El futuro sin crisis de nuestro estado: ¿Refugio fiscal?

Encuesta
¿Opinas que España debería de ser en un paraiso fiscal para ciudadanos y empresas constructivas?
63%
5
38%
3
Hay 8 votos.
Les enlazo esta reflexión de uno de los mejores economistas de este país (en mi opinión).
El Sr LLamas aboga en bajar impuestos al máximo, para promover que las empresas se instalen en este estado gracias a dispensar unas excelentes condiciones para la creación de empresas y de negocios. Algo así como lo que pasó cuando entró Aznar al gobierno en los 90´s que gracias a sus políticas liberalistas consiguió que se crearan muchos puestos de trabajo y remontar la crisis que sufrimos hace 2 décadas.

Tras el exiguo recorte de gasto público anunciado por el Gobierno –apenas 15.000 millones de euros adicionales en dos años–, al menos tres aspectos han quedado meridianamente claros: que todavía no se ha producido el necesario tijeretazo que precisan las cuentas nacionales; que la clase política pretende freír a impuestos al sufrido ciudadano; y que España necesita profundas reformas estructurales (trabajo, finanzas y pensiones) para incrementar su potencial de crecimiento.

La cuestión es que ni siquiera estamos empezando a experimentar el largo proceso de ajuste fiscal que aún queda por delante. Por poner un ejemplo, Irlanda y las economías del Este de Europa llevan más de un año inmersos en esta particular travesía y aún les queda mucho trabajo por hacer. Y lo peor de todo es que, por desgracia, el citado ajuste se está construyendo sobre un enfoque conceptual erróneo. Desde que Zapatero anunció los famosos recortes, numerosos analistas y políticos vienen lanzando propuestas de diversa índole, tanto por el lado de gastos como de ingresos, con el fin de evitar el precipicio (la quiebra del país) y garantizar el actual estado.

Pues bien. No es posible. Tratar de mantener el actual statu quo implicaría la supervivencia de un sector público sobredimensionado, hipertrofiado e ineficiente y que, por lo tanto, continuaría lastrando durante décadas la productividad y riqueza del conjunto de los españoles. La crisis ha de ser concebida como una oportunidad para el cambio y no como una excusa para reiterar los errores cometidos en el pasado, culpables de la actual situación. En este sentido, los recientes casos de Suecia o Georgia son ilustrativos.

España debe avanzar hacia la reestructuración del propio Estado. No obstante, miles de empresas y trabajadores e, incluso, sectores enteros se han visto obligados a reinventarse durante la presente crisis para poder sobrevivir. El sector público debe afrontar su propia reconversión. Sin embargo, el ajuste debe servir, no para garantizar, sino para deshacer el estado de bienestar.

La crisis ha destapado la realidad. España es, como mínimo, un 20% más pobre de lo que se pensaba. Y no sólo el sector privado, también el sector público. Así pues, es necesario y urgente recortar el gasto público de forma drástica, sin contemplaciones de ningún tipo; en cuanto a la reforma laboral se debería apostar por una flexibilización total del mercado de trabajo y la eliminación de la negociación colectiva; capitalizar las pensiones; y reestructurar el sistema financiero privatizando las cajas y permitiendo la quiebra y liquidación de entidades sin usar dinero público.

Con las medidas contenidas en el anterior párrafo, la actual crisis de deuda pública desaparecería por completo en el plazo de un año. España contaría con unas cuentas públicas saneadas, el marco laboral impulsaría como nunca la fundamental productividad económica y, por si fuera poco, los futuros jubilados (los trabajadores de hoy) contarían con una pensión media de 3.500 euros en términos reales (descontada la inflación).

Sin embargo, aún se puede ir mucho más allá. En un momento en el que muchos analistas y, sobre todo, políticos, están preocupados por la creciente fuga de capitales que sufre el país, el Gobierno tiene en su mano la posibilidad, no sólo de repatriar el capital nacional –sin hacer uso de falaces amnistías fiscales–, sino de atraer de forma masiva capitales foráneos. ¿Cómo? Simplemente, bajando y eliminando impuestos.

¿Por qué no convertir a España en un refugio fiscal? La ocasión, desde luego, es idónea. Los gobiernos de las grandes potencias le han declarado la guerra a los paraísos de los inversores (es decir, del capital y, por lo tanto, del capitalismo). Bajar el Impuesto de Sociedades al 1%, aplicar un IRPF lineal del 10% e, incluso menos, eliminar la tributación sobre plusvalías y sintetizar en apenas cuatro folios la farragosa y complejísima normativa fiscal provocaría, con efectos inmediatos, el desembarco en España de cientos de miles de millones de euros procedentes del exterior, así como la llegada de grandes multinacionales y empresas al estilo de plazas como Singapur, Hong Kong, Suiza o Luxemburgo, con el consiguiente aumento del nivel de vida de todos los habitantes.

¿Un sueño? ¿Pura utopía? No es imposible, otros países lo han hecho. ¿Por qué no España? Eso sí, antes de emprender esta última fase, acabar con el Estado del Malestar es condición sine qua non.
http://www.libertaddigital.com/opinion/ ... cal-55163/


Lo que me gustaría saber es que opinan los eolianos de tomar este camino de cara a poder mitigar los efectos negativos de la crisis. ¿Creéis que sería posible salvarnos de la hipotética quiebra del estado con medidas de este tipo?
Mi opinión es que sí, con medidas de este tipo se ayudaría y se motivaría la creación de empleo productivo y por lo tanto este plan sería bueno para mitigar la crisis y salvarnos de la quiebra.
Considero al igual que el economista anteriormente citado, que habría que bajar los impuestos al máximo a las buenas empresas y personas que generan valor añadido y no contaminan ni explotan al trabajador o al estado. De tal manera que las empresas prosperas y con buena inversión en I+D encontrarían este futuro estado nuestro óptimo para desarrollarse y no tener que ir a otros lugares.
A las malas empresas que contaminan el sistema habría que perseguirlas una por una, para que pagaran sus deudas y para que desaparecieran del estado(si no hay otra solución) habiendo pagado sus deudas(ejemplos: cajas insolventes dirigidas por políticos, constructoras de pelotazos, empresas contaminadoras del medio ambiente, etc...) y estas no dispondrían de las ventajas que tendrían las buenas empresas que no contaminan el ambiente...
El estado podría convertirse en refugio fiscal gracias a proteger a las empresas y negocios que repercutan favorablemente el I+D que ayudan a crear empleo y bienestar, y apartaría y arrinconaría a las malas empresas que viven de inversiones especulativas y que no aportan I+D a nuestro estado. Esto sería un buen refugio fiscal, justo lo contrario de lo que ocurre en estos momentos por culpa de intenciones electoralistas y partidistas de políticos corruptos.

PD: Si alguien conoce otras medidas que puedan funcionar para paliar la crisis de nuestro estado, que las exponga con la mayor claridad posible.

Un saludo.
En paises con poca población, si, en paises como España, no vale de nada y sería peor (MUCHO peor)
goto escribió:En paises con poca población, si, en paises como España, no vale de nada y sería peor (MUCHO peor)


En efecto, no es posible con el estado de "bienestar" que teneos en España. Hay que incentivar a las empresas de otras maneras.
Mirad el caso de Irlanda, a poco que subas impuestos las empresas vuelan.
Actualmente y desde hace tiempo, la manera más habitual que vienen utilizando nuestros gobiernos estatales para incentivar a las empresas, es subvencionado miles de projectos con nuestro dinero, que se asignan a empresas para alguna causa o por algún motivo partidista estatal.

Si no es que el gobierno te elije para llevar a cabo una obra, los incentivos que puede tener una nueva empresa o una empresa internacional son bastante reducidos normalmente, más bien suelen ser desincentivos para él que decide montar una empresa en España. Si alguien quiere montar una empresa desde cero son muchos los gastos y los trámites, y lo mismo pasa con las empresas que huyen a otros estados globales, que se encuentran con muchos impuestos que pagar para poder desarrollarse rentablemente en España

Para tratatar de explicar de alguna manera que se pueda entender el hecho de que las arcas públicas no perderían tanto dinero para administrarlo para el estado de bienestar que todos deseamos disfrutar, si se dedicara a perseguir(subir los impuestos a éstas) a las empresas que dañan el medio ambiente y que viven de enchufismo estatal, y se incentivara (bajar impuestos al mínimo) a las empresas con intenciones constructivas y a la vez que respeten el entorno natural y el medio ambiente y no escatimen en I+D para generar más empleo, realmente en esta caso, como nos explica el Sr. Llamas, nuestro estado de bienestar podría seguir creciendo gracias a que vendrían y se crearían muchas empresas que ayudarían a crear empleo que es lo más importante antes que seguir manteniendo un estado que no incentiva el desarrollo de empresas que no esten en sintonia con los intereses de los partidos políticos.
A grosso modo, en nuestro estado cada vez más global y en esta era cada vez más digitalizada globalmente, es preferible tener 10.000.000 de empresas globales en nuestro estado: que tributen al año un total de 100.000.000 de euros para las arcas públicas, que tener 10.000 empresas nacionales que tributen 100.000.000 de euros(estoy hablando de cifras aleatorias).
Cuantas más empresas se creen y más empresas que respeten el medio ambiente se instalen en España menos necesitarán tributar, y más trabajo habrá para el trabajador.

El nuevo gobierno de Reino Unido esta aplicando en su programa de gobierno unas premisas muy similares a las que estoy exponiendo, y no se quedan cortos en población precisamente como pasa en otros estados.

Un saludo.
4 respuestas