Camino por la calle,
y me siento solo,
envuelto por una oscuridad
ke se me lleva con ella.
En mi cabeza oigo ecos
de una triste cancion de piano,
lenta y acompañada por la voz de una mujer;
la soledad enfría mi cuerpo
mientras me pregunto
"por ké yo, por ké yo".
Agonizantemente la fortuna me da la espalda
y aunke tengo compañía
me siento solo
me siento triste
me siento amargo.
Porke me falta la compañía
de alguien con kien compartir mi cariño
de alguien con kien compartir mis lagrimas
mi alegria, mi tristeza,
mi llanto, mi risa,
mi amor, mi odio.
Siempre te llamo pero nunca te oigo,
no te das cuenta de ke te necesito tanto,
no te das cuenta de ke te kiero tanto,
no te das cuenta de ke te anhelo, te ansío,
te llamo desde mi lecho sombrío
pero tu nunca estas ahí,
te intento coger pero tu uyes,
uyes de mí.
Y la canción acaba
con una moraleja triste,
y una lenta batería seguida de un violín
ke amargamente cuenta mi triste historia,
historia de amor y desamor
historia de mi fin.
Como cuando un verano se acaba,
para dejar paso a un eterno invierno,
de hojas caidas y arboles tristes,
de harpas lejanas sonando a lo lejos,
de sentimientos indescriptibles.
Ansío tanto tu amor...
kizás será mi timidez
o kizas sera el "o me paso o no llego",
pero siempre se me acerca el amor,
para darme la espalda luego.
Por ké estoy escribiendo, no lo sé;
kizás porke no tengo ahora nadie
a kien explicar mi tristeza,
nadie más ke esta puta pantalla,
y este teclado, ke tantas veces ya
ha sentido mis lágrimas a traves de mis dedos.
Y aunke no rime, ni sea coherente
este poema son mis sentimientos,
y mis lagrimas
y mi odio, y mi llanto,
y mis sollozos,
sentimientos de papel
ke se van volando,
ke dibujan los bocetos de mi alma
ke se va haciendo a trozos.