Seguro que después de grabarnos sacarán estadísticas de aquellos a los que por sus gestos les ha gustado la película, aquellos que se durmieron, aquellos que no se acabaron las palomitas, aquellos que se fueron al baño a media película por urgencia, aquellos que le jodieron la peli al vecino de al lado por andar gritando, aquellos que se magrearon con la novia, aquellos a los que les sonó el móvil, aquellos que contestaron la llamada, aquellos a los que le llovieron coca-colas y palomitas por contestar esa misma llamada....
Estarán contentos. Lograrán lo que piden a gritos desde hace un tiempo: que nadie vaya al cine.
Todo sea por tratarnos como borregos.
No, yo por ahí no paso.