Tom estaba sentado en una silla de oficina. A su lado, Fred estaba sentado en una cómoda silla isabelina. Justo delante de ellos había un hombre muy gordo con la cabeza muy pequeña y calva sentada en una silla enorme, totalmente negra y llena de calaveras. Había cientos de personas, haciendo ruido de motor con sus sillas en la parrilla de salida. Un pato con corbata y un revólver de color marfil en la mano se colocó a un lado.
-Atención, silleros de todos los mundos. 3...(ruido de motores)...2...(ruido de toses y un sollozo espontáneo)...1...¡Ya!
El pato disparó al aire y todas las sillas salieron. Tom se agarró fuertemente a la suya, ¡Ni siquiera tenía carné de conducir!. Fred se quedó atrás y Tom iba de los primeros. Su silla corría que daba gusto. Justo delante una chica de color rosa y el gordo de la silla se disputaban los dos primeros puestos. Primera curva, el ruido del público era ensordecedor. En las cuatro tribunas para ver el evento el único público era un viejo vetido de bebé, pero como gritaba que da gusto, nadie notó que no había nadie más. Segunda curva, unas cuantas sillas se salieron del circuito y sus pilotos fueron disparados. El pato les acertó a todos. Otra curva y el viejo con cabía en sí de gozo, era ciego y sordo, pero le encantaban este tipo de eventos.
En la quinta curva solo quedaban la mitad de los corredores, Tom impulsaba su silla con las piernas, como hacía en su oficina cuando quería ver si alguno de sus compañeros de otros cubículos jugaban al solitario en sus ordenadores, o chateaban, para así poder chivarse y caerles todavía peor. Tom Asco les caía realmente mal.
En la segunda vuelta, uno de los galeses con patillas pelirrojas fue descalificado por tocar la gaita mientras corría, y por correr sobre un sofá orejero tuneado. Fred adelantó a Tom en la curva siguiente a una que había justo antes. El gordo de la silla negra se le acercó y de los reposabrazos salieron grandes cuchillas giratorias. Una niña de ojos de color granito fue alcanzada por las cuchillas y su silla rosa salió dando trompos. En Tom y Fred se disputaban los ultimos puestos para entrar en el Nucleo Central con el gordo y la chica de color rosa. Fred, adelantaba, luego la chica, luego el gordo, luego Fred, luego el gordo, la chica...
Tom se iba a quedar fuera y a cincuenta metros de la meta el pato le disparo al viejo que gritaba en las tribunas, pero falló y le dio al gordo de la silla negra, que salió disparado hasta una bala de paja donde fue rematado por el pato.
Tom, Fred y la chica de color rosa entraron en los puestos que daban acceso al Nucleo Central. En cuanto cruzaron la meta, salieron disparados por una puerta interdimensional hasta el centro neurálgico del Universo para lelos. Todo indicaba que iba a conseguir el anillo de una vez por todas...
Al final el viejo se comió al pato, porque aunque era sordo y ciego, no era tonto, e iba vestido de bebé...