Discos Históricos: Ziggy Stardust

THE RISE AND FALL OF ZIGGY STARDUST

01 - Five Years
02 - Soul Love
03 - Moonage Daydream
04 - Starman
05 - It Ain't Easy
06 - Lady Stardust
07 - Star
08 - Hang On To Yourself
09 - Ziggy Stardust
10 - Suffragette City
11 - Rock N`Roll Suicide



La autoparodia rockista y sus cuasi-infinitas posibilidades de evolución. De ensimismamiento en una espiral invertida para, de inmediato, estallar fructuosamente en una grandeza anticipada.

Lección de sabiduría ya larvada en los inicios de la rock-music, pero cuyas más recientes -e inteligentes- apoteosis el reciclaje entre sarcástico e infatuado de Paul Hewson, Bono Vox, y sus U2 a comienzos de los noventa, con " Achtung Baby y sus secuelas) son impensables sin cierto eslabón perdido, de nombre real David Robert Jones, quien probablemente la descubriese hace (¡ya!) treinta años con la creación de un perfecto -y peligroso...- alter ego, de nombre: Ziggy Stardust.


Con el personaje de Ziggy Stardust, Bowie anhelaba para sí mismo un futuro de superestrella. El disco del mismo título fue compuesto por un Bowie aspirante a estrella del rock disfrazado de una de esas estrellas de éxito masivo. Esa hábil mentira lo ha convertido en el primer disco de rock pos-moderno. Sus canciones hablan de distintas facetas de la historia del rock y, al mismo tiempo, cantan a un futuro de intervencionismo extraterrestre y seres andróginos en una era espacial. Lo real y lo imaginario llegarían a fundirse para conducir a Bowie a algo parecido a un suicidio artístico entre 1974 y 1976, tal y como aventuraba su canción “Rock’N’Roll Suicide”, una profecía que casi se cumple y que fue esquivada por muy poco.

La difícil relación entre autenticidad y artificio ha sido uno de los temas constantes en la música de David Bowie. Para Ziggy Stardust, Bowie utilizó la experiencia del encuentro con uno de sus ídolos, Lou Reed, en los camerinos después de un concierto en 1970 de The Velvet Underground. Estuvo conversando con él durante media hora sobre una de sus canciones, “Waiting For The Man”, y, cuando lo comentó con un amigo, éste le descubrió que, en realidad, con quien había hablado era Doug Yule, el sustituto de Lou Reed en The Velvet Underground, al que se parecía bastante. Sorprendido, Bowie empezó a calibrar el significado de su error.

El segundo modelo del que tomó la inspiración para el personaje de Ziggy Stardust fue Vince Taylor, también llamado el “Elvis francés”. Este americano, expatriado en Francia, perdió los papeles un buen día por culpa de las drogas, despidiendo a su banda en el escenario y gritando que él era “el Mesías” que traía la palabra de Dios. Aquella imagen de Taylor suicidándose artísticamente ante su audiencia le dio a Bowie la referencia que le faltaba para componer canciones sobre la arquetípica estrella del rock condenada por un estrellato que se ha vuelto demasiado grande para un simple mortal.

Su descubrimiento de que el falso, el artificial, podía ser más verdadero que el original, el auténtico, fue lo que dio alas al mito de Ziggy Stardust. Así que sus diversas encarnaciones como David Bowie, Ziggy Stardust, Aladdin Sane o Thin White Duke fueron vendiéndonos sucesivamente sueños de fraudes pop en los que nunca se podía estar seguro de si eran reales o nada más que una deliberada falsificación, diseñada para epatar y desorientar. Después de años de estrellas de rock a la moda cantando sobre su honradez y sus sentimientos auténticos, la postura de Bowie en 1972 fue profundamente liberadora.


Ziggy Stardust permitió que una generación viviera el sueño de la celebridad rock. Sin Ziggy Stardust y los primeros discos de Bowie en los 70 probablemente no hubiera existido nunca el punk, los nuevos románticos, el britpop, o Marilyn Manson o, cuando menos, hubieran sido muy distintos. De hecho, sin aquel disco gran parte de la música pop hubiera sido impensable, inimaginable. Lo que Ziggy Stardust ofrecía era la fantasía de formar parte de un grupo de rock; ése era el sitio en el que estar, ése era el planeta, ése era el otro lugar. Bowie dijo en una ocasión que el siglo XXI empezó en 1972. Puede que no anduviera muy descaminado.


Tengo que decir que es un disco imprescindible en la música y que debe ser comprado por los que se consideren verdaderos amantes de la musica??? Un saludete
"Ziggy" es una auténtica joya, no obstante, en mi opinión, no tiene el nivel de "Hunky Dory" (el disco de 1971 de Bowie). Quizás con "Ziggy Stardust" termine de perfilar las ideas que se intyuyen en "Hunky Dory" pero en mi opinión es menos fresco

En cualquier caso, es un imprescindible
Muy interesante, espero ke la peña que tanto nu-metal consume se dé cuenta de lo que tenemos...


recomiendo Hunky Dory, The Man who..., Diamond dogs, Tin Machine y los 2 ultimos...me dejo Heroes etc, ke tb valen la pena de BOWIE
2 respuestas