David Dalmau, medico especialista en enfermedades infecciosas, presidente del último congreso nacional del sida en Barcelona y miembro de la junta directiva de La Sociedad Interdisciplinaria del Sida (Seisida), es intimo amigo mío, creo que es una persona, que si entiende de la enfermedad y si habla con propiedad.
Para mí, esto no es un debate, en mi familia hay casos de personas infectadas y me ha tocado vivirlo muy de cerca. No me hace falta tirar de San Google, para aportar datos, ni es un tema del que yo hable a la ligera, Ni me voy a dedicar a competir con nadie, sobre este tema, porque para poder hablar, hay que convivir con gente que esta infectada, saber lo que es pasar el miedo de hacerte las pruebas y la agonía de la espera, a tener los resultados.
Desgraciadamente, la enfermedad esta muy extendida y no hay datos fiables, que nos digan, la edad de infección de los afectados, ya que hay millones de casos, que no han sido diagnosticados, porque la enfermedad es asintomática total.
Solo se puede hablar de la edad de las personas, diagnosticadas, ya que las que no lo han sido, no se puede saber la edad, que tienen, ya que no hay datos fiables. Según el Doctor. Dalmau, para mí una eminencia en el tema y el Doctor que esta tratando los casos que hay en mi familia. Hay más información en la gente joven, que es la más preocupada en estos temas, ya que la gente que pasa la barrera de los 30 años, vivieron la alarma en los 90 y con la salida de los tratamientos, se han relajado.
El lunes a primera hora, me hará llegar un escrito, (que por supuesto colgare en este hilo), en el cual nos dará su opinión sobre el tema, espero que os lo leáis, ya que tanto preocupa este tema y todos entendemos tanto de el y tenemos tanta información y estamos tan documentados.
Mientras tanto, os dejare unos links, en los que podréis comprobar la experiencia de este médico, sus opiniones y que creo que dejaran muy claro, porque pienso que es una eminencia.
http://www.diariomedico.com/documentos/011208especial_sida.pdfhttp://212.80.128.9/rec-templating/templates/diario_medico/cmp/imprimirDM.jsp?idNoticia=1172724&coleccion=diario_medicohttp://www.retic-ris.net/upload/files/Informe_trimestral_octdic_08.pdfhttp://www.drogomedia.com/hemeroteka/archivos/2006033019.pdfhttp://www.lavozdigital.es/cadiz/prensa/20070515/ocio/decision-brasil-parece-genial_20070515.htmlY viendo lo preocupados que estamos todos sobre este tema, os dejo las formas de contagio de la enfermedad:
Transmisión parenteral
La transmisión parenteral es aquélla que se produce por medio del contacto directo con sangre infectada.
El VIH se transmite con facilidad al compartir agujas, jeringuillas u otros materiales contaminados usados para la inyección de drogas, así como otros dispositivos que penetran en la piel (por ejemplo, agujas de acupuntura, tatuaje o
piercing). También supone un riesgo el empleo compartido de ciertos objetos susceptibles de albergar sangre, como instrumentos para esnifar drogas en polvo, cepillos de dientes o cuchillas de afeitar. En caso de que tengas que compartir alguno de estos elementos, es recomendable desinfectarlos cuidadosamente con alcohol o lejía después de cada uso.
Las transfusiones de sangre y derivados constituyen otro ejemplo de transmisión por vía parenteral, si bien la implantación de rigurosos controles en los bancos de sangre ha reducido esta posibilidad al mínimo. Los accidentes laborales en la práctica clínica (como es el caso de un pinchazo accidental con material infectado) son otra forma de contraer el virus.
En España, la mayoría de las personas que viven con VIH lo adquirió al compartir jeringuillas contaminadas. Sin embargo, medidas como la implantación de programas de intercambio de jeringuillas han llevado a que los nuevos casos de VIH por esta vía de transmisión hayan disminuido en los últimos años, hasta situarse por detrás de las relaciones heterosexuales y homosexuales sin protección.
Es muy recomendable que las personas que consumen drogas por vía intravenosa utilicen su propio material de inyección y preparación de la dosis. Una vez utilizadas la jeringuilla y la aguja, se pueden entregar a algún servicio de recogida e intercambio de estos materiales. Si estos servicios no existen en tu zona y no es posible disponer de jeringuillas desechables, conviene limpiar el material utilizado con una solución de lejía y utilizar cucharas limpias y algodón o filtro propio.
Transmisión por vía sexual y "declaración suiza"
Además de en la sangre, el VIH puede estar presente en el semen, el líquido preseminal y las secreciones vaginales, anales y menstruales en cantidad suficiente como para resultar transmisible.
Si, en el curso de una relación sexual, el fluido infectado entra en contacto con heridas o membranas mucosas (como el recto, la vagina o la punta del pene) de una persona sin VIH, entonces el virus puede transmitirse pasando al torrente sanguíneo de esta persona.
No todas las prácticas implican el mismo nivel de riesgo. Así, el papel receptivo en una penetración anal o vaginal sin preservativo supone un riesgo muy elevado (mayor aún en caso de eyaculación). Del mismo modo, este riesgo aumenta cuanto más brusca y prolongada sea la actividad sexual. Lógicamente, la probabilidad de contraer el virus es más alta cuantas más exposiciones no seguras se tengan, aunque una sola relación de riesgo puede ser suficiente para adquirirlo.
El sexo oral activo sin barrera aplicado a pene (felación) o a vulva (
cunnilingus) comporta un riesgo relativamente pequeño, pero no exento de él, en especial si existen lesiones sangrantes o se eyacula en la boca. El VIH no se transmite besando ni mediante la práctica del
anilingus (beso negro o
rimming). Compartir juguetes sexuales que no han sido debidamente desinfectados o protegidos con un preservativo nuevo en cada ocasión también puede constituir una vía de transmisión.
La presencia de alguna otra infección de transmisión sexual (ITS) incrementa el riesgo de adquirir/transmitir el VIH. El uso sistemático y adecuado del preservativo, masculino y femenino, ha demostrado ser un método seguro y efectivo de prevenir la transmisión del VIH y de otras enfermedades infectotransmisibles durante las relaciones sexuales. Especialmente aconsejable en la penetración anal, el empleo de un lubricante hidrosoluble reduce la posibilidad de lesiones y de rotura del preservativo (los lubricantes basados en aceite, como la vaselina, pueden dañar el látex del preservativo y facilitar que se rompa). No se recomienda, como método de prevención del VIH, el uso de preservativos con nonoxynol-9, una sustancia espermicida que puede irritar las mucosas y favorecer la penetración del virus.
En la actualidad, según datos del Ministerio de Sanidad y Consumo, casi el 80% de las nuevas infecciones que se producen en España tiene su origen en prácticas sexuales de riesgo (el 46% por vía heterosexual y el 30% por vía homosexual), frente al 15%, que se debe al uso de drogas por vía parenteral.
Por otra parte, a principios de 2008, un panel de médicos suizos de VIH levantó una gran polémica al sugerir que las personas en tratamiento
antirretroviral, con una
adhesión óptima, una
carga viral indetectable (inferior a las 40 copias/mL) durante al menos 6 meses y sin ninguna otra infección de transmisión sexual, no podían transmitir el virus a sus parejas heterosexuales. Esta afirmación -muy criticada por expertos de todo el mundo- se ha conocido como la “declaración suiza”.
Tras un intenso debate en foros internacionales, parece que se ha recuperado el consenso científico sobre este tema. Por un lado, se admite que cuanto más alta sea la
carga viral, más probabilidades hay de transmitir el virus; y viceversa, una menor carga viral representa un menor riesgo. Por otro lado, incluso en las condiciones ideales mencionadas en la declaración suiza, una carga viral indetectable en sangre no garantiza que no haya virus en el semen o en las secreciones vaginales y, por tanto, no elimina el riesgo por completo. Por este motivo, aun con carga viral indetectable, los expertos recomiendan que se siga utilizando el preservativo como método de prevención eficaz del VIH en las relaciones sexuales.
Transmisión vertical
El virus puede transmitirse de una madre con VIH a su hijo durante la gestación, el parto o la lactancia a través de la placenta, la sangre o la leche materna.
Antes de la aparición de la terapia
antirretroviral de gran actividad (
TARGA), los hijos de mujeres con VIH tenían muchas probabilidades de nacer con el virus. Afortunadamente, en los países con recursos, hoy en día puede prevenirse este tipo de transmisión, por lo que la infección por VIH no debe representar un obstáculo para ser madre.
En España, la medicación y la detección precoz del VIH en las mujeres embarazadas ha permitido que la tasa de transmisión vertical se encuentre, en la actualidad, por debajo del 1%, según datos del Plan Nacional sobre el Sida. No obstante, debido al hecho de que el riesgo de transmisión no es igual a cero, la legislación española permite que cualquier mujer embarazada con VIH pueda, si lo desea, interrumpir voluntariamente el embarazo, acogiéndose al supuesto de aborto terapéutico.
En caso de que la madre no necesite tratamiento, las actuales directrices españolas recomiendan la TARGA a partir del segundo trimestre de embarazo para prevenir la transmisión vertical. Dada la
toxicidad de los fármacos antirretrovirales, debe efectuarse un estrecho seguimiento clínico y analítico durante toda la gestación. En todo caso, la selección de fármacos debe tener en cuenta tanto la seguridad de la madre como la del hijo (por ejemplo, efavirenz [Sustiva®] está contraindicado por su potencial teratógeno).
De acuerdo con las directrices españolas, si la madre ha recibido TARGA durante el embarazo, tiene una
carga viral por debajo de 1.000 copias/mL en el último trimestre de gestación y el contacto entre la sangre materna y el niño se minimiza durante el parto, entonces el parto vaginal no comporta mayor riesgo de transmisión. En caso contrario, se recomienda la cesárea.
En cuanto a la alimentación del bebé, a causa del elevado riesgo de transmisión del VIH en cualquier periodo de la lactancia, se recomienda sustituir completamente la leche materna por una fórmula adaptada.
Asimismo, conviene saber que los recién nacidos suelen tener
anticuerpos del VIH procedentes de la madre, lo que no significa que tengan el virus. Por este motivo, las pruebas de laboratorio habituales para diagnosticar la infección por VIH (
ELISA,
Western-Blot) a partir de la presencia de
anticuerpos no son útiles en estos casos. Para saber si el niño tiene el virus, es preciso realizar un test virológico específico.
Reinfección y superinfección
Durante mucho tiempo, la
reinfección fue tan sólo una posibilidad teórica. En cambio, desde hace unos años, sabemos con certeza que una persona con VIH puede volver a infectarse con otra variante del virus, como lo prueba la existencia de varios casos documentados. Lo que aún permanece entre interrogantes es la frecuencia con que se produce, pues la relativa escasez de datos al respecto podría deberse a su baja
incidencia o, por el contrario, a la dificultad de realizar los complejos análisis de laboratorio necesarios para detectarla.
La gran mayoría de los episodios registrados hasta la fecha se ha producido poco después de la infección inicial por VIH, si bien un estudio publicado en 2007 identificó varios casos más tardíos.
En ocasiones, la
reinfección por una nueva variante viral puede acarrear una evolución más rápida de la enfermedad o, incluso, la adquisición de nuevas cepas resistentes a los fármacos antirretrovirales. En estos casos, se habla de
superinfección.
Aunque pueda tratarse de un fenómeno relativamente poco habitual, las medidas habituales de prevención del VIH también servirían para evitar una posible reinfección.
Un saludo a todos y por mi parte, repito y quiero que quede muy claro, que yo no me voy a dedicar a hacer ningún combate con Mayse, ya no tengo 15 años, tengo 33 años y se bien de lo que hablo. Siento si alguien se ha podido tomar este tema, en plan, haber quien gana. Porque desgraciadamente, no es un tema para tomarse a cachondeo.