Me despierto al lado de dos chicas, los tres permanecemos con la ropa del dia anterior puesta. Estamos en una especie de casa de campo. Por alguna razón nos levantamos y sigo a la más bajita, la alta se esfuma en mis pensamientos. No se a quien sigo, creo que es Cecilia.
- Vamos a ver a mi hermana - dice sin mirarme tan siquiera mientras sigue caminando. Entonces me acuerdo de su hermana, !hay su hermana que ganas tenia de verla¡. Al instante algo interrumpe mi pensamiento, una voz en mi cabeza me recuerda que Carla es la bajita y Cecilia es la alta. Solo puede significar que estoy siguiendo a Carla. La agarro del hombre y la envuelvo en un abrazo diciendo:
- ¡Carla eres tu¡ - Aunque ella no dice nada noto cierta alegría en cara, su sonrisa (¡hay¡!hay¡ ¡su sonrisa¡ ¡lo que yo daría por tener una foto de su sonrisa¡), sus gestos me indican que se alegra del abrazo y de que me haya dado cuenta. Entonces haciendo caso omiso de la razón, saltando las barreras de la educación y obedeciendo a toda emoción le intento dar un beso en la boca... pero ella interpone su dedo entre su labios y los míos, como mandándome a callar mientras clava su mirada seria en mis dos pupilas.
Entonces despierto de mi sueño y vuelvo a la realidad, solo en mi cama. Me noto triste, hacia tiempo que no me sentía así. ¿Hay alguna sensación peor a no encontrar ningún motivo por el que haber despertado una mañana? ¿hay alguna sensación peor que preferir quedarte durmiendo hasta que todo se haya olvidado? Y aun peor: saber que eso nunca va a ocurrir. Soy un cobarde me digo a mi mismo, nunca afronto los problemas.
La vi ayer en un momento inesperado después de prácticamente 2 años. Solo recuerdo dos intervalos en ese largo periodo de tiempo: En uno solo la salude con la mano y seguí caminando, era preferible esquivarla. En el otro le dije al oído: “Tu concepto de amistad y el mío son distintos”. Fue lo ultimo que le había dicho hasta ayer o quizás ni si quiera le dije eso y simplemente me fui. Y nunca me había sentido así por ella como hoy. Sé que siempre hubo algo, pero nada que no se pudiera solucionar con autocontrol, después de todo ¿qué me van a hacer si no creo en el amor? era solo una dependencia solo eso, había que eliminarla lo antes posible. Probablemente producida por la atracción física. Era guapa, para mi la chica mas guapa que han presenciado mis ojos. Podía ser una mezcla: al existir una atracción física se creaba una psicología imaginada de la persona y esta simbiosis es la que producía el sentimiento mas fuerte que unas meras ganas de enroyarse con ella. No era una tía buena, no tenia un polvo; era algo distinto: era preciosa, tenia una sonrisa encantadora, era simpática... era la belleza personificada(¡era todo eso y lo es!), se podía decir que había conocido un ángel y mi ateismo se iba hundiendo en un agujero oscuro.
Y ante todo esto una duda daba vueltas por mi cabeza, “¿será algo mas que una dependencia? ¿esto es el amor?” unas preguntas infundadas por la voz de los instintos. Respondidas a su vez por la voz de la razón: “No, es solo una dependencia. Tiene todos los síntomas de ser una dependencia.” Entonces un recuerdo abruma mi mente: “Si solo creo en el amor perfecto y me equivoco(no existe) quizás nunca me enamore y cuando lo haga rechazare el sentimiento con tal fuerza que nunca volverá a querer salir.” Era una voz con razón y instintos, mas instintos que razón. Una voz que ya había sonado en el pasado y mas de una incógnita me hizo replantearme. “Rectificar es de sabios” o eso dicen. “¿Pero que puede tener de bueno el amor si solo vas a sufrir? Al fin y al cabo te rechazara, créeme yo tengo esa intuición y tu sabes que no suelo fallar.” Es cierto, no suele fallar. “Pero llevas ya mucho tiempo siendo independiente. La razón lleva tanto tiempo de reinado que terminare por dejar de existir. Apuestas siempre sobre seguro por eso nunca has ganado nada, nunca apuestas. Esta vez tienes que arriesgarte. ‘El que arriesga gana’ sabes que es cierto.”
Los instintos tienen mucha razón me digo a mi mismo. Pero no quiero sufrir, no quiero otro despertar igual... pueden tener razón el uno y el otro. El mundo es tan relativo, las palabras son tan engañosas, los gestos se pueden interpretar de tantas maneras, te puedes equivocar tantas veces... el mundo es tan relativo que su relatividad me impacta, me ciega, me cierra los ojos y me coloca una venda mientras deja que me sumerja en el fondo de la inseguridad... y solo puedo ver a la ignorancia en lo alto riéndose de mi.
¿Amor o dependencia?
PD: pido criticas y respuesta a la pregunta final, todo se basa en algo cierto y reciente.
