Artículo de Futbolitis sobre Eto'o, si lo que cuentan es verídico 100% tiene tela:
Informe Eto'o (I)
Anoche pudo ser la última cita oficial para Jan Laporta en el Nou Camp. Se le vio suelto, relajado: la experiencia es un grado; quiso disfrutar de la Llojta, lugar ambicionado por muchos, pero un auténtico espacio de tortura y agonía en silencio. La actualidad se llama Samu Eto'o, dos goles contra el Wisla. El león indomable ha vuelto como killer, Henry desplazado a la izquierda y Bojan sin minutos. Aplausos increscendo según pasaban los minutos, la herida parece cicatrizada. Este es el resultado final, readmitirlo parece el plan perfecto pero en el caso Eto'o hay muchas verdades a medias que merecen ser contadas.
El pasado nunca muere
Eto'o no tiene normas, los códigos no van con él. Es competitivo, ganador, indomable. Su naturaleza le lleva a ser libre, ponerle puertas al mar es fracasar con Samu. Por detalles como este, la autogestión funcionó a las mil maravillas con Rijkaard. Lo importante en Eto'o es su mentalidad: si está enchufado es un crack, marca diferencias ya que nadie tiene su carácter ganador ni su poderío físico. Los primeros años de azulgrana fueron así, no había quien parara al león indomable, ni dentro ni fuera del campo.
Nadie podía decir que era indisciplinado porque Rijkaard, inteligente, para no pillarse los dedos, quitó normas y abogó por la responsabilidad individual. Ahí está el matiz: si existen normas, Samu se las tiene que saltar. Vive en la permanente necesidad de demostrar que hace lo que quiere y cuando quiere.
Si no hay norma, Eto'o está en casa a las once; si existe la norma de estar a las doce, Eto'o nunca estará a esa hora en casa... saldrá hasta que le apetezca. No tiene vicios, es un portento de la naturaleza, le encanta sentirse deseado. Esa es la noche de Samuel, al día siguiente llega y entrena como el mejor. Guardiola no le quería porque le iba a reventar todo el código disciplinario, desde el primer día Samuel iría por libre y ese no es el concepto que persigue Pep. Sin ir más lejos, el año pasado tanto Laporta como Txiki y Rijkaard hicieron un ridículo espantoso con el nuevo código disciplinario. Los tres lo han pagado, Laporta tiene un pie fuera, los socios no perdonan que no haya dado un golpe en la mesa, sin olvidar otros detalles que no son tema de este artículo. Rijkaard está fuera y sólo Txiki sobrevive, porque el vasco, al igual que cuando jugaba, es excelente entre líneas, en terreno de nadie, pero jamás juega en una posición definida.
Eto'o vs Ronaldinho, lucha de gallos
Los culpables del desmantelamiento del código interno fueron Ronaldinho y Eto'o. Entre ellos se inició una competición para ver quién mandaba más. Se quedaron con lo malo, podrían haber competido para ver quién era mejor, quien entrenaba más, pero como no podía ser de otra manera, sus celos e intolerancia les llevaron a competir para demostrar quién era capaz de hacer la más gorda. Era una competición hacia la autodestrucción, puede que empezara en el terreno de juego o fuera de él, porque Mireilla Canalda fue objeto de deseo de ambos.Donde comenzó todo esto es una cosa que sólo saben ellos. Se creyeron los más listos de la clase, el Barça se hundía, Rijkaard, su protector, recibía críticas por su indolencia, en el vestuario reinaba la ley del silencio. Todos ocultaban la verdad, si alguno se iba de la lengua, estaba sentenciado.
La temporada acabó, el Barça vuelve a navegar, tardará más o menos en volver a ganar pero está claro que los grandes perjudicados de la historia han sido Ronaldinho y Eto'o. Si uno se quedaba en el gimnasio, el otro no iba. Si uno pedía un día, el otro se iba un par de ellos a París. Ambos pudieron haber sido leyenda en el Barça, ninguno de los dos lo será. Ronaldinho será recordado como la sonrisa del Barça. Sacó al Barça de la miseria, no ganó muchos títulos, se perdieron demasiados, pero consiguió que los niños volvieran a ser del Barça. De Eto'o se recordarán sus goles, su furia pero nunca será el más grande. El día que se vaya, llegará otro.
Es el Barça o el Madrid, grandes jugadores y para ser recordado tienes que ser diferente. Nadie olvidará las dos últimas champions, sus declaraciones incendiarias antes de los partidos contra Liverpool y Manchester, seguidas de sus desapariciones en sendas eliminatorias. Podrá meter cientos de goles de aquí al final pero tanto Samu como Ronaldinho han decepcionado. El gaucho, mejor asesorado, ha sabido cuidar los detalles, ha salido por la puerta grande. Samu, ni mal ni bien asesorado, ha hecho lo que le ha dado la gana y así le ha ido. Es indomable.
Alguien preguntará como se puede integrar a Eto'o como uno más, haciéndole que cumpla con los códigos del vestuario. No hay manera. Así de claro. La solución es picar a Eto'o, no se le puede cambiar, es retarle, provocar su furia deportiva. Desafiarle, agredirle verbalmente, es así como se crece. Se hizo grande luchando por hacerle tragar al Madrid su indiferencia, el reflejo de lo que les digo son sus visitas al Bernabéu. Siempre marcaba, siempre demostraba que era mejor que los que jugaban de blanco. Es su mentalidad, así se hizo grande. Cuando lo fue, sus celos e indisciplina tiraron por la basura todo su esfuerzo. Quería ser Balón de Oro, se lesionó en Bremen tres meses antes de cumplir su sueño... tras perder ese sueño, se creyó por encima del bien y del mal, el fútbol ya no era lo más importante.
Las salidas de tono de Samuel
Capitán en el Mallorca, habla antes de los partidos bajo la atenta mirada de las cámaras. Abraza a unos y a otros, Samuel parece un líder pero es la antítesis de eso. Cuando las cámaras desaparecen aparece el reflejo de un crack que provoca incendios basados en la conspiración. Con Aragonés las ha tenido de todos los colores. En el vestuario del Barça, me comentó gente del entorno una que servirá como ejemplo para que entiendan. Barça - Villareal, el pichichi en manos de Forlán y Eto`o: el partido de Samu. Lleno de ansiedad fue desastroso, de los peores que se le recuerdan. Forlán hace un hattrick y se lleva el pichichi. Se comenta que al llegar al vestuario, gritos e insultos. Eto'o acusa a sus compañeros de haberse vendido a Forlán y de no haberle ayudado para conseguir su objetivo. Las palabras suben de tono, Puyol entre medias, se cuenta que llegan a las manos. Rijkaard en su salida dijo que Puyol se había cansado de clamar en el desierto...
La pregunta es donde estaba Rijkaard de aquella. Enrocado en la autogestión. Era su primera liga, en la cual hubo excesos intolerables de alcohol en el autobús que recorrió la ciudad. Eto'o iba de conflicto en conflicto, metía goles, la gran mayoría ganadores, con 0-0. Era el abrelatas y todos se conjuraban para meter los trapos sucios debajo de la alfombra. Florentino que sabía de las hazañas de Eto'o decía a sus allegados que el camerunés iba a provocar la autodestrucción del Barça...
Poco a poco llegó la autodestrucción. Provocada de manera inconsciente por Eto'o, porque se supone que este no mide, que lo hace sin maldad o que es fruto de su temperamento. Ya son muchos los que piensan que Samu sabe contar hasta diez para frenar su ira pero que simplemente no le apetece.
Deco, el líder que hacía de Rijkaard
La siguiente víctima es Deco. Rijkaard llamaba a Deco para pedirle que hablara con Samu, que le orientara y que, porque no decirlo, que le pusiera las pilas. Deco es carácter, igual dentro que fuera, le decía a la cara todo y más a Samu. La influencia de este era espectacular. Si te acobardas con Samu te come, si le plantas cara se vuelve dócil y con Deco no valían tonterías. Era el kaiser, pero poco a poco, el escaqueo de Rijkaard para hacer su labor fue minando a Deco. Este le hacía el trabajo sucio al míster, pero después salía la foto de Rijkaard abrazado con Eto'o al terminar el entreno. El trabajo sucio ya lo había hecho Deco el día antes. Esto era un detalle, porque lo que sacaba de vueltas a Deco eran las filtraciones de su mala relación con Eto'o, su vida privada o estar siempre entre los elegidos para salir del club. Rijkaard nunca cumplió con Deco. Pasaron los años y Deco desconectó, el míster no supo cuidarle. Había hecho mucho por el vestuario con unas obligaciones que no eran suyas...
El vestuario era de Ronaldinho, le consentían todo. Educado, cumplidor, no buscaba protagonismo, ya lo tenía. Su ego nunca estaba por delante, vivía y dejaba vivir. Gracias al gaucho, el Barça pasó de la crisis al esplendor. Todos pudieron renovar sus contratos al alza. Estaban agradecidos, maravillados con el brasileño y hartos del camerunés. Eran la pareja perfecta, el Barça podría entrar en un lustro ganador arrollador. Todos remaban, todos callaban con Samu pero idolatraban al Gaucho, un crack que paso a paso iba cogiéndole la medida a Frank Rijkaard. Le metió un par de envites, mientras Samu se machacaba, el Gaucho dormía.
Ganaron la Champions y Eto'o necesitaba subir su ego. Se fue directo a la sala de prensa, se sentó con su hijo y su bandera dispuesto a responder todas las preguntas. Antes que Wenger, que Rijkaard, ahí estaba Samuel Eto'o. Iba por libre. En el éxito buscaba la gloria, en el fracaso el problema era que otros - Ronaldinho - no corrían. Decidió ganarse el vestuario. Su plan era sencillo, entrenar como un león, pero competir con Ronaldinho en lo extradeportivo, porque con el balón en los pies no tenía nada que hacer.
Messi, era del otro bando.
El pibe siempre buscó al gaucho como referente. Eto'o intentó guiarle, tenerle de su lado pero no consiguió separar a la pulga de la influencia de sus padres espirituales: Deco y Ronaldinho. Hasta aquí todo perfecto. No le preocupaba a Samu lo que pudiera hacer el argentino, es un '10' y competidor natural de Ronaldinho para ser el líder futbolístico. El gol seguía siendo suyo y aunque lo quería acercar, Messi no se soltaba de la mano de sus padres en el vestuario. Las había visto de todos los colores y formas en ese vestuario como para ahora ir de la mano de Eto'o.
Día a día, tanto el Gaucho como Deco se fueron dejando, el culmen fue la semana de la previa contra el Madrid. Messi, que se había roto en la fecha anterior contra el Valencia, se dejaba llevar por sus amigos. Siempre le quisieron como si fuera su hijo, Ronnie y Deco fueron honestos con Leo pero llevaban vidas incompatibles. Saltaron las alarmas, operación rescate: Gaby Milito empezó a ser la sombra de Messi. Se buscaban líderes, Txiki pensó que Milito e Iniesta debían tener más peso en el vestuario.
Bojan, víctima de la hipocresía.
La siguiente víctima de Samu fue Bojan. Su pecado era meter goles, ser natural, educado y tener la ilusión de un niño. La culpa no es de Samu al 100% porque a Bojan le dejaron sólo. Tan sólo como Rijkaard dejó a Puyol. Se fue Crosas en invierno y Bojan se quedó sin su amigo. Metía goles y surgieron los celos. Ante las cámaras todo eran abrazos, fuera del campo lo que ocurría era vergonzoso. Le hacían el vacio, la soledad y algunas novatadas provocaban tristeza en Bojan. Era un niño, nadie supo ver que justificándose en que lo hacían para que madurara, se estaba dando rienda suelta a los celos de los hipócritas. No vean toda la culpa en Samu, todos tienen que repartir responsabilidades en el caso Bojan.Tití Henry, sin ir más lejos, también es un jugador peculiar. La palmadita delante de las cámaras, la sonrisa poco tiene que ver con lo que ocurre detrás del escenario. Muchos de ellos dicen no haberse dado cuenta, su excusa es que ellos iban por libre, arrasando con todo...
Es Samuel Eto'o, no conozco mejor perfil futbolístico para ser el '9' del Barça, eso es incuestionable, en el próximo artículo hablaremos de lo acontecido en el mercado de fichajes con Samu este verano.
By Futbolitis