urtain69 escribió:No solo los bares tienen culpa en estas cosas. Hay veces que los clientes te hacen ir a lo barato y a tomar por culo y digo por que:
Hace unos años teniamos un bar mi madre y yo.
Cogimos un cafe bastante caro. Saula arabica de 23 euros el kilo en aquel entonces (2008).
Pues veiamos a clientes que pasaban por la puerta y se iban al chino de enfrente porque costaba 10 centimos menos, pero claro, lo que les ponian era un cafe de 6 euros el kilo
Creeis que asi dan ganas de tener productos buenos si lo que van a valorar la mayoria ( No todos, claro) es el precio que pagan, sin mirar si le estas dando calidad?
Esto que comentas da pie para reflexionar mucho sobre las estrategias de márketing de las empresas. Todo depende de cómo enfoques la contabilidad de los gastos y los beneficios.
Te pongo un ejemplo: si la calidad del café (en vuestro caso) es un reclamo comercial exitoso, una técnica de márketing podría ser ponerlo al mismo precio que la competencia (el chino de enfrente) aún perdiendo o no ganando dinero... mientras que te pudieras recuperar vendiendo otros productos como pinchos especiales que la competencia no tiene. Lo relevante, es tener un "producto-gancho", del que se hable, que tenga una relación calidad-precio extraordinaria, y que nadie pueda mejorar o igualar.
Esto lo hace Mercadona por ejemplo. Tiene una serie de productos estratégicamente calculados para que la competencia nunca pueda llegar a superarles. Por ejemplo su paquete de pan de molde, con más rebanadas y más gramos que los de la competencia, y más barato; o su pack de 2 tabletas de chocolate, más baratas que las de otras superficies, y de mejor calidad...
Lo que le interesa al comercio es generar un "producto-estrella" que atraiga a la clientela. Luego, una vez dentro del comercio, ya comprarán otras cosas que sí generen buenos beneficios.
El inconveniente es que desde el punto de vista contable, se generan pérdidas en un concreto producto... pero en la cuenta general, hay beneficios.
IBM hizo un estudio hace muchos años según el cual, si consideraban cada cliente de modo independiente, resultaba que a la empresa le costaba dinero prestarle asistencia técnica a determinados clientes.