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El mayor problema de España no es ni el déficit público ni la deuda pública
Vicenç Navarro – Consejo Científico de ATTAC España
Este artículo cuestiona la sabiduría convencional en los círculos del establishment español que asume que un problema mayor de la economía española es su elevado déficit público y la gran deuda pública. El artículo cuestiona tal tesis, señalando que los recortes de gasto público, incluyendo gasto público social, son innecesarios y contraproducentes pues contribuyen a la recesión de la economía española.
En sus continuas reuniones con la canciller alemana Angela Merkel, el Presidente Rajoy ha acentuado que el objetivo principal de su gobierno es el de reducir el déficit público, y supeditará todas sus políticas públicas a conseguir tal objetivo. Tal postura asume que el mayor problema de la economía española es el endeudamiento del Estado español (sea éste central, autonómico o municipal), postura que fue también compartida anteriormente por el gobierno Zapatero. Ambos gobiernos han interpretado tal endeudamiento como la causa de que el país esté en recesión y que ahora esté estancado, dificultando su recuperación. De ahí su constante referencia a que “España no puede gastarse más de lo que tiene”, frase que, con distintas variaciones, ha ido repitiendo.
Los datos, sin embargo, no avalan tales tesis. Veámoslos. Si el déficit y la deuda pública hubieran sido la causa de la crisis financiera y económica que España padece (tal como muchos economistas neoliberales, incluyendo los financiados y/o próximos a Fedea), el Estado en este país habría tenido un enorme déficit público y una elevada deuda pública cuando comenzó la crisis, en 2007. Los datos, sin embargo, muestran que, en contra de tal tesis, cuando la crisis empezó, España tenía superávit en sus cuentas del Estado. España ingresaba al Estado 2.23% del PIB más de lo que gastaba. Y su deuda pública era equivalente a un 36,2% del PIB, una de las más bajas de la UE-15 (el grupo de países de semejante nivel de riqueza que España), y muy por debajo de lo establecido por el Tratado de Maastricht (60% del PIB). En realidad, la deuda pública neta (que es la que debería utilizarse aunque nunca se utilice tal indicador) era sólo un 26,7% del PIB (la deuda neta es la deuda bruta menos los intereses que el Estado se debe a si mismo al incluir deuda pública poseída por diferentes ramas del Estado). No es cierto, por lo tanto, que la crisis se debiera a que el Estado se estaba gastando más de lo que tenía. El gasto público no era el problema, pues ni el déficit ni la deuda pública eran elevados. De ahí que las políticas de recortes de gasto público (incluyendo el gasto público social) no pudieran justificarse bajo el argumento de que nos gastábamos más de lo que teníamos. En realidad, el gasto público español (incluyendo el social) por habitante era y continúa siendo de los más bajos de la UE-15.
El crecimiento notable del déficit no se debió al aumento del gasto público, sino a la bajada de los ingresos al Estado resultado de la recesión y elevado desempleo, a lo cual contribuyeron los recortes de aquel gasto público. Fue el elevado crecimiento de desempleo (España ha tenido durante la crisis la tasa de crecimiento de desempleo más elevada de la OCDE después de EEUU e Irlanda) y consecuente descenso del nivel de ocupación y de la masa salarial lo que disparó el déficit público del Estado, alcanzando en 2009, sólo dos años después del inicio de la crisis, la cifra de -11,2% del PIB, y ello como consecuencia de que los ingresos al Estado, incluyendo el IRPF (los impuestos sobre la renta), proceden en su gran mayoría de las rentas del trabajo, y muy poco de las rentas del capital. Las políticas de recortes contribuyeron a la recesión. Si España hubiera crecido un 1,5% del PIB, el déficit habría disminuido más rápidamente que de la manera en que se ha intentado conseguir, es decir, a base de recortes. Resultado de tales políticas de austeridad (y devaluación doméstica conseguida a base de disminuir salarios), la economía no se ha recuperado y el déficit alcanzó en 2011 el 8,5% (es probable que, resultado de la ingeniería contable, fuera mayor) y la deuda pública el 68,5% del PIB (el 56,4% del PIB en su deuda neta).
Pero incluso estas cifras desfavorables en el caso del déficit público (aunque no inquietantes en el caso de deuda pública), son menos alarmantes de lo que se presentan y no deberían ser motivo de tanta preocupación. Según las proyecciones del FMI, la deuda pública en el 2017 será de un 80% del PIB, que es una cifra asumible, aunque existe el peligro que, resultado del rescate financiero, los 100.000 millones de euros aumenten esta deuda pública diez puntos más del PIB (90% del PIB).
Un tanto semejante ocurre en cuanto a los intereses de la deuda. De nuevo, según el FMI, España en 2011 pasará de pagar en intereses un 1,9% del PIB a un 3,9% en el 2017, cifra que no está fuera de lo común entre los países de la UE-15. Ni el déficit ni la deuda pública son un mayor problema. El que sí es un problema (que crea grandes incertidumbres entre los mercados financieros) es el escaso crecimiento económico y elevado desempleo. Éste es el mayor problema que tiene la economía española y que requiere una serie de intervenciones públicas que el gobierno Rajoy no está ni siquiera considerando. El gobierno debería estimular la economía y facilitar la creación de empleo, lo cual puede hacer sin que aumente el déficit público. En realidad, la reducción de éste debería conseguirse a base de aumentar el crecimiento económico y el descenso del desempleo. Y para ello deberían aumentarse los ingresos al Estado mediante reformas fiscales que permitieran ingresar más fondos al Estado para estimular la creación de empleo. Y ahí el espacio es enorme.
España tiene los recursos para crear empleo. Lo que ocurre es que no los recoge. Y no me refiero sólo al fraude fiscal (90.000 millones de euros), sino a las reducciones de impuestos que han estado ocurriendo en los últimos quince años y, muy en especial, en las rentas de capital y en las rentas superiores, reducciones que, como ha señalado el Fondo Monetario Internacional han sido responsables de más de la mitad del déficit estructural existente en España. El estado (tanto central como autonómico) podría hacer obtenido 2.100 millones de euros manteniendo el impuesto sobre el patrimonio, y 2.552 millones anulando la bajada del impuesto de sucesiones, y 2.500 millones revirtiendo la bajada de impuesto que se aprobó para las personas que ingresan más de 150.000 euros al año, y 5.300 millones eliminando la reducción de los impuestos de las empresas que facturan más de 150 millones de euros al año (y que representan sólo el 0.12% de todas las empresas) y/o 44.000 millones de euros anulando el fraude fiscal de las grandes fortunas y de las granes empresas citadas en la frase anterior y/o 6.900 millones de euros aplicando un impuesto finalista en Sanidad (como ha hecho Canadá) y/o 3.000 millones de euros gravando los beneficios bancarios (como ha aconsejado el FMI), y/o 1.000 millones haciendo pagar 5 euros más por cada pasajero que saliera de un aeropuerto español y(o casi 1.000 millones de euros pagando las multas de tráfico según el nivel de renta del infractor (como en Finlandia) y así un largo etcétera. Con estos fondos podría haberse creado empleo y con ello estimular el crecimiento del empleo, disminuyendo así el déficit. El que estas medidas no sean las que se tomen y en su lugar otras (recortes y más recortes) se impongan se debe a la creencia errónea de que el gasto público es el problema, y así estamos.
Catedrático de Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra, y Profesor de Public Policy. The Johns Hopkins University
nicofiro escribió:El problema no es la deuda, pero la deuda es parte del problema: las dudas acerca de la solvencia de España y la tremenda carga que esto supone para poder financiarse con niveles de intereses aceptables.
El problema no es la deuda, pero hay que matizar, porque la deuda casi se ha duplicado, a parte de la oficial se le debe burradas a empresas, están los pufos de las radiales, los de las cajas y tantas cosas más que habrá que acabar asumiendo. Y además somos un país incapaz de generar políticas serias que fomenten una solvencia económica real. El problema es una ecuación y la deuda es un factor más.
Claro que los recortes no son el camino. Los recortes serían necesarios y útiles si se hiciesen con criterios de eficiencia, no sólo para hacer el paripé intentando además salvar a los amigotes.
Pero tampoco podemos decir tajantemente que el problema no es la deuda, porque la deuda es una de las dimensiones del marróny debemos hablar de ello. Básicamente para evitar que en un futuro vuelva a derrocharse dinero público en cosas como el AVE, autopistas absurdas, aeropuertos más absurdos aún, etc.
SpitOnLinE escribió:La mayoria de gente esta medio atontada y no quieren ver lo innegable.
Solo te quiero dar ánimos por defender esto, que supongo que mucho apoyo no tendras, como yo me he encontrado.
Lucy_Sky_Diam escribió:Y para todo esto, conviene darse cuenta de que cambiar el modelo productivo hacia el I+D+i es necesario, darse cuenta de que tender hacia la eficiencia y las energías limpias es completamente necesario para que se potencie el I+D+i en un país como España en el que tenemos tantos recursos naturales es el elemento que debe articular nuestro nuevo modelo productivo para poder reconvertir a todos aquellos que se quedaron sin trabajo siendo trabajadores sin cualificación, al poder reconvertirlos como técnicos de mantenimiento o instaladores, además de que mucha gente podría volver a trabajar en lo que se dedicaba antes (salvo aquellos cuyo sector no vaya a volver a recuperarse, la construcción).
nicofiro escribió:Lucy_Sky_Diam escribió:Y para todo esto, conviene darse cuenta de que cambiar el modelo productivo hacia el I+D+i es necesario, darse cuenta de que tender hacia la eficiencia y las energías limpias es completamente necesario para que se potencie el I+D+i en un país como España en el que tenemos tantos recursos naturales es el elemento que debe articular nuestro nuevo modelo productivo para poder reconvertir a todos aquellos que se quedaron sin trabajo siendo trabajadores sin cualificación, al poder reconvertirlos como técnicos de mantenimiento o instaladores, además de que mucha gente podría volver a trabajar en lo que se dedicaba antes (salvo aquellos cuyo sector no vaya a volver a recuperarse, la construcción).
Si estamos de acuerdo, el problema es que yo cada vez empiezo a pensar que eso en España a corto plazo no es posible. Ni siquiera a medio plazo. Por políticos y ciudadanos, que vienen a ser las dos caras de la misma moneda. Eso quise decir con que "además somos un país incapaz de generar políticas serias que fomenten una solvencia económica real. El problema es una ecuación y la deuda es un factor más."
Ese es el gran problema de España del que derivan todos los demás.
Y uno de los problemas derivados es que los que nos dejan el dinero deben pensar similar, por lo que son mucho más reacios a darnos intereses aceptables. Súmale encima el catalizador del ansia viva y la especulación y ya tienes el marrón bonos al 7%. Hasta que España no sea capaz de hacer políticas serias a todos los niveles, nadie se va a fiar de nosotros y eso nos hará acumular unas obligaciones brutales que si van a ser un problema como sigamos acumulando bonos a esos niveles de interés.
Morpheo81 escribió:Creo que el título del post esta mal expresado, claro que la deuda es un problema y bien gordo y más cuando PP y PSOE modificaron la constitución en una reforma express para que la deuda fuera lo prioritario en el gasto del estado.
Que la deuda no era mayoritariamente del estado y que ha ido aumentando durante los años de crisis es innegable, por culpa de nuestros queridos gobernantes que han ido haciendo reformas según les dicataban desde Alemania para pagar esa deuda y que como se ha visto la banca, ni las empresas iban a pagar. Ahora todas esas deuda han pasado al estado y además de tener un paro descomunal tenemos un sistema bancario que invirtió donde nunca debió invertir, ahora el estado es el garante de que esas deudas de empresas, cajas, bancos, etc... se va a pagar y eso nos lastrará durante años.
Que se puede invetir en I+D+i y/o sacar el dinero de otro lado, solo hay que hacer caso a los inspectores de hacienda, también esta claro pero donde van a invertir los que antes invertían en pisos, constructoras , etc... Sabeis a que se dedica Florentino Perez ahora mismo? Pues eso la sanidad, la eduacion y dentro de poco los planes de pensiones van a ser el negocio a explotar en los próximos años si dejamos que estos politicuchos sigan haciendo con nuestras vidas lo que les plazca.