceptado. Y solo Klaus Kinski estaba lo suficientemente ido para compartir las visiones del director, de modo que ambos se necesitaban a pesar del odio que se profesaban.

Todo empezó en la mansión de F.F Coppola, donde se escribió el guion, donde ya fue prevenido por el autor de Apocalypse Now de lo frustrante y complicado de experiencias similares. Un año más tarde estaba en la selva, arruinado por haber tenido que poner un millón de dólares de su propia productora tras retirar la FOX su apoyo tras comprobar lo absurdo e imposible de la escena en cuestión, enfrentado a activistas indígenas que le quemaron el campamento y comiendo carne de mono y caimán a la brasa mientras buscaba localizaciones asolado por la disentería y las fiebres. Y eso antes de empezar el rodaje. Pero Herzog se aferró a su sueño. Renunció a rodar en el norte de Perú y buscó complicidades entre las tribus nativas del sur. Finalmente en enero de 1981 comenzó el rodaje y llegaron los actores previstos inicialmente. Robbards enfermó de disentería, y harto de las condiciones inhumanas, cogió un avión de vuelta a casa y no regresó. Mike Jagger se lo tomó con filosofía y hasta hizo de chófer para el equipo con su deportivo de lujo, que se atascaba en el barro a cada omento, hasta que llegó la fecha límite y tuvo que renunciar al papel debido a su gira con los Rolling Stones. Claudia Cardinale se pasaba el día encerrada y aburrida en el hotel. Con este panorama Herzog viajó a Nueva York y se entrevistó con Kinski, al que pareció encontrar más sereno que de costumbre y, lo que era más importante, sobrio.

Pero claro, darle el papel de megalómano a un megalómano medio psicópata no puede traer nada bueno, y ya de vuelta a la selva y en pleno rodaje las tensiones con "el loco del pelo blanco" empezaron a aflorar. Más desatado que nunca, poco antes de empezar el rodaje de la famosa escena, Kinski ya acusa a Herzog de "criminal y demente" mientras éste y el resto del equipo estupefactos procuran ignorarle y no cruzarse en su camino. Poco después, a mediados de mayo, el incidente se repite, con insultos por doquier y malas maneras. Dos caciques locales que hacen de extras en la película, el de los campas y el de los machiguengas, se acercan a Herzog durante un descanso y le ofrecen, con toda naturalidad, matar al viejo demonio “para salvar la película”. “Podemos cortarle el pescuezo como a una gallina”, le dicen, “y hacer desaparecer el cadáver. No lo encontrarán nunca”. Herzog medita unos instantes y finalmente rechaza el ofrecimiento. Nunca sabremos si lo llegó a considerar realmente, al fin y al cabo le necesitaba para terminar el rodaje, pero sí sabemos con certeza que ganas no le faltaban. Nunca han ocultado las ganas que se tenían el uno al otro.

La secuencia en cuestión es esta:



Finalmente, en noviembre de 1981, la increible y peligrosa travesía del barco por tierra arrastrado con poleas se termina. Han habido heridos pero no muertos. Curiosamente nadie parece feliz por el esfuerzo, tal vez porque ya habían tomado consciencia mucho antes de la inutilidad del acto. Tras completar la película con la llegada del buque a Iquitos, Herzog se permite un pequeño acto de euforia y se lanza a las aguas turbias. Se golpea el hombro con una viga sumergida y aunque la pequeña no tiene consecuencias lo cierto es que salva la vida de milagro. Una vez más se juega su integridad a cambio de nada. Pero esta vez sí hay recompensa: Fitzcarraldo gana la Palma de Oro a la Mejor Dirección en Cannes y hoy en día se sigue considerando un clásico y su mejor obra junto con Aguirre, Nosferatu y Grito de Piedra.

¿ Aprendió Herzog la lección ?. Pues claro que no. Años más tarde volvió a reunirse con Kinski en otra aventura loca, esta vez en Cobra Verde (1987). Los resultados fueron muy discretos, y reconozco que yo mismo estuve a punto de salirme del cine, tan floja me pareció, pero hay una escena muy significativa: la de Kinski arrastrando un bote por la playa él solo en otro arrebato de pasión, a lo largo de interminables minutos. Risible, sí, pero es imposible no ver en ella ciertos paralelismos cuando no una cierta sorna.

Por cierto, Herzog es una mina para este tipo de historias. Si alguien tiene interés que se lea como fue el rodaje de Corazón de Cristal, donde se cuenta que hizo hipnotizar a los actores para que se comportaran como seres inánimes. Yo la vi en su momento y es tan alucinógeno todo que no me extrañaría nada que fuera cierto.

> DE CÓMO JOHN MCTIERNAN METIÓ LA PATA Y HUNDIÓ SU CARRERA

¿ Como se pasa de dirigir Depredador, Jungla de Cristal, El Último Gran Héroe, La Caza del Octubre Rojo, Los Últimos Días del Edén, el remake de El caso de Thomas Crown y otros títulos notables al pequeño trailer del videojuego de turno ?. Porque sí, esa es la trayectoria de John McTiernan, uno de los directores más emblemáticos del cine de acción de los 80's y 90's y protagonista de una auténtica caída libre por culpa de un grave error que hundió una brillante carrera.

Todo empezó en 1999 con El Guerrero Número 13, adaptación de una novela de Michael Crichton. El famoso autor quedó tan descontento con el resultado que rehizo el montaje, cambió el final y buscó a un compositor nuevo para el soundtrack. Con el remake de Rollerball en 2002, McTiernan se vió venir que algo parecido podía pasar y temeroso de que el productor se la liara contrató a un investigador privado para investigarlo y espiarlo, escuchas telefónicas incluídas. Interrogado a principios de 2006 por el FBI, al principio lo negó todo pero finalmente acabó por confesar y fue condenado a pasar 4 años en prisión. Su último trabajo había sido Basic, un film irrelevante, fracaso de taquilla en 2003 pero no un desastre que pudiera dañar excesivamente una trayectoria como la suya.

Parecía que la cosa podría terminar en ese punto, pero lo cierto es que el caso se alargó varios años más. En 2008 la Corte de Apelaciones de San Francisco le ofreció la posibilidad de retractarse de su admisión de autoría en las escuchas ilegales por un defecto de forma. En 2009 se desdijo, pero no pudo conseguir la eliminación de la prueba del delito. a partir de ese momento todo se complicó. Empezó a dar forma (incluso hizo un documental) a una supuesta conspiración política en la que un consultor pretendía evitar la candidatura de Hillary Clinton a la Casa Blanca atacando de paso a miembros relevantes del Partido Demócrata aprovechando la relación que el investigador privado tuvo con Bill Clinton cuando este fue acusado en 992 de tener una aventura extramatrimonial. Una trama bastante paranoica que no iba a ayudarle precisamente ante un juez. McTiernan volvió a declararse culpable en 2010. Ahora estaba acusado de mentir no solo al FBI si no tambiÉn a un juez federal, y fue condenado a un año de cárcel y una multa de 100.000 dólares. Pudo retrasar la pena hasta 2013, cuando tras declararse en bancarrota finalmente entró en prisión, donde pasó 328 días muy duros y el resto en arresto domiciliario.

Ninguno de sus proyectos futuros salió adelante. Lo único que pudo sacar adelante fueron algunos cortos promocionales para el videojuego Ghost Recon Wildlands en 2017. A día de hoy sigue luchando por reflotar su carrera y de vez en cuando anuncia nuevos proyectos, pero por ahora parece muerto para la industria del cine y nadie confía en él.

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Tiene 70 años. Todavía está a tiempo de volver.

> LA ISLA DEL DR MOREAU Y SU RODAJE DEMENCIAL

La célebre novela de H.G.Wells escrita en 1896 en la que un científico desalmado experimenta en una isla desierta con el cruce genético entre humnaos y animales ya había sido llevada a la pantalla con resultados bastante aceptables en 1977 de la mano de Don Taylor y con Burt Lancaster y Michael York en los principales papeles. En 1996 se propuso llevarla de nuevo al cine, pero en esta ocasión el resultado solo puede calificarse de pesadilla, tanto delante como detrás de las cámaras. Rodada en Australia, las seis semanas previstas se convirtieron en seis meses y su filmación, reflejada años más tarde en un documental, está considerada a día de hoy como una de las más demenciales jamás realizadas.

Richard Stanley, descendiente lejano del célebre explorador que partió hacia África en busca del Dr Livingstone a finales de la década de 1870, era una joven promesa del cine de apenas 29 años que ya había rodado algún que otro film interesante, como la curiosa Hardware. Su parentesco familiar con el polémico explorador, colaborador de Leopoldo II de Bélgica en sus desmanes criminales en el Congo y fuente de inspiración para el Kurtz de Robert Conrad en El Corazón de las Tinieblas que de la mano de Marlon Brando fue trasladado al conflicto de Vietnam en el Apocalypse Now de Coppola le sirvió para ganarse el favor de la complicada estrella, y el estudio New Line Cinema le puso al frente del proyecto. Se destinaron al proyecto nada menos que 40 millones de dólares de la época, ignorando todas las señales de alerta sobre la extraña personalidad del joven director, al que todo esto le venía muy grande. Por supuesto entonces no se sabía nada de las creencias wiccanas ( brujería ) de Stanley, que más tarde confesó haber recurrido a hechizos para lograr el empleo, ni del guion con felaciones y mutilaciones genitales que el sujeto tenía en mente. Apenas tres días y medio después de empezar el rodaje el cofre de contingencias, un reservorio de dinero por si había que cambiar el equipo, se abrió.

Brando había perdido a su hija recientemente tras un suicidio y no estaba por la labor, y Val Kilmer detestaba a Stanley y su errático y hasta lunático comportamiento, incluyendo ataques de pánico tras el paso de un huracán o subirse a un árbol cuando no quería hablar con nadie. Cuando apenas había transcurrido una semana y ante el rumor de que planeaba quemar el plató, la productora le comunicó que había contratado al solvente y reputado John Frankenheimer para llevar adelante el proyecto y que debía abandonar la isla. Pero Stanley se adentró en la selva y desapareció.

Un Kilmer envalentonado en la cima de su carrera tampoco estaba contento con el nuevo director y los enfrentamientos eran constantes, llegando a imponer cambios de actores. El desembarco de Brado en la isla, el loco que faltaba, terminó de complicarlo todo. También impuso un cambio de actor secundario, en esta ocasión una persona enana de 71 cm que lo acompañaba en pantalla en todo momento, para el cual tuvo que hacerse ropa nueva, y que más tarde sirvió de inspiración a Mike Myers para su famosísimo Mini Yo" en Austin Powers. Brando estaba fuera de sus cabales. No se aprendía sus textos y tenían que recitárselos por un pinganillo que en ocasiones se ve en pantalla. Exigió ir maquillado de blanco porque su personaje tenía alergia al sol, lo que no era más que una excusa para no trabajar y dejárselo todo a su doble. En un intento de sabotear la película exigió que su personaje fuera un delfín que debe estar hidratado con hielo en todo momento. No le hicieron caso, pero el gorro que lleva en la película es una cubitera.

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Los rodajes nocturnos terminaban en orgías de alcohol, sexo y drogas. Hay grabaciones de video semipornográficas de actores enfundados en prótesis de animales de los efectos especiales. Cuando hicieron falta extras, se contrataron a los hippies de una comuna entre los cuales se había ocultado, oh sorpresa, Richard Stanley, ahora disfrazado de hombre perro.

David Thewlis, actor serio, jamás ha hablado sobre la película. Ha dicho en más de una ocasión que prefiere olvidar lo que allí pasó. No participó en la promoción, ni en los carteles, ni años más tarde en el documental, y consiguió salir casi ileso de la funesta experiencia. John Frankenheimer prefirió correr un tupido velo. Richard Stanley se refugió durante años en Montsegur (Francia) - por cierto, conociendo al personaje a saber por qué escogió el lugar de la famosa quema de 210 herejes cátaros en 1244 - durante años rodando pequeñas piezas de cortos hasta la aparición de Lost Soul, el premiado documental sobre el caótico rodaje que lo puso de nuevo en el punto de mira. En 2019, tras 27 años desaparecido, logró estrenas con buenas críticas The Color Out Of Space, con otro buen elemento al frente, Nicholas Cage. Se habló de él para dirigir una serie de films basados en obras de Lovecraft pero la denuncia por abusos de su ex-mujer entre otras han llevado el proyecto al cajón de los recuerdos.

Esta vez sí, su errática trayectoria parece haber llegado a su fin.

> EMPIRES OF THE DEEP

Un multimillonario chino llamado Jon Jiang pensó en 2006 que sería una buena idea hacer una película en 3D sobre un humano y una sirena que se enamoran. El macroproyecto constaba de películas, videojuegos e incluso un parque temático. 140 millones de dólares malgastados en 40 borradores, 10 guionistas, actrices como Sharon Stone y Monica Bellucci que salieron corriendo tras firmar, quedando al final solo la mediocre Olga Kurylenko, y directores que entraban y salían constantemente apenas dieron para un poco inspirador trailer que salió en 2010 y sigue disponible mientras el resto sigue estancado y sin visos de prosperar, aún menos tras el estreno de la visualmente poderosa Aquaman, de la que parece esta parece una pálida versión.

Gracias por el aporte.
Particularmente la época de Hollywood clásico me fascina, cualquier historieta de aquellos años son siempre bienvenidas :)
Muy buen aporte @Arvo como siempre

Me hubiese gustado ver un versus Peckimpah contra Oliver Reed XD

Saludos
Como dato gracioso, Richard Stanley sale en la peli del Dr Moreau, se puso una cabeza de perro o de caballo y se coló en el rodaje, o eso dijeron en un podcast.
Gran hilo. Me he leido varias historietas y dejado otras para cuando tenga tiempo

[tadoramo]
Menudo curro te has pegado.
Genial hilo. Algunas de las historias sí las conocía, pero no con tantos detalles [carcajad]
Menuda chulada crack👌
En 1980 se exhibió en cines la película "¡Rescaten el Titanic!" basada en una novela del mismo título. Pero si el libro había tenido buenas ventas, la película fue un fracaso comercial.

El argumento se basa en un misterio tecnológico que podría encontrarse aún oculto en el interior del trasatlántico. Por ello, unos aventureros se plantean reflotarlo, y de este modo descubrir ese secreto.

En la película se plantea el rescate del Titanic como una empresa técnicamente posible, porque se creía que el barco se había hundido conservando su integridad estructural, y no roto en varios trozos. De hecho hasta que Robert Ballard realizó la gran hazaña técnica de localizar los restos del Titanic en 1985, que se encontraban a una enorme profundidad (más de 4 km) no se pudo averiguar que en realidad el casco del Titanic se había partido ya en el momento del hundimiento. Así que a esta película, rodada cinco años antes, hay que perdonarle la ingenuidad de pensar que un trasatlántico de 1912 podía seguir intacto bajo las aguas tras casi siete décadas hundido. También es cierto que la idea romántica de reflotar el Titanic es mucho más creíble si partimos de la base de que el barco podía seguir íntegro.

La película es respetuosa con la tragedia del Titanic pero quizá debería haber tenido más en cuenta que el Titanic es, ante todo, un cementerio. De todos modos, la grandiosidad del barco se recrea de forma vistosa, y su imagen icónica reapareciendo de nuevo sobre las aguas, se produce tal y como los espectadores soñaban desde el principio, porque hay que decir que en esta película tenemos un "spoiler" del reflotamiento, desde el primer momento, ya en los carteles promocionales.

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De la tragedia del Titanic hay que retener siempre esta frase que se dijio en 1912: "¡Ni el mismísimo Dios podría hundirlo!". Acordaos de esta frase, cuando alguien, por ejemplo, os diga que la Sede Electrónica de un Ministerio es infalible. O cuando os quieran convencer de que un aparato electrónico no puede fallar XD

El elenco de actores contaba con nombres conocidos como Jason Robards, Richard Jordan, David Selby, Anne Archer y Alec Guiness.

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Durante la película se hizo un gran esfuerzo por presentar de forma realista el inmenso barco trasatlántico, y para ello fueron necesarias diversas maquetas muy costosas.

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Incluso hubo que recrear algunas de las estancias más grandes del interior del barco, una vez reflotado
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La película fue un fracaso comercial, pero es un buen entretenimiento, sobre todo si podemos perdonar la ingenuidad de los efectos especiales, los cuales de todos modos fueron muy buenos para la época. Pero es que no es creíble que se pueda reflotar un barco que lleva casi siete décadas a 4km de profundidad y además llevarlo a un puerto. Es un bonito cuento de hadas.

De no ver aquí a estos trabajadores, no sospecharíamos que el barco es una maqueta
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El rodaje de este filme obligó a montar un tanque enorme de agua en el que realizar algunas tomas, así como a construir muchas maquetas. Todo ese material quedó al parecer y presuntamente abandonado.

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Cabe añadir que el rodaje con estas grandes maquetas seguramente fue peligroso, exigió una gran preparación física y profesional a los trabajadores que llevaron trajes de buceo (y de buzo).

Quizá esta película de 1980 tenga como misión mostrarnos cómo se reflota el barco más famoso de la Historia, de un modo que jamás podría hacerse, porque sólo el mundo del cine puede llevar a cabo una fantasía.




Documentación:
https://es.wikipedia.org/wiki/¡Rescaten_el_Titanic!
http://www.modelshipsinthecinema.com/20 ... -1980.html
@Arvo Eres una enciclopedia del séptimo arte [oki]

¿No serás familiar de Jaume Figueras?
@neofonta [carcajad] , no, no, pero me lo crucé una vez, en el estreno de Excalibur en el Regio Vistarama Palace de Barcelona. No recuerdo si llegamos a cruzar palabra, probablemente no me atreviera a saludar. Si lo conoces es que ya tienes tus añitos, pero te gano: yo empecé con los grandes Alfonso Eduardo y Alfonso García en la mítica Revista de Cine en TVE2.

A todo lo cual: gracias a todos por vuestros comentarios, en especial a @Quintiliano por su aportación. Pero tengo que decir que yo ya me había leído el libro antes del estreno de Rescaten el Titanic y no guardo un recuerdo especial de él y aún menos del film, salvo obviamente el final. Sí, fue un superventas, como otros tantos del autor, pero es un escritor digamos... flojito. Una especie de Dan Brown de la época con tecnothrillers, pero a años luz de Michael Crichton, por poner un referente serio.

Por cierto, hablando del Titanic, ahí va una: ¿ sabíais que la primera película - hoy desaparecida - sobre el naufragio fue Saved fom the Titanic ?. Era una especie de corto naturalmente mudo, se estrenó 31 días después del hundimiento en USA... ¡ y estaba protagonizado por una superviviente real del naufragio !!!. El negocio es el negocio.

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Ya se ha comentado pero el documental del cómo se hizo La Isla del Dr. Moreau (1996) es muy bueno y recomendable [360º]
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Lost Soul: El viaje maldito de Richard Stanley a la isla del Dr. Moreau
@Arvo este post es ORO PURO, muchas gracias por el currazo!
Gracias @A TODOS los que habéis intervenido. Tenía una historia más en la reserva, en espera de si el hilo tenía aceptación o no. Parece que sí, de modo que la dejo a continuación por si os interesa.


> TARZÁN, MÁS DE CIEN AÑOS Y TODAVÍA SIGUE CON TAPARRABOS

Pocos personajes hay con más adaptaciones a la pantalla que Tarzán de los Monos, la más exitosa traslación del mito universal del "buen salvaje" de Tácito en conjunción con la antigua tradición del niño criado por animales que va desde la historia de la fundación de Roma con Rómulo y Remo amamantados por una loba hasta el Mowgli de El Libro de la Selva de Ryudard Kipling (1894). Tarzán ve la luz en 1912 en la revista de aventuras pulp All Story Magazine de la mano del célebre escritor Edgard Rice Burroughs, y poco después la historia es adaptada en formato de novela a la que seguirán numerosas secuelas. En la línea de los relatos de exploración selvática previos de su ilustre precedente, H. Rider Haggard, Tarzán cuenta la historia de John Clayton II, Lord Greystoke, hijo de una pareja de aristócratas ingleses abandonados en la selva africana a finales del siglo XIX, que tras la muerte de sus progenitores y siendo un bebé es adoptado por una familia de simios que lo crían hasta su edad adulta. Durante esos años adquiere habilidades físicas imprescindibles para sobrevivir en el entorno aislado del resto de la Humanidad ( por ejemplo utilizando las lianas como medio de transporte en las copas de los árboles ) y aprovecha su inteligencia superior para suplir sus carencias en sus enfrentamientos con el entorno hostil y el resto de animales. Cuando contacta con la civilización aprende a hablar y regresa a sus orígenes, pero finalmente rechaza ese mundo más cruel que el que ha dejado atrás y prefiere volver a su verdadero hogar en la selva.

Se puede discutir mucho si Tarzán es una fábula ecologista adelantada a su época o un reflejo de su tiempo, un mundo occidental colonialista y depredador donde al fin y al cabo el único hombre blanco es el que se eleva por encima de sus semejantes indígenas. De las 89 versiones que se han llevado a la pantalla en todas formas y colores, animación incluida, solo una, Greystoke (Hugh Hudson, 1984) es realmente fiel a la obra original. En el resto se impone el mensaje clasista y fantasioso, pero también es cierto que en las más apreciadas se preserva el mensaje de coexistencia pacífica con la naturaleza y Tarzán, más allá de sus combates con las fieras, solo mata cuando es estrictamente necesario y se enfrenta siempre al cazador insaciable y amoral.

La lista de actores que lo han interpretado desde su primera aparición en 1918, ya sea en serio o en broma, en cinematografías occidentales o curiosidades orientales, es descomunal: Emo Lincoln, Gene Pollar, P. Dempsey Tabler, James Pierce, Frank Merrill, JOHNNY WEISSMÜLLER, Buster Crabbe, Bruce Bennett, Glen Morris, Lex Barker, Tamer Balci, Gordon Scott, Denny Miller, Jock Mahoney, Vic Vargas, Taylor Mead, Dara Sing, Mike Henry, Steve Hawkes, Richard Yesteran, Davis Carpenter, Miles O'Keefe, Chistopher Lambert, Casper Van Dien, Alexander Skaarsgard, ... son solo algunos de los actores. La lista es interminable, y si se cuentan los relatos televisivos ( la mediocre variante italo-alemana Orzowei de 1976 sobre un sucedáneo de novela sospechosamente parecida fue un éxito descomunal e incomprensible a nivel mundial ) no tiene fin, por no hablar del formato porno, donde copa las estanterías con fantasías de todo pelaje, nunca mejor dicho. Pero entre ellos hay uno que destaca por encima de todos, el que más ha calado en el imaginario popular especialmente si se tiene ya una cierta edad: el sexto, Johnny Weissmüller, que debutó en el clásico de descomunal éxito de la MGM en 1932 Tarzán de los Monos, y de él y la jugosa saga que protagonizó junto a Maureen O'Hara y, cómo no, Cheetah, vamos a hablar ahora.

Elmo Lincoln, el primer Tarzán en un temprano 1918:

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János Weissmüller nació en 1904 en una zona de la actual Rumanía en lo que entonces era el Imperio Austrohúngaro, de ascendencia germana, por lo que siempre le llamaron Johann. Con menos de un año emigró a Estados Unidos, donde un año más tarde, en Penssylvania, nació su hermano Peter. Prodigio de la natación, pronto comenzó a competir y a ganar campeonatos con la vista puesta en las Olimpiadas. Con el nombre de "Peter Johann" en su pasaporte para sortear fraudulentamente el hecho de no haber nacido en el país, se convirtió en la estrella del equipo estadounidense entre 1924 y 1928, pulverizando récord tras récord con su impresionante presencia atlética de 1.94 m. Personaje famoso y con una agradable fisonomía, el siguiente paso lógico era, por supuesto, el cine. No era ni de lejos el primero en hacer el papel, pero sí el primero que puso firme al público con algo tan trivial pero tan importante como o que a la postre sería su seña de identidad inconfundible: el grito. Porque sí, ahora el cine tenía sonido desde apenas cuatro años antes, y eso lo cambió todo. Grito que, por cierto, el especialista en sonido Douglas Shearer creó basándose en los cantos tiroleses. El icónico e interminable berrido compuesto por una sola vocal "A" oscilante en tono y suspendida en el tiempo atronó por las salas de proyección de todo el mundo y convirtió al personaje en leyenda.

El inconfundible grito del Tarzán de Weissmüller:



Dirigida por W.S Van Dyke y producida por el mítico Irving Thalberg ( ese mismo al que hemos visto hace poco en Mank, y mucho más interesante que el citado como figura clave del cine ), la primera de las 12 entregas cuenta como una expedición en busca de marfil compuesta por un magnate neoyorkino, su hija Jane y su pretendiente son apresados por una peligrosa tribu y rescatados por Tarzán con la ayuda de Cheetah y cómo Jane se finalmente se enamora de él a pesar de no poder intercambiar una palabra. El propio Burroughs se declaró encantado con esta poco fiel adaptación.

Maureen O'Sullivan ( Jane ) era una irlandesa muy bella, de piel blanca y cabello negro nacida en 1911, con un rostro que mezclaba ingenuidad y rebeldía. Tampoco era la primera que interpretaba al personaje y lo dejó al cabo de seis entregas, buscando un giro en su carrera que nunca llegó, pero al menos conoció al productor John Farrow, con el que tuvo siete hijos, la tercera de las cuales, Mia Farrow, sí alcanzó el éxito profesional. Volviendo a Jane, además de llevar todo el peso de los diálogos tenía que interpretar el consabido papel de dama en apuros, muy acorde con la época. Pero una cosa es el peso de los diálogos y otra el peso de la ropa. En Tarzán de los Monos Jane ya se nos mostraba en un sugerente camisón. Pero en Tarzán y su Compañera, de 1934, con el Código Hays de censura a plena marcha, la cosa se salió de madre y se montó un monumental escándalo por las implicaciones sexuales. Junto con el de Hedy Lamarr en Éxtasis, del que ya hemos hablado antes, no ha habido desnudo más polémico en el cine clásico que el de Maureen O'Sullivan como Jane Parker en su segundo film. Cuando la pareja se dispone a darse un baño, Tarzán la empuja y su ropa queda prendida de una rama. Lejos de mostrar embarazo, se dedica a retozar en las aguas con su compañero con unas sugerentes e idílicas imágenes submarinas rodadas realmente en una piscina hasta que una vez fuera del agua y debidamente oculta por el follaje recupera sus prendas.

La polémica escena del baño sin ropa en el lago, realmente impactante tratándose de 1934:



PD.- Es tan explícita que incluso tiene restricción de edad en Youtube, pero merece la pena verse porque está realmente bien hecha. ¡ A por ella, campeón... ! XD

Como los productores no eran tontos y se veían venir problemas, la escena se rodó tres veces dando lugar a tres versiones, una con Maureen en bikini, otra en topless y otra completamente desnuda. Versiones que se destinaron en función del standing de la sala de proyección, aunque como era de prever todo el mundo quería hacerse con la copia del desnudo lo que, al fin y al cabo, redundó en la celebridad del título por la polémica generada. Claro que lo que muchos no sabían es que para el desnudo integral se utilizó una doble, por cierto también nadadora olímpica de portentosa figura. Sea como fuere a partir de ese momento el vestuario de Jane se tornó mucho más recatado. Y en cuanto a la historia, pues más de lo mismo. Las aventuras gustaban a niños y a mayores porque les llevaban a lugares exóticos y les permitían alejarse de la dura realidad de la post-depresión.

En 1939, tras siete años de relación, ya tocaba que la pareja sentara la cabeza y había que proporcionarles un hijo. Adoptado, eso sí, no fuera a pensar alguien que se acostaban entre las hierbas. Huérfano tras un accidente de avión en plena selva, el niño interpretado por Johnny Sheffield pasaba a formar parte de la familia con el nombre de Boy, lo que en realidad viene a ser como si a un perro se le pusiese de nombre "Perro".

En 1942, tras múltiples aventuras selváticas, las ideas se agotan y el delirio argumental lleva a la pareja a New York para rescatar a Boy de ser exhibido como atracción de feria. Resulta impagable ver a Tarzán cambiando las lianas por los cables del puente de Brooklyn. En ese momento es cuando Jane, convenientemente y a petición de Maureen, sale de escena de cara a futuros títulos para convertirse en enfermera que ayuda a las tropas aliadas en guerra. El personaje regresará con otro rostro en futuras películas con Weissmüller, todavía atado al papel, pero ninguna conservará el indudable encanto ingenuo de las primeras y resultan bastante prescindibles.

Hasta aquí el rostro amable, pero también hay un rostro oculto, mucho menos agradable y conocido, que esconde un cierto racismo y no poco maltrato animal. A pesar de lo mal que han envejecido, somos muchos los que las recordamos con cariño de sus pases por televisión, por su espíritu aventurero y sus toques de humor. Pero no puede olvidarse, como se apunta al principio, que este Tarzán de los años 30's es un producto de su tiempo y que hoy, afortunadamente, no sería tolerado. Cuando uno ve las películas nunca falla el negro de turno cayendo por el "despeñadero de los Gaboni" o siendo devorado por algún cocodrilo o fiera, aunque sea el único porteador en medio de una fila de blancos.

Un clásico de la saga, la subida por el despeñadero y la muerte accidental del porteador nativo; en algunos títulos caen literalmente a montones:



La violencia y el desprecio de Tarzán por las tribus indígenas a las que se enfrenta, representadas siempre como salvajes crueles e ignorantes, cuando no caníbales, solo admite comparación en cuanto a su racismo colonial puro y duro con títulos como El Nacimiento de una Nación y su glorificación del KKK o la autocomplacencia blanca de Lo que el Viento se Llevó. Es el otro mito junto al de "el buen salvaje", el del "salvador blanco", que sigue plenamente vigente. Se acaba de estrenar la nueva versión de Dune (2021) y razonadamente o no, allá cada uno, ahí lo tenemos de nuevo. Para bien o para mal, así hemos crecido generaciones. Inconscientemente o no, por mucho que se enfrente a cazadores de marfil y solo mate animales en defensa propia, este Tarzán es lo que es, y solo la notable Greystoke, en 1984, presentará una visión nueva, moderna y asumible, si bien vista hoy en día puede resultar algo trasnochada.

Pero hemos hablado prácticamente solo de protagonistas humanos. Y la verdadera estrella de la función no camina a dos patas, si no a cuatro. ¿ Por qué ?. Pues en primer lugar porque Cheetah, la inseparable compañera de Tarzán no se llamaba así, tenía muchos nombres porque eran en realidad muchos, se cree que en realidad más de 10, algunos de los cuales, porque eran machos a pesar de la confusión del género al traducir, murieron jóvenes. La historia de que murió de vejez y medio alcoholizada en un sanatorio de lujo es una farsa desmontada por una investigación del Washington Post en 2008. Hay una lista de los chimpancés que dieron vida entre todos al entrañable personaje y sus verdaderos nombres, todos ellos entrañables y protagonistas de los momentos más divertidos y recordados.

Una de las innumerables e hilarantes escenas de humor con Cheetah:



Pero no nos dejemos engañar. Como cualquier animal sometido a un rodaje en un entorno extraño, podría decirse que hubo en mayor o menor grado maltrato animal. Incluso los elefantes que montaba Weissmüller tenían trampa, ya que eran asiáticos a los que se les acoplaron orejas grandes y colmillos largos para simular ser africanos, como Timba, el que monta él. En cuanto al resto, muchas secuencias procedían de documentales sobre la naturaleza, pero en ocasiones rinocerontes, leones y toda clase de simios eran forzados a rodar escenas en estudio y mantenidos cautivos en dudosas condiciones. Hoy en día las leyes regulatorias son muy estrictas y se prohíben taxativamente los rodajes con animales, siendo sustituidos por modelos CGI generador por ordenador con excelentes resultados de tal modo que ya no es necesario poner en peligro su bienestar.

Nos queda hablar del destino de Johnny Weissmüller. Dos décadas de formidable fama no le sirvieron para librarse del taparrabos, y eso debió pesar en su autoestima. Tras abandonar el papel y ya en su ocaso, firmó con Columbia Pictures como Jim de la Selva en trece películas de serie B, y posteriormente en 26 episodios televisivos, donde pasó a ser cazador en Asia. Tras algún título más, en 1956 dejó el cine para dedicarse al negocio de las piscinas. Se cuenta que en sus últimos años aprendió a realizar el famoso grito que le dio tanta popularidad para contentar a los seguidores, y que ya en la recta final y con las facultades mentales perturbadas por la edad, no había quien le aguantara porque no cesaba de emitirlo. Murió en 1984 en Acapulco.

Hasta aquí hemos llegado, pero el cuadro no quedaría completo sin mencionar otras adaptaciones. Para sustituir a Weissmüller en el papel y seguir explotando el filón se contrató a Lex Barker, un elegante actor con aspecto refinado y aristocrático que filmó en total cinco títulos y se casó con la actual Baronesa Thyssen - mis condolencias... - entre algún aspecto turbio de su pasado. Apenas son recordadas hoy en día y el nexo en común es que todos terminaron arruinados cuando no trastornados.

En 1981 nos encontramos de nuevo con Tarzán El Hombre Mono en una auténtica patochada con el cachas Miles o'Keeffe en el papel, mediocre título creado exclusivamente por y para lucimiento de Bo Derek como Jane, por aquella época auténtico sex-symbol de las pantallas tras 10, la Mujer Perfecta. Y sí, se encarga de defender el sobrenombre con un espléndido desnudo a sus gloriosos 25 años. Mujer atractiva de rostro, fuera de pantalla no puede disimular su apenas 1.60 m de altura y la cosa ya no es para tanto. Con momentos absolutamente risibles, como el supuestamente polémico "mènage a trois" con mono, es mejor dejarla en un piadoso olvido.

Hay que ir a 1984 con el Greystoke de Hugh Hudson para encontrar un planteamiento serio de la saga y razonablemente fiel al texto original. Film visualmente hermoso con escenas rodadas en el impresionante Parque Nacional de Virunga con sus volcanes activos vertiendo lava sobre la inmensa selva verde, la película fue un éxito comercial y de crítica y lanzó a la fama a Christopher Lambert y a Andie McDowell además de contar con Ian Holm y con Sir Ralph Richardson en uno de sus últimos papeles. Hoy en día probablemente habrá perdido fuerza por lo forzado y risible de los disfraces de simio de la época pero su mensaje ecologista sigue vigente.

Greystoke (1984). La música que suena es de The Planets de Gustav Holst y no forma parte del soundtrack:



En 1997 encontramos un sucedáneo en clave de humor, George de la Jungla, traslación a imagen real de una serie de dibujos animados. La historia es la de siempre, pero con otro nombre para no pagar derechos. Sus gags estilo slapstick no funcionan en pantalla como sobre el papel y más que hacer reír provoca cierta vergüenza ajena.

Y en 1999 entra en acción la poderosa Disney. Su versión animada es una de las más célebres y uno de los títulos más exitosos y emblemáticos del resurgimiento de la compañía. Económicamente muy rentable, consiguió el favor del público ( y no solo el infantil ) y de la crítica, y a día de hoy sigue siendo un referente.

Póster del Tarzán de Disney:

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La última incursión en cuanto a gran producción es mucho menos remarcable. La Leyenda de Tarzán ( 2016 ) nace como un blockbuster superficial y falto de ideas y de gracia a pesar de sus nada más y nada menos que 180 millones de dólares de presupuesto. En un intento de parecer novedosa, en esta ocasión un aburguesado Lord Greystoke que abandonó hace años la selva por las comodidades de la vida moderna regresa al Congo como emisario del Parlamento sin sospechar que solo es un peón en el plan de un malvado y codicioso antagonista. Realmente insulsa, carece por completo de virtudes reseñables y es perfectamente olvidable a pesar de los nombres conocidos que conforman el elenco.

Así, a tortazo limpio resuelve las cosas este nuevo Tarzán:

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Y con esto finaliza, por ahora, el recorrido cinematográfico del que tal vez sea el personaje más popular llevado a la pantalla con sus 89 versiones reconocidas. Espero que haya sido de agrado.

"Umgawa", Cheetah, nos vamos.

> ¿ PERO QUIÉN C*** ES ALAN SMITHEE ?

Tiene en su haber más de cuarenta títulos en 30 años de carrera, una decena de créditos televisivos, innumerables videoclips, cómics, videojuegos, porno, es actor en algunos de sus propios films y sin embargo, nadie le ha visto la cara y en lugar de ser apreciado por tan prolífico trabajo es detestado y odiado a partes iguales. Estamos hablando de Alan Smithee, y parafraseando la Biblia no es uno, es Legión, porque en realidad se trata de muchos.

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Para entenderlo hay que ir muy atrás, hasta 1936, en Hollywood, cuando se crea la DGS ( Director's Guild of America ), el sindicato encargado de defender los derechos de los directores de cine y su equipo más cercano, en consonancia con el de actores o el de guionistas ( WGA ). El DGS, que cuenta actualmente con unos 16.000 miembros, tiene como una de sus funciones dirimir los créditos de una película, esa lista interminable de nombres que aparecen antes o después de la proyección, donde los productores no tienen voz ni voto, y al contrario de lo que ocurre con los guionistas, donde hay muchas variantes o categorías ( idea original, historia, guion, etc. ) que permiten que alguien vea reconocida su aportación, en este caso su objetivo es que el crédito de la dirección se otorgue a una sola persona. La finalidad no es otra que dejar claro que el cine es un proceso industrial y creativo en el que intervienen cientos de personas en el resultado final, pero que solo una de ellas, el director, es la responsable del resultado final, el "artista" o "autor". Y cierto o no, es la visión que a día de hoy sigue imperando. Hay excepciones, como en el caso de conocidos hermanos que aparecen compartiendo los créditos de dirección ( los Coen, los/las Wachowsky, Hughes, Russo, ... ) pero son la excepción. No todos están de acuerdo en pertenecer al sindicato, inclusos entre los grandes, pero en la práctica es una exigencia de los estudios destinada a salvaguardar un mínimo de buenas prácticas en el oficio y limitar los posibles excesos y al mismo tiempo a la inversa como sindicato se puede ejercer cierta presión como lobby sobre los que ponen el dinero. Pero hay una condición para pertenecer a él: no se puede firmar con pseudónimo su obra.

Todo va bien hasta 1968. Robert Totten, un reputado realizador televisivo, da el salto al cine por recomendación del gran Don Siegel para dirigir un western llamado Death of a Gunfighter. La estrella de la película, el experimentado Richard Wildmark, no se lleva bien con él. Tras un año de disputas consigue que le despidan y Siegel se ve forzado a tener que finalizar la película de su protegido. Pero considerándolo un trabajo menor no quiere que sea su nombre el que aparezca, sino el de Totten. Wildmark se negó, pero es que Totten tampoco quiso reclamar la autoría, de modo que nadie sabe a quién poner en los créditos. La DGS tiene un problema entre las manos: no puede estrenar sin un nombre y no puede poner a alguien con pseudónimo. ¿ Solución ?. Crear un pseudónimo, pero "oficial", para posibles futuros casos. Nace así Alan Smithee.

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En realidad la propuesta oficial es Alan Smith, nombre común y genérico donde los haya, pero dado que ya estaba lógicamente en uso se varió un poco la fonética y la escritura para que cumplir su propósito de "nombre del montón" capaz de mantener el anonimato, y llegado el caso también serviría Alana Smithee. Además debía servir como aviso a navegantes de que algún tipo de interferencia se había producido en el rodaje. No era una decisión intrascendente: firmar como Alan Smithee suponía perder la autoría de la obra y salvaguardar el prestigio y la reputación propia, pero también perder el derecho a futuros royalties económicos derivados de la explotación comercial, así como el derecho a divulgar las circunstancias que llevaron a la decisión y la imposibilidad de reclamar más adelante el trabajo realizado.

La idea sale adelante y ese mismo años se reproduce la situación con Jud Taylor en circunstancias muy parecidas. Desde ese momento, y en especial a partir de los 80's, es habitual encontrar ese nombre en producciones infumables de serie B o de muy bajo presupuesto, casi siempre con un desconocido de escaso talento y corto recorrido detrás de la farsa. Pero no siempre. También grandes profesionales han recurrido en un momento u otro a él por diversas circunstancias. Stuart Rosenberg, habituado a trabajar con estrellas, tuvo que echar mano del recurso en Let's Get Harry. Dennis Hopper lo utilizó en Catchfire, y contaba nada menos que con Jodie Foster, Vincent Price, Charlie Sheen, John Turturro, Joe Pesci, Catherine Keener o incluso Bob Dylan. Solar Crisis, de R. C. Sarafian, "luce" autoría, al igual que Los Pájaros 2, Hellraiser IV, Made to Drown In o Woman Wanted, cuyo director, Kiefer Shuterland, solo quiso aparecer como actor.

Pero hay un caso que merece capítulo aparte, el de Twilight Zone, la traslación televisiva de la célebre serie de televisión de Rod Serling en forma de episodios independientes dirigidos por grandes realizadores. Era 1983 y el Rey Midas de la época, Steven Spielberg, reunió a dos de sus protegidos, Joe Dante y John Landis, junto con George Miller ( a la postre el creador del mejor episodio ante la mediocridad del resto ) para sacar adelante frente a la cámara cada uno una historia distinta junto con él mismo. Landis debía ser la pieza principal dirigiendo prólogo y epílogo además de su propio segmento, titulado Time Out, donde un racista viajaba en el tiempo y sufría persecuciones a cargo de las SS o el KKK en varias épocas históricas. En una de ellas la acción tenía lugar en Vietnam durante la guerra, y durante el rodaje se produjo un accidente de helicóptero provocado por una explosión cercana de unos efectos especiales pirotécnicos que segó la cabeza de Vic Morrow, el padre de Jennifer Jason Leigh, y también la vida de dos niños vietnamitas de 6 y 7 años que trabajaban como extras en la secuencia. Como resultado de la enorme polémica el nombre del segundo ayudante de dirección fue borrado y sustituido por el de Alan Smithee. Landis pudo firmar y estrenar con su nombre, pero en la práctica fue considerado responsable en última instancia y ahí terminó su amistad con Spielberg y su carrera hasta ese momento triunfal quedó frenada en seco.

Alan Smithee es también especialmente prolífico en televisión, y esta vez por una buena razón. Para su pase en cadenas en abierto, autobuses, aviones o similares USA donde cualquier palabra malsonante, blasfemia o escena erótica es mal vista es habitual que un productor censure, mutile o remonte por completo una película, profanándola hasta donde sea necesario, de modo que cuando un director no quiere pasar por el aro siempre tiene a mano al bueno de Alan Smithee. Así pues las versiones televisivas del Dune de David Lynch ( que ya de por sí era mala a rabiar ), El Guardián de William Friedkin, ¿ Conoces a Joe Black ? de Martin Breast o Heat de Michael Mann entre otras aparecen dirigidas por nuestro amigo.

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Pero nada dura para siempre, y al final Alan Smithee pasó a mejor vida. En un alarde de ironía, en 1997 se estrena el falso documental Arde Hollywood ( An Alan Smithee Film: Burn Hollywood Burn ), dirigido por Arthur Hiller y protagonizado por el ex-Monty Phyton Eric Idle, que cuenta, oh sorpresa, la historia de un tal Alan Smithhe que tras finalizar de dirigir una película huye con el negativo tras quedar horrorizado por los cambios que el malvado estudio quiere efectuar sobre su preciada criatura. Naturalmente el resultado fue tan espantoso, como corresponde, que apenas se estrenó en 19 cines, ganó 5 Razzies al peor film y hasta el mítico Roger Ebert le dio cero estrellas en su crítica. Casi nadie la vió, pero los comentarios en redes sobre el tal Alan Smithee le dieron tanta popularidad que acabaron con el misterio y la treta dejó de tener utilidad. Truco publicitario o no, la profecía se cumplió y tras ver el montaje final Hiller decidió firmar, claro, como... ¡ pues Alan Smithee, por supuesto !.

En el año 2000, la DGA dejó de usar oficialmente el pseudónimo y permitió finalmente el uso de cualquier nombre, pero el de Alan Smithee quedará asociado ahora y para siempre a cualquier producto cinematográfico de dudosa calidad.


Por cierto: si el orden de los factores no altera el producto podemos reordenar las letras y Alan Smithee se convierte en... The Alias Man. ¿ Casualidad ?.

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@Arvo

Me encantan este tipo de hilos. Me puedes recomendar algún libro de esta temática ?

Mucha gracias
@kechua Hace muchísimos años que no leo libros de cine, el último creo recordar que fue el hilarante Memorias de un Amante Sarnoso, de Groucho Marx, pero libros de esta temática de curiosidades y gazapos o de historias del Hollywood clásico los hay a montones y en ocasiones leo fragmentos en la red, no tienes más que buscar reseñas.

Si acaso sí te puedo recomendar cualquier cosa de un par de cinéfilos reconocidos que ahora mismo son de los pocos a quien merece la pena escuchar de veras. Son auténticos eruditos del tema y para mi es un placer seguirlos cuando me acuerdo y los pillo en sus intervenciones en Secuencias 24 h, el único programa medio decente de cine que queda en las televisiones, y aún así nada que ver con los de antaño. Se llaman Guillermo Balmori y Felipe Arranz ( este último ahora sale también en un programa de Cuatro con el atontado de Iker Jiménez ), y suelen hablar de películas que versan en torno a un tema en concreto recomendando al final montones de libros de cine.

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Román Gubern, que hace años escribía en La Vanguardia, también sabe un montón a sus 87 años y una vida dedicada a su afición a la pantalla grande y tiene libros muy interesantes. Jesús Palacios tiene un par de libros sobre Hollywood Maldito y sobre el tema específico de curiosidades como ya te he dicho hay muchos, pero sin haberlos leído no puedo recomendarlos.
@Arvo

Un artista, como siempre.

Muchas gracias
> PELÍCULAS QUE JAMÁS VERÁN LA LUZ PORQUE NUNCA EXISTIERON Y OTRAS RAREZAS

Propongo un pequeño repaso por las mejores películas que jamás se han filmado, o si lo han hecho permanecen todavia ocultas sin ver la luz. La lista completa sería casi eterna si reflejara lo que nunca fue más allá de una idea peregrina, pero en ocasiones esa idea u obsesión duró años y tuvo detrás grandes esfuerzos de planificación que finalmente, por suerte o por desgracia, no llegaron a puerto. Estos son solo algunos ejemplos interesantes con fragmentos "fusilados" de algunos artículos periodísticos y libros cuyo esfuerzo divulgativo agradezco y a los que me he limitado a dar cuerpo narrativo.

La gran mina de ideas fallidas son sin duda los directores y sus obsesiones. Charles Chaplin quería rodar la comedia The Freak con su hija Victoria encarnando a una niña sudamericana que nace con alas que es llevada a Londres para hacerla pasar por un ángel, donde es juzgada para determinar si es humana. No hay metraje conocido pero se rumorea que el guion está custodiado en Suiza. Alfred Hitchtcock quería rodar Khaleidoskope, un thriller con un asesino necrófilo campando a sus anchas por New York. Los estudios le dijeron que ni en broma. En cambio no quiso rodar El Exorcista.

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Andrei Tarkovski estaba empeñado en filmar El Idiota de Dostoyevski, pero finalmente fue Akira Kurosawa quien lo hizo posible.

Orson Welles, un especialista en trabajos a medio hacer, se pasó 20 años editando su Don Quijote ( aunque existe un montaje alternativo de 2008 ). Le robaron la copia de El Mercader de Venecia y abandonó proyectos sobre El Corazón de las Tinieblas ( pero en su lugar hizo ni más ni menos que Ciudadano Kane ), Santa, La Vuelta al Mundo en Ochenta Días, Cyrano de Bergerac, Ada o el Ardor, Moby Dick, La Isla del Tesoro, The Deep ( basado en el libro Dead Calm, que llegó finalmente a las pantallas en 1989 como Calma Total ), Saint Jack, The Way to Santiago o El Rey Lear. Y por el camino dejaría también Cradle Will Rock, Too much Johnson, It’s All True y una versión de la vida de Jesucristo ambientada en el Oeste titulada The Life of Chris. Su The other side of the wind, donde John Huston interpretaba a un director de Hollywood intentado completar una película, quedaría pendiente de editar y envuelta en eternas disputas legales.

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El siempre exigente Stanley Kubrick mandó destruir todas las copias de su primer largometraje, Fear and Desire, de 1953, por no considerarla digna. Curiosamente la poca crítica que la vio no la consideró del todo mal a pesar de sus limitaciones debidas a un rodaje austero y casi artesanal. Se dice que hay tres copias guardadas en el Smithsonian Museum pero sin permiso de exhibición. Tras su monumental éxito con 2001 Una Odisea en el Espacio se obsesionó con la figura de Napoleón Bonaparte. Estaba decidido a rodar "la mejor película jamás hecha" y durante dos años se dedicó a recopilar material histórico y datos, llegando a elaborar un guion que a día de hoy puede ser consultado de modo público en la red. Fichó a David Hemmings, Audrey Hepburn, Alec Guinness y Laurence Olivier, y planeó un rodaje entre tierras inglesas, francesas, y rumanas contando con la ayuda para las escenas de batalla del ejército de la propia Rumanía, pero el estudio, teniendo presente el fracaso de Waterloo, no quiso invertir millones en el proyecto. Toda la documentación se convirtió en un libro, The Greater Movie Never Ever Made, y parte del mismo se reutilizó en el guión de Barry Lyndon, la nueva obra maestra del propio director. Años más tarde, en 2013, otro grande llamado Steven Spielberg, habitual de los despojos de Kubrick ( por ejemplo con AI Inteligencia Artificial ), anunció que quería convertir el libreto en serie televisiva.

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Kubrick dejó muchos otros proyectos a medias, tales como la adaptación de Ardiente Secreto de Stefan Zwig o un libreto de un cruce entre Mars Attacks ( es muy posterior pero hay un libro previo y parecido divertidísimo de leer llamado Marciano Vete a Casa que recomiendo; igual él también lo leyó ) y La Guerra de los Mundos que nunca se rodó, al igual que Flores en el Ático, de la que hay un par de versiones mediocres, o El Perfume, que sí fue llevada a la pantalla con éxito años más tarde. Los Beatles le propusieron adaptar El Señor de los Anillos e incluso se le propuso rodar una película porno. Pero personalmente lo que más me hubiera gustado es que Umberto Eco le hubiera cedido los derechos para filmar su extraordinaria y complicadísima novela El Péndulo de Foucault, una obra críptica, erudita y fascinante donde las haya, pero tremendamente difícil de seguir por su juego dentro del juego de las conspiraciones y no digamos de poner en imágenes. Umberto Eco declaró con el tiempo su arrepentimiento y los lectores del mismo entre los cuales me cuento nos quedamos posiblemente sin el único director con la valentía y la capacidad de afrontar semejante reto.

En ocasiones la película llegó a rodarse, pero inconclusa y sin que fuera proyectada jamás en público. En 1972 el genial comediante Jerry Lewis dirigió e interpretó The Day the Clown Cried, su primera incursión en un cine de carácter más serio, donde un viejo payaso se burla de Hitler en presencia de la Gestapo y termina en un campo de concentración para presos políticos. Durante años se cuestionó incluso su existencia, pero los pocos que consiguieron verla la calificaron de malograda, cursi e incluso de mal gusto. Poco satisfecho con su propio trabajo, Lewis aseguró que jamás se estrenaría, aunque finalmente en 2015 donó una copia a la Biblioteca del Congreso con la condición de que no fuera presentada hasta 2024. El misterio se mantiene hoy en día, ya que los actores han guardado silencio o prefieren no recordar su intervención y el hijo del actor asegura que no hay un negativo con la película completa.



George Lucas tanteó a David Lynch y David Cronenberg para El Retorno del Jedi, pero ambos declinaron la invitación. Al primero nunca le interesó la sf, aunque un año más tarde se embarcó en Dune por dinero tras la negativa de Ridley Scott, que se olía el fracaso. La dirigió sin siquiera leerse el libro con penosos resultados. Pocos años antes, justo tras el éxito de Eraserhead, también se había embarcado en otra idea, Ronnie Rocket, que giraba más o menos en torno a un hombre de un metro de alto con pelo rojo y la capacidad de sostenerse sobre una sola pierna que podía controlar la electricidad y enchufarse a ella o algo parecido acompañado de villanos eléctricos llamados Donut Men. La falta de interés de los estudios y la llegada a sus manos del guion de El Hombre Elefante hicieron que dejara de lado tal excentricidad, pero volvía a ella en sus pensamientos tras cada film hasta rendirse finalmente en 1990 y declarar que dejaba definitivamente el proyecto "hibernando".

Y Hablando de Dune, uno de los ejemplos más sonados de fantasía realmente loca es sin duda el malogrado Dune de Alejandro Jodorovski, el excéntrico - por no decir otra cosa - artista y creador chileno que encerrado en un castillo alquilado exclusivamente para tener un lugar donde sentarse a escribir el guión se adelantó a Lynch y su mediocre Dune de 1984, daño afortunadamente reparado hoy por la respetuosa visión de Denis Villenenuve. Para su versión reunió a gente como H. R. Giger, Moebius, el virtuoso de los FX Dan O’Bannon, Salvador Dalí, Mick Jagger, Geraldine Chaplin, David Carradine, Orson Welles, Hervé Villechaize, Gloria Swanson o Alain Delon junto a una banda sonora compuesta por Pink Floyd. De los psicodélicos bocetos ( en realidad un storyboard de 3000 dibujos de Moebius ) que se conservan y vista la trayectoria del chileno el aficionado a la obra no puede más que pensar en dar las gracias porque semejante despropósito de doce horas de space opera hortera bañadas en LSD no viera jamás la luz; y sin embargo hay que reconocer que el intento tuvo cierta influencia en la ciencia ficción posterior en aspectos tale como el diseño de naves entre otros. ¿ Surrealismo o tomadura de pelo mesiánica ?. El trono del Emperador, que debía interpretar Dalí a razón de 100.000 $ la hora, lo formaba un retrete con dos delfines intersecados, las naves tenían forma de insecto - como en las versiones rodadas -, el castillo Harkonnen era una monumental escultura del Barón en la cual las naves se posaban en al lengua y eran engullidas por la cabeza, naves prostitutas impulsadas por eyaculaciones ( ?¡), Paul Atreides ( como actor su propio hijo tras dos años de formación en artes marciales ) asesinado y transformándose en un planeta volador del buen rollo galáctico, ... Aún así se reunieron 10 millones de los 15 que precisaba el proyecto, una auténtica fortuna, y para los restantes se envió a los más fanáticos del ejército de colaboradores a Hollywood, que obviamente no quería a un tipo tan lunático tras la cámara en semejante macroproducción, por lo que les dieron largas y la cosa terminó en un cajón.

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Francis Ford Coppola asegura que solo dirigió Drácula, Jack y otras para poder financiar su sueño de Megalópolis, una fantasía épica de sci-fi ambientada en una New York futurista reconstruida tras una catástrofe. Por desgracia cuando lo tenía todo casi a punto el 11-S puso fin a la aventura antes de empezar, ya que con la sensibilidad y el dolor a flor de piel nadie querría ver ya semejante planteamiento.

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Werner Herzog es especialista en desafíos imposibles. Algunos los sacó adelante por imposibles que parecieran, como Fitzacarraldo. Otros, como La Conquista de México, no. También James Cameron le dio muchas vueltas a la idea de llevar la epopeya de Hernán Cortés y su quema de naves a la gran pantalla, y se habló en los medios durante mucho tiempo, pero al final todo quedó en nada. Robert Bresson desistió de llevar el Génesis a imágenes, y Alex Proyas estuvo jugando con la idea de adaptar El Paraíso Perdido, el magistral poema de John Milton escrito en 1667 que cuenta la caída en desgracia del Hombre ( yo lo leí hace tiempo y es un relato épico como pocos, en especial la primera parte con los ángeles caídos, si bien es cierto que Milton era un Puritano y esa visión ultrarrigurosa de la religión se refleja en muchos tramos; siempre he pensado más en Darren Aranofsky, un tipo más adecuado por su inteligencia al abordar estas temáticas, como ya demostró en Noah ). Sea como fuere circula un video de la presentación a la prensa con Alex Proyas y Bradley Cooper que puede verse en Youtube si bien en mala calidad. David Cronenberg quería hacer un Frankenstein, una especie de Indiana Jones Goes to Mars y filmar American Psycho con Brad Pitt de protagonista ( al final la rodó otro y el papel recayó en Christian Bale ). Steven Soderbergh quería una Cleopatra en 3D y Bahz Luhrmann un Alejandro Magno, que sí encontró progenitor en Oliver Stone por otros derroteros.

Harold Ramis intentó adaptar La Conjura de los Necios. Tras fichar a John Belushi este murió de sobredosis. El papel pasó entonces a John Candy, que murió de un infarto. Ramis lo sustituyó por Chris Farley y de nuevo las drogas se llevaron por delante al protagonista. Considerada ya película maldita, John Waters retomó la idea con Divide de protagonista y Steven Soderberg hizo lo propio con Will Farrell, pero tampoco salió adelante. De vez en cuando se habla del proyecto, el último en hacerlo Zach Gallifanis en 2012, pero está realmente gafado.

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Terry Gilliam es otro de mucho cuidado en lo referente a naufragios sonados y malas decisiones a pesar de tener más que notables cintas en su haber. Rechazó Forrest Gump, ¿Quién engañó a Roger Rabbit?, Enemigo Mío, Braveheart y American Beauty. Su epopeya para rodar El Hombre Que Mató a Don Quijote terminó en un desastre de proporciones bíblicas que incluso dio lugar a un excelente documental sobre las peripecias llamado Lost in La Mancha. Muchos años más tarde, en 2018, la película vio la luz, y a años luz estaba de sus mejores trabajos. También quería llevar Buenos Presagios de Terry Pratchet y Neil Gaiman, pero finalmente ha terminado convertida en serie con discretos resultados, aunque mucho mejores que con el desastre infumable de Mundodisco/La Guardia.

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Disney también estuvo barajando un proyecto basado en el personaje de La Muerte en Mort, una de las novelas de la saga. Detrás estaban los creadores de La Sirenita y Aladdin, dulcificando el relato para adaptarlo a los gustos familiar del estudio. No seria la primera vez que se hacía algo así, pero no cuajó, como tampoco lo hicieron varios intentos distintos de un Quijote animado a lo largo de los años, dejando solo artworks sueltos. Entre muchas ideas chifladas, entre ellas una precuela de ¿ Quién Engañó a Rogger Rabbit ? con el protagonista como hijo de Buggs Bunny haciendo frente a los nazis o una revisión del mundo de Oz que incluso tuvo anuncio televisivo, había una interesante: una pieza de 30 segundos de John Lasseter creada en 1983 adaptando Donde Viven los Monstruos, la novela infantil de Maurice Sendak, que finalmente llegó a las pantallas con buenos resultados en versión de Spike Jonze.

Ridley Scott se quedó con las ganas de adaptar Meridiano de Sangre, otro clásico de Cormack McCarthy, el autor de La Carretera y No Es País para Viejos. Demasiado duro para la audiencia. Y Guillermo del Toro lleva años y años hablando de Las Montañas de la Locura, tal vez el mejor relato corto de H.P. Lovecraft, pero nunca sale adelante, tal vez por la complejidad de visualizar su fantasioso tramo final. Los Coen querían los derechos de To the White Sea, donde un aviador es derribado sobre Tokio durante la II WW y debe intentar sobrevivir, pero las Warner los dejó fuera.

Los superhéroes son un filón, y eso que no destacan precisamente por sus exigencias argumentales o de guión, todo vale. Aún así Joel Schumacher casi se cargó la franquicia de Batman con su lamentable incursión en el mundo de los superhéroes en Batman Forever y puso fin a la secuela proyectada Batman Triumphant. Darren Aranofsky también pensaba años más tarde en un Batman Year One a medio camino entre un justiciero a lo Charles Bronson y un thriller setentero. Los estudios le dieron la patada. A Tim Burton le llegó en 1988, en pleno apogeo de su carrera, el encargo de llevar por enésima vez a Superman a la pantalla en Superman Lives con un Nicholas Cage melenudo. Se filtraron apenas algunas fotos y algunas historias de su accidentada producción llena de despropósitos argumentales y artísticos que finalmente desembocó en una sonada cancelación tras 30 millones de dólares invertidos por la productora y ni un solo minuto filmado. Burton abandonó el barco tras un año entero de dedicación infructuosa harto de los cambios de guionista y de rumbo. Todo ello se recoge en el documental The Death of Superman Lives, estrenado en 2015. James Cameron estuvo años tras un Spiderman demasiado violento para lo que es el personaje que no fructificó.



En cuanto a videojuegos, Steve Purcell, ilustrador de LucasArts, tanteó la posibilidad de adaptar Monkey Island, en cuyo desarrollo ya había intervenido, y llego a crear varios bocetos. Incluso circulaban rumores no confirmados de que se contactó con Steven Spielberg para la dirección. Finalmente Ted Elliot, el responsable del guion, fue el encargado de firmar el libreto para precisamente Piratas del Caribe, con la que guarda no pocas similitudes. Halo pasó por las manos de Neil Blompkamp y Peter Jackson antes de terminar como una serie televisiva menor.

Y para finalizar, algunas locuras sueltas. Salvador Dalí planeó la filmación de Giraffes on Horseback Salad, protagonizada por los Hermanos Marx ( ni a ellos les hizo gracia ) y que contaba con elementos tales como jirafas con máscaras de gas ardiente o una escena con Harpo cazando 18 enanos con una red cazamariposas. Se descartó por razones evidentes. En The Tourist, una historia de sf que circulaba de despacho en despacho desde los 80's acompañada de unos bocetos de H.R. Giger, un grupo de alienígenas de todo el universo camuflados en la Tierra se juntaban en un local de Manhattan para fornicar y quejarse de su destino. La llegada de la exitosa e hilarante Men in Black, en algunos aspectos bastante parecida, la aparcó definitivamente.

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Who Killed Bambi ?, prevista para 1978, era una especie de versión punk de ¡ Qué Noche la de Aquel Día ! de Los Beatles con los Sex Pistols y dirigida por Russ Meyer, aquel señor obsesionado con las mujeres de pechos absolutamente descomunales que había retratado en Megavixns, SuperVixens y otras películas tan inclasificables como en el fondo hasta divertidas y con menos malicia de lo que puede pensarse ( ¿ no habéis visto nada de Russ Meyer ?. Pues no se puede explicar, hay que verlo por uno mismo ), y con guion de , atención, el mismísimo Roger Ebert, que solo trabajó un día y medio antes de la cancelación. Hay quien dice que la 20th Century Fox se asustó por el guion salvaje - disponible a día de hoy en la red para consulta - y por ello cortó en seco la financiación. Sea como fuere se destruyó toda la escenografía construida y jamás se supo más de ella.

Nick Cave, polifacético cantante, escritor, actor y guionista, recibió un día la llamada de Russell Crowe con la propuesta de redactar la historia de Gladiator 2, donde por cierto el protagonista, Máximo, moría al final, como es bien sabido ( "Ya arreglarás eso", fue la respuesta ante la objeción de Nick ). Y así se pudo manos a la obra: Máximo esta en el purgatorio y todos los dioses están muriendo por culpa de Cristo, el mesías recién llegado que está ganando la batalla de la popularidad. Por ello los restantes envían de nuevo a Máximo a la Tierra para acabar con Cristo y todos sus seguidores. Al final se descubría que el enemigo al que tenía que matar era su hijo, que los dioses eran malos porque le habían engañado, se convertiría en un héroe eterno y todo acabaría con una monumental guerra de 20 m que englobaría todas las guerras habidas y por haber. Troleo o no, nunca se rodó.

Empires of the Deep, de la que ya he hablado antes en este mismo hilo, fue un proyecto megalómano de un millonario chino que costó 140 millones de dólares en 2015 y terminó en la basura tras cinco años de post-producción que apenas proporcionaron material para un trailer de pocos minutos disponible todavía para ver en la red, aunque añ menos en teoría se supone que estaba lista para su estreno en salas. Visualmente muy pobre por lo poco visto, la historia de amor entre un humano y una sirena recuerda en cierto modo a las batallas submarinas de la reciente Aquaman pero con apariencia mucho más cutre. A día de hoy permanece en el limbo, y mejor que siga allí.



Este es solo un pequeño repaso por algunas de las historias más conocidas, pero hay muchas, muchas más. Es tan sencillo como buscar en Internet.

Con este post doy por finalizada mi aportación al hilo. Espero que haya sido de interés. Agradezco la visita a todos los que os habéis pasado por aquí y muy especialmente, como no podía de ser de otra manera, a los que además habéis participado.
Arvo escribió:Con este post doy por finalizada mi aportación al hilo. Espero que haya sido de interés. Agradezco la visita a todos los que os habéis pasado por aquí y muy especialmente, como no podía de ser de otra manera, a los que además habéis participado.


pues es una lastima porque todo esto es muy interesante de leer. me encantan estas historias, aunque rara vez profundizo en alguna de ellas.
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